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Luego de tres períodos consecutivos de gobierno del FpV se vota en en un país absolutamente normal.https://t.co/qZUjQFJehD
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) October 25, 2015
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Este es un gran triunfo para la República Argentina; no para un gobierno, sino para todos los argentinos. pic.twitter.com/xvnxkEiLnf
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) October 23, 2015
Este domingo se lleva a cabo la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Argentina, con las que se decidirá al sucesor de la presidenta Cristina Fernández, después de dos periodos presidenciales.
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Cristina Fernández de Kirchner llegó a la presidencia el 10 de diciembre de 2007, sucediendo a Néstor Kirchner, su esposo que falleció el 27 de octubre de 2010.
Después de emitir su voto en la comunidad de Río Gallegos, la presidenta destacó el «legado» de la gestión presidencial de ambos (periodo conocido en la política argentina como «kirchnerismo«).
«Hoy estamos votando después de tres gobiernos consecutivos del Frente para la Victoria (FpV) en un país absolutamente normal«, dijo al salir de la casilla. «No hay nadie que tenga miedo a lo que pase nada económicamente, nadie con miedo a perder su trabajo. Estamos en un país con plena ocupación, con los índices más bajos de desocupación de toda la historia para este último trimestre, con una actividad económica y un crecimiento económico único en Latinoamérica».
Durante el mandato de Néstor Kirchner (2003-2007), Argentina logró desendeudarse y salir de la grave crisis económica, política y social que estalló en 2001. El país comenzó a crecer de manera sorprendente, la pobreza se redujo y la economía volvió a crear empleos.
Además, durante la «década ganada», como define Kirchner a su presidencia, más de 500 exmiitares de la dictadura militar fueron condenados. El Kirchnerismo apostó por la defensa de los derechos humanos y las políticas sociales.
También durante esta época, Cristina se enfrentó a graves conflictos: con los productores agrícolas en 2008, con los medios de comunicación («Clarín» y «La Nación», específicamente) y con los sindicatos «anti-k». Además, entre los principales problemas económicos en el país sudamericano es la imparable inflación, que llega actualmente a casi el 30% y los «fondos buitres»; un pago de deuda con el que el próximo presidente tendrá que lidiar.