and the Sydney school refusing to take back the children of IS fighter Khaled Sharrouf #9newscomau #9news pic.twitter.com/Y47MRudS2R
— Julie Snook (@JulieSnook) May 27, 2015
El primer ministro Australiano, Tony Abbott, le dijo a la esposa de un combatiente del Estado Islámico que publicó una foto de su hijo posando con una cabeza cortada, que si intentaba volver a casa sería «castigada severamente».
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La esposa de Khaled Sharrouf, Tara Nettleto, está tratando de regresar a Australia con sus hijos desde Siria.
Ella es sospechosa de ayudar a que sus hijos fueran llevados a Siria para formar parte de ISIS.
Al parecer, los niños fueron trasladados a través de Malasia después de que Sharrouf abandonara Sydney en diciembre de 2013, utilizando el pasaporte de su hermano.
Por su parte, Nettleto afirmó, ante la avalancha mediática surgida por la foto, que «el crimen es crimen y quienes lo cometan se enfrentarán a la legislación australiana, sean hombres o mujeres”
añadió.
Pero el gobierno australiano está más preocupado por sus hijos y ha expresado su preocupación por ellos, ya que probablemente fueron testigos de los crímenes violentos en Siria.
La familia de Khaled Sharrouf llegó a los titulares internacionales en agosto, después de publicar una foto en Twitter de su hijo de 7 años de edad posando con una cabeza con las palabras: «Ese es mi muchacho».
En ese momento, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo que la imagen era «una de las fotografías más preocupantes y grotescas que nunca se habían mostrado”, informó el canal estadounidense «CNN».