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La oposición siria reanuda el diálogo con Damasco en ausencia de los insurgentes

Moscú, 28 ene (EFE).- La oposición moderada siria reanudó hoy el diálogo con el régimen de Bachar al Asad en unas consultas informales auspiciadas por Moscú, en ausencia de la principal alianza opositora en el exilio y los grupos insurgentes.

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«Creo que el proceso ha comenzado. Al principio será difícil y lento, pero ya estamos avanzando. Con el tiempo iremos más rápido y cada vez se verán más y más resultados», dijo a la prensa el ex viceprimer ministro Qadri Jamil.

En un intento de evitar un estancamiento de las conversaciones, los opositores se dieron por satisfechos con este «primer paso» y se resistieron a exigir la renuncia del presidente de Siria, Bachar al Asad.

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«Nadie ha planteado la cuestión del futuro de Asad. Ese asunto debe tratarse sobre la base de Ginebra-1 en Ginebra. Este es un encuentro informal, oficioso e intermedio», declaró.

Por ese motivo, a Moscú -principal aliado internacional del líder sirio- no acudió la fuerza opositora en el exterior más importante, la Coalición Nacional, que precisamente reclama la salida de éste como condición para negociar.

Sí acudió a título personal un conocido miembro de la alianza apoyada por Occidente, el actor Jama Suleiman, pero en la capital rusa tampoco estuvo presente ninguno de los grupos insurgente suníes que combaten a las fuerzas gubernamentales en el país árabe.

Esos combatientes consideran que los opositores moderados no representan al pueblo sirio y además desconfían de Moscú como mediador, ya que el presidente ruso, Vladímir Putin, rechaza por todos los medios una intervención militar occidental y el derrocamiento de Asad.

No obstante, el político opositor expresó su confianza en que esos grupos sí participen en la siguiente ronda de negociaciones que podría celebrarse en las próximas semanas en Moscú o en El Cairo.

Como principal resultado de las consultas, la oposición aprobó, «casi por unanimidad», un plan de diez puntos para futuras negociaciones con Damasco, cuyo objetivo es aliviar la situación humanitaria de la población civil.

«Entregamos esta mañana nuestras demandas al Gobierno. La delegación oficial aún no nos ha respondido», dijo un opositora a la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti.

Entre otros puntos, el plan alude al cese de los bombardeos de pueblos y ciudades por ambos bandos, el canje de prisioneros, la liberación de los secuestrados y el acceso de productos y ayuda humanitaria a todo el territorio nacional.

Además, se pide crear una comisión para investigar las violaciones de los derechos humanos y se aboga por el levantamiento de las sanciones internacionales contra Siria.

Esta semana Asad rehusó mostrarse optimista o pesimista sobre el diálogo, aunque señaló que tiene esperanza porque «lo que está ocurriendo en Moscú no son negociaciones sobre una solución (al conflicto), son solo los preparativos para una conferencia».

Y criticó, sin nombrarlos, a algunos grupos opositores que calificó de «marionetas» de países árabes como Catar y Arabia Saudí y de las potencias occidentales.

«En la crisis actual, hay que preguntarse sobre la influencia de la oposición sobre el terreno. Hay que volver a lo que los rebeldes anunciaron públicamente, cuando han dicho muchas veces que la oposición no les representa y no tiene ninguna influencia», indicó.

Por eso, en estas consultas Damasco está representado en Moscú por el embajador sirio ante la ONU, Bashar Jaafari, y no por el ministro de Exteriores, Walid Mouallem, como el pasado año en Ginebra.

Con todo, Jaafari calificó hoy las consultas, que proseguirán mañana, de «importante plataforma» para un futuro diálogo nacional sirio e insistió en que el Gobierno siempre «ha estado abierto al diálogo con todos».

«El Gobierno sirio ha hecho todo lo necesario desde el estallido de la crisis para proteger a sus ciudadanos, a su patria», dijo e insistió en mantener las instituciones estatales, respetar la voluntad del pueblo y garantizar la integridad territorial del país.

Además, acusó a Turquía y Arabia Saudí por armar a los insurgentes y criticó el doble rasero de Occidente por considerar yihadistas a los guerrilleros que combaten en Siria, pero terroristas a los que atacan sus capitales.

Por su parte, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, exhortó a ambas partes a hacer concesiones, aunar fuerzas en la lucha contra los terroristas y lanzar un proceso político, y se manifestó contrario a la política de sanciones y las intervenciones militares externas en Siria.

Expresó su confianza en que las consultas moscovitas creen las condiciones necesarias para convocar negociaciones de paz bajo la égida de la ONU.

Las consultas moscovitas son las primeras desde que se celebrara hace un año la segunda ronda de las conversaciones de Ginebra, que concluyó sin ningún tipo de acuerdo.

Según los datos de la ONU, el conflicto sirio se ha cobrado desde su inicio en 2011 más de 200.000 muertos.

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