Naciones Unidas, 28 ene (EFE).- La ONU condenó hoy la muerte de un «casco azul» español en el sur del Líbano sin mencionar a responsables de los hechos, aunque anunció una investigación para aclarar si fue por fuego israelí o de la milicia libanesa Hizbulá.
El Consejo de Seguridad de la ONU, en una reunión de urgencia convocada para hoy, analizó la cuestión durante casi dos horas y al final dio a conocer unos «apuntes a la prensa» menos formales que una declaración oficial.
La muerte del militar español encuadrado en la Fuerza Interina de la ONU en el Líbano (FINUL) se produjo en medio de un enfrentamiento armado entre Israel y el grupo chií libanés Hizbulá.
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Entre las misiones de la FINUL se encuentra la de vigilar la llamada «línea azul», delineada por la ONU para certificar la retirada israelí del sur del Líbano en el año 2000.
«Los miembros del Consejo de Seguridad condenan en los más duros términos la muerte de un ‘casco azul’ español de FINUL, que ocurrió en el contexto del intercambio de fuego a lo largo de la ‘línea azul», dice la declaración a la prensa dada por el consejo.
El texto fue leído por el embajador chileno ante la ONU, Cristián Barros, cuyo país preside este mes el Consejo de Seguridad, y, como de costumbre, hubo pocas declaraciones adicionales que se salieran del guión que se encargó de transmitir el diplomático.
Consultado por los periodistas sobre quién pensaba el Consejo de Seguridad que era el responsable de la muerte del «casco azul» español, Barros dijo que el tema se había analizado en «largas discusiones» y que en las próximas horas se divulgará un comunicado.
En términos parecidos se expresó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en una declaración escrita distribuida por su oficina de prensa en la que se declara «profundamente preocupado por el grave deterioro» de la situación en el sur del Líbano.
Ban, agrega la declaración, «lamenta profundamente que un ‘casco azul’ de la FINUL sufriera graves heridas que resultaron en su muerte», y también expresa su pésame a la familia y al Gobierno y el pueblo de España.
El Gobierno español ha informado en Madrid de que la muerte del militar, Francisco Javier Soria Toledo, de 36 años, se produjo en un ataque israelí en respuesta a otro de Hizbulá, y dijo que las autoridades de Israel han expresado su disculpa por lo sucedido.
Oficialmente, distintos portavoces de la ONU sólo han indicado que se está realizando una investigación sobre los hechos, en los que también murieron dos militares israelíes por el fuego del grupo chií desde el sur del Líbano.
El portavoz de la FINUL, Andrea Tenenti, dijo a una emisora israelí que el militar español murió «en el curso» de los incidentes que enfrentaron a Israel y Hizbulá, y añadió que se están investigando las circunstancias.
«La causa de su fallecimiento es imprecisa aún y prosiguen las investigaciones», afirmó el portavoz a la radio pública israelí.
El Consejo de Seguridad se pronunció sobre el tema después de recibir un informe del jefe del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU, Edmond Mulet, quien al llegar a la reunión también declaró a los periodistas que habría una investigación, sin establecer un plazo para sus conclusiones.
Por su parte, el embajador español ante la ONU, Román Oyarzun, en declaraciones a los periodistas después de que hablara Barros, dijo que durante la reunión del Consejo, en la que participó, pidió «una investigación completa de los hechos».
España es desde este mes uno de los diez miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, con un mandato de dos años.
Oyarzun añadió que el ataque de Hizbulá fue perpetrado desde el área de operaciones de la FINUL hacia Israel, y este país aplicó represalias armadas contra la «línea azul».
Al tratarse de una reunión a puerta cerrada se desconoce cómo se desarrolló. El Consejo de Seguridad ha aprobado pocas resoluciones de condena a Israel en la historia de la ONU, entre otras razones por el veto de Estados Unidos, su principal aliado.
Fuentes diplomáticas declararon a Efe que durante la reunión del Consejo de Seguridad los distintos representantes expresaron al embajador español sus condolencias por la muerte del militar encuadrado en la FINUL.
El embajador israelí, Ron Prosor, anticipándose a la reunión del Consejo, envió una carta en la que mencionaba las «amenazas» que representan las acciones de Hizbulá para la seguridad de Israel, y pidió el desarme del grupo chií.
