El fiscal general de México, Jesús Murillo Karam, anunció que tiene «la certeza legal» de que los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, desaparecidos hace cuatro meses en la localidad de Iguala (Guerrero), fueron asesinados por sicarios y sus restos, calcinados.
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La fiscalía llegó a esta conclusión luego de analizar las declaraciones de casi cien detenidos, así como centenares de peritajes y pruebas técnicas, que en palabras de Murillo Karam «permitieron realizar un análisis lógico causal y llegar, sin lugar a dudas, a concluir que los estudiantes fueron privados de la libertad, privados de la vida, incinerados y arrojados al río San Juan en ese orden. Es la verdad histórica», dijo en rueda de prensa.
La investigación fue impulsada por la confesión del sicario Felipe Rodríguez, alias «El Cepillo» o «El Tuerto», quien dijo que los estudiantes habían sido señalados como miembros de un grupo criminal enemigo y atribuyó la masacre a una «confusión» de sus hombres. Rodríguez fue detenido el 15 de enero y admitió ser el coordinador de la masacre, ocurrida entre el 26 y 27 de septiembre del año anterior.
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El jefe de la Agencia de Investigación Criminal de la fiscalía, Tomás Zerón, citó partes de la declaración de Rodríguez narrando cómo los 43 jóvenes fueron retenidos por policías locales de Iguala y llevados a la fuerza al basurero de la cercana Cocula. Allí el grupo de Rodríguez los ejecutó, incineró sus cadáveres y esparció las cenizas en el río San Juan para desaparecer las evidencias
Las declaraciones de los fiscales no fueron bien recibidas por los padres de los estudiantes, quienes marcharon el pasado lunes pidiendo la verdad en el caso. A pesar de que un laboratorio austríaco confirmó que un cadáver encontrado en el basurero de Cocula corresponde a uno de los 43, los padres conservan la esperanza de que estén vivos.
«No queremos dinero, no queremos nada de eso. Queremos que nos ayuden a la búsqueda de nuestros hijos, pero bien, o que nos digan dónde están. Ellos saben«, dijo una de las madres al diario El Universal.
Murillo Karam anunció que a Rodríguez le espera una pena de hasta 140 años de cárcel. En un foro sobre educación superior, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que se hará justicia con los 43, pero pidió a los mexicanos superar esta masacre: «este momento de pena, de tragedia y de dolor no puede dejarnos atrapados, no podemos quedarnos ahí», puntualizó.
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