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EE.UU. ve “positivos” los comentarios de Fidel Castro y admite que hay una “falta de confianza”

Washington, 27 ene (EFE).- El Gobierno de Estados Unidos interpretó hoy como una «señal positiva» la referencia a las normas internacionales incluida en la carta publicada por el expresidente cubano Fidel Castro, y admitió que hay una «falta de confianza» entre varios sectores estadounidenses y Cuba.

La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, reaccionó durante su conferencia de prensa diaria a la carta enviada este lunes por Fidel Castro a los estudiantes de la Universidad de La Habana, en la que se pronunció por primera vez sobre el acuerdo para el restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

«Hemos visto comentarios supuestamente de Fidel Castro que dan la bienvenida» al restablecimiento de relaciones, afirmó Psaki.

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«Tomamos su referencia de las normas y los principios internacionales como una señal positiva, y esperamos que los cubanos los implementen» a lo largo del proceso de normalización, añadió.

En su misiva, Castro dijo que no confía «en la política de EE.UU.» pero tampoco rechaza el proceso de acercamiento, y subraya que éste debe tratarse «de acuerdo a los principios y normas internacionales».

Psaki puntualizó que EE.UU. no ha podido confirmar que esos comentarios incluidos en la carta provengan efectivamente de Fidel Castro y recordó que el proceso de negociación «es con el Gobierno cubano» actual y no con el exmandatario, de 88 años y retirado del poder desde 2006 por una enfermedad.

Respecto a la desconfianza expresada por Castro, Psaki dijo que es «justo decir que hay una falta de confianza (entre ambos países), pero estamos trabajando para construir esa confianza».

«Esto (la normalización de relaciones) no se trata de confianza, se trata de lo que está en el interés del pueblo de Cuba, y en el interés mutuo en términos de seguridad nacional y economía», subrayó la portavoz.

Los comentarios del expresidente cubano sobre la nueva etapa entre Cuba y Estados Unidos se producen tres días después de finalizar la primera ronda de conversaciones oficiales entre ambos países, un diálogo que se celebró en La Habana los días 21 y 22 de enero.

La secretaria de Estado adjunta de EE.UU. para Latinoamérica, Roberta Jacobson, encabezó el equipo negociador norteamericano y se convirtió en el funcionario de más alto nivel que ha visitado la isla caribeña en más de tres décadas.

Psaki recordó hoy que EE.UU. ha invitado a una delegación cubana a visitar Washington «en las próximas semanas» para proseguir los contactos, pero todavía no ha confirmado la fecha exacta de esa nueva ronda.

Washington, 27 ene (EFE).- Estados Unidos no considera que haya un «requisito lógico» para ampliar su cooperación con Cuba en la lucha contra el narcotráfico, dado que la cantidad de drogas que transita por la isla es «minúscula», dijo hoy un alto funcionario estadounidense.

Pese al esfuerzo de normalización de las relaciones diplomáticas que lanzaron en diciembre los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, el Departamento de Estado no prevé por ahora «ningún cambio» en su política de combate al narcotráfico en el Caribe con el fin de integrar a Cuba, afirmó el secretario de Estado adjunto de EE.UU. para Narcóticos y Seguridad Internacional, William Brownfield, en declaraciones a los periodistas.

La razón es que «la cantidad de narcóticos que transita a través de Cuba es minúscula», tanto con destino a Estados Unidos «como a cualquier otro país», aseguró Brownfield.

La lucha contra el narcotráfico fue una de las áreas de posible cooperación identificadas dentro de la primera ronda de conversaciones oficiales entre EE.UU. y Cuba, un diálogo que se celebró en La Habana los días 21 y 22 de enero.

Sin embargo, Brownfield dijo hoy que el Gobierno cubano ha avanzado «eficazmente» en la lucha contra las organizaciones narcotraficantes, que se han mantenido alejadas del país desde la ejecución en 1989 del general de división Arnaldo Ochoa y otros tres militares cubanos de alto rango, acusados de tráfico de drogas.

«No apruebo necesariamente la forma en la que se hizo, pero reconozco que paró en seco el tráfico de drogas. Como consecuencia, no hay un requisito lógico para que tengamos mucha cooperación antidrogas hoy entre EE.UU. y Cuba», indicó Brownfield.

El funcionario sí consideró que puede ser «útil» ampliar los canales de comunicación en la materia para evitar el paso de barcos o aviones sospechosos, pero consideró que eso puede hacerse «a nivel operativo» entre la Guardia Costera de EE.UU. y la cubana, y no con una política formal de ambos Gobiernos.

Respecto al resto de la región caribeña, Brownfield explicó que a medida que se combate el tráfico de drogas en México y Centroamérica, «la lógica es que esas mismas organizaciones de narcotráfico busquen en el futuro rutas alternativas».

En esa búsqueda, «las antiguas redes y rutas del Caribe que eran sus preferidas en las décadas de los 70 y 80 les parecerán más atractivas en los próximos años. Y hay algunas pruebas de que ese proceso ya ha comenzado», afirmó.

«Entre 2011 y 2014, la cantidad de cocaína que calculamos que ha pasado por las rutas del Caribe creció del 4 % del total que entra en EE.UU. al 17 % del total», explicó Brownfield.

«Aunque un 17 % es un porcentaje minúsculo en comparación con el más de 80 % que aún creemos que pasa por Centroamérica y México, es un aumento de más del 400 % en un periodo de solo tres años», agregó.

Según el funcionario, ese problema «empeorará» en los próximos años y «demanda una mayor coordinación entre los Gobiernos y estados de la región caribeña y otros en la comunidad internacional».

Aún así, Brownfield recordó que el consumo de cocaína en EE.UU. ha caído «alrededor del 50 %» en los últimos años, por lo que el daño que pueden hacer las organizaciones narcotraficantes es hoy menor que en las décadas de los 70 y 80, en lo relativo a esa sustancia.

En cambio, en los últimos cinco años «se ha acelerado drásticamente el consumo de heroína» en EEUU, y esa droga, «en cierto modo más peligrosa que la cocaína», se produce en su mayoría en México, por lo que «no pasa por la ruta del Caribe», explicó.

Toronto (Canadá), 27 ene (EFE).- El inicio de las negociaciones entre Cuba y Estados Unidos para normalizar su relación está permitiendo que inversores extranjeros contemplen invertir en la isla caribeña según afirmó hoy el economista cubano Juan Triana.

Triana, profesor del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana (Cuba), también señaló que las empresas que actualmente están presentes en Cuba no debería estar preocupadas de la posible entrada futura de corporaciones estadounidenses en la economía de la isla.

Triana realizó estas declaraciones tras participar hoy en Toronto (Canadá) en un evento organizado por el Consejo Canadiense para las Américas (CCA) sobre la economía cubana y el papel de Canadá y Estados Unidos.

En el evento también participó el autor Peter Kornbluh, analista del Archivo de Seguridad Nacional de Estados Unidos y autor del libro «Back Channel to Cuba: The Hidden History of Negotiations Between Washington and Havana» sobre la historia de los fallidos intentos de normalización entre los dos países.

Kornbluh declaró a Efe que el presidente estadounidense, Barack Obama, ha imbuido un sentido de gran urgencia a las negociaciones con La Habana para evitar que su sucesor pueda echar marcha atrás a la normalización.

«Claramente estas negociaciones están siendo aceleradas», dijo Kornbluh.

«Estamos en un carrera para mejorar las relaciones como demuestra el envío de Roberta Jacobson, el apoyo a la idea de que el gobernador Mario Cuomo acuda a Cuba, tantear la posibilidad de que el secretario (John) Kerry vaya a La Habana a inaugurar la nueva embajada, y la reunión el próximo abril entre Obama y Raúl Castro en Panamá para la Cumbre de las Américas», continuó.

«A partir de esta semana, a Barack Obama le quedan dos años en la presidencia y quiere maximizar la iniciativa que ha tomado en asuntos exteriores, consolidarla para que no pueda ser revertida por quien quiera que sea el próximo presidente de los Estados Unidos», añadió.

Por su parte, Triana dijo a Efe que aunque lo acordado hasta el momento entre La Habana y Washington no ha eliminado el bloqueo económico por lo que las empresas estadounidenses todavía no pueden invertir en Cuba, el anuncio del pasado 17 de diciembre está teniendo ya profundas repercusiones económicas para la isla.

«Desde el 17-D, sin lugar a dudas, la imagen de Cuba ha cambiado. Hoy, muchas empresas importantes están mirando a Cuba. Cuando Cuba consiga por ejemplo que Estados Unidos le quite de la lista de países terroristas, el país cambia. Eso nos ha costado muchísimo a nosotros», afirmó.

Posteriormente Triana añadió que no ve «un gran impacto inmediato» por parte de dinero estadounidense llegando a Cuba.

«Sí tenemos la posibilidad de atraer mucha inversión de otros países. Y con estos cambios del 17-D, los inversionistas empiezan a mirar a Cuba de otra manera», explicó.

Kornbluh también dijo a Efe que uno de los posibles obstáculos futuros en las negociaciones entre Estados Unidos y Cuba sea la «burocracia» estadounidense y vinculó la dimisión del director de la agencia USAID, Rajiv Shah, con el anuncio del inicio de la normalización entre Washington y La Habana.

«Hay gente en la burocracia que tiene un interés personal en socavar cualquier cambio de la política hacia Cuba. Todas estas personas que están creando todos estos programas de cambio de régimen y democracia, es una red masiva de personas que se alimentan de estos programas y cuya fuente de ingresos dependen de estos programas. Son los que más resisten», explicó.

«Hay que destacar que el director de USAID dimitió un día antes del anuncio de Obama. Nadie sabe si dimitió porque está claro que todos estos programas de cambio de régimen tienen los días contados Pero muy poca gente ha prestado atención a que esto sucedió», concluyó.

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