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Diez militares de Mali muertos en un ataque yihadista junto a la frontera mauritana

Bamako, 5 ene (EFE).- Diez militares malienses murieron y al menos otros cuatro resultaron heridos en un ataque perpetrado por yihadistas la pasada madrugada contra un cuartel en Nampala, pequeña localidad del norte de Mali junto a la frontera con Mauritania, informaron a Efe fuentes militares locales.

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El Gobierno de Bamako emitió un comunicado en el que reconoce que «elementos no identificados atacaron duramente el cuartel de las Fuerzas Armadas de Nampala», a 530 kilómetros al norte de Bamako, causando «pérdida de vidas humanas en ambas partes», sin precisar cuántas fueron las víctimas.

Ese comunicado subraya que los atacantes «han sido rechazados y la localidad de Nampala está ya en poder del ejército», aunque otras fuentes ponen en duda este extremo y sostienen que los yihadistas siguen siendo dueños del cuartel.

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Los yihadistas, que dicen pertenecer a Al Qaeda y a Monoteísmo y Yihad en África del Oeste (MYAO), aparecieron por sorpresa poco antes del alba con sus vehículos, ondeando la bandera negra salafista y gritando «Allahu Akbar» (Dios es grande).

Algunos de los militares muertos en el asalto permanecieron varias horas en las calles de Nampala «degollados como corderos», según dijo a Efe un maestro de la localidad, testigo de los hechos.

Los militares pidieron refuerzo a otros cuarteles de la región, concretamente de Ségou y Nara, para expulsar a los yihadistas, que parecen haberse aprovechado de la laxitud en los controles y los numerosos desplazamientos con ocasión de la fiesta religiosa del Mawlid (nacimiento del profeta Mahoma).

El Gobierno de Mali no ha reconocido la autoría yihadista del ataque, pero ha convocado de urgencia una reunión de la plana mayor militar y de espionaje para hacer frente a este incidente, uno de los más graves de los últimos tiempos por lo que significa de resurgimiento del yihadismo en la zona.

Otras fuentes locales han asegurado además que hay temores de que la localidad vecina de Diabaly, no lejos de Nampala, sea el próximo blanco de los yihadistas y los militares del lugar se encuentran en estado de alerta.

En las operaciones de rastreo del ejército, las fuentes locales han señalado que todos los habitantes de «piel clara» (tuaregs o árabes) son considerados sospechosos y registrados, lo que puede exacerbar todavía más la tensión en una zona tradicionalmente enfrentada al Gobierno central de Bamako.

Ayer domingo, y en un lugar muy alejado de Nampala, tuvo lugar otro incidente atribuido a «terroristas» (se ignora si yihadistas o separatistas tuaregs), cuando un vehículo de la fuerza de estabilización de la ONU (Minusma) pisó una bomba-trampa y ocho de sus integrantes quedaron heridos, tres de ellos graves.

La explosión tuvo lugar en la mañana de ayer en las cercanías de la localidad de la ciudad de Ansongo, situada a cien kilómetros al sur de Gao, en el sureste maliense, cerca de la frontera con Burkina Faso.

La Minusma tiene a unos 9.300 efectivos desplegados en el norte y el este de Mali, en la llamada Franja del Azawad, donde grupos yihadistas aislados, además de movimientos tuareg rebeldes, atacan con frecuencia al ejército maliense, a la misión de la ONU o a grupos rivales.

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