Pekín, 14 dic (EFE).- El último y pequeño campamento de protestas callejeras de Hong Kong en favor de la democracia, situado en Causeway Bay, será desmantelado mañana y las autoridades van a movilizar cientos de agentes para la operación.
El campamento, que apenas tiene unas pocas decenas de tiendas de campaña, está situado en un área fuertemente comercial y de gran densidad de población.
Tras el desmantelamiento esta semana del principal y más simbólico campamento de protesta, el del distrito financiero de Admiralty, las autoridades ya advirtieron que despejarían la zona de Causeway Bay en pocos días, por lo que los escasos residentes permanentes del último reducto han estado retirando ya sus enseres personales.
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Un portavoz policial, Steve Hui, hizo el anuncio el sábado en una declaración en la que recalcó que la ocupación «es ilegal» y causa «serias» complicaciones a la circulación.
«La policía debe despejar la zona para que se reanude la vida normal», añadió Hui, quien advirtió de que quienes no abandonen la zona de forma voluntaria serán arrestados, si bien la policía «no usará la fuerza» contra los que dejen el lugar.
Un total de 209 personas fueron detenidas por resistirse de forma pacífica a dejar la zona de Admiralty el pasado jueves, aunque todos ellos fueron puestos en libertad durante esa misma noche.
Para la operación de mañana la policía ha movilizado a varios cientos de agentes, según informa hoy el diario independiente hongkonés «South China Morning Post».
La clausura del campamento de Causeway Bay pondrá el broche final a dos meses y medio de protestas a favor de unas elecciones totalmente libres en Hong Kong en 2017, aunque toda la ciudad dio por descontado el desenlace tras el desmantelamiento del principal foco de protesta en Admiralty.