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La corte de Bruselas pide ayuda al Constitucional en el caso de la hija ilegítima de Alberto II

Bruselas, 28 nov (EFE).- El tribunal de primera instancia de Bruselas que juzga el caso de la demanda de paternidad de Délphine Boël al rey Alberto II ha pedido la asistencia del Constitucional de Bélgica para decidir al respecto, por lo que la decisión final se retrasará aún varios meses.

La corte civil bruselense ha pedido al Tribunal Constitucional de Bélgica que se pronuncie sobre varias cuestiones prejudiciales, una de ellas referida a que la legislación del país exige que para que el rey Alberto pueda ser reconocido como padre de la mujer, antes se tiene que anular la paternidad de quien le dio su apellido, informó hoy la cadena de televisión belga RTL-TVI.

En septiembre pasado comenzó el juicio en el que la supuesta hija ilegítima del rey Alberto quiere demostrar su parentesco con el anterior jefe del Estado, quien abdicó del trono en julio de 2013.

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Ese año Boël inició el proceso para poner en duda que Jacques Boël, su padre legal, fuera en realidad su padre biológico, y para que Alberto II reconociera su paternidad.

De ese modo instó al monarca, que ya no goza de inmunidad real tras su abdicación, a someterse a un test de ADN.

Boël ha explicado que entabló este procedimiento porque se siente discriminada en tanto que presunta hija de Alberto II.

Posteriormente Jacques Boël anunció tras someterse a una prueba genética, que efectivamente no es el padre biológico de Delphine, por lo que contestó esa situación y un tribunal la desestimó por que el plazo legal para ello había prescrito.

Según la legislación belga, Delphine Boël tenía que haber primero contestado la paternidad de Jacques Boël y una vez resuelto ese aspecto, iniciar el procedimiento que afecta al padre del actual rey de Bélgica.

El tribunal de Bruselas, que hoy celebró una audiencia del caso, también tiene algunas dudas respecto a la demanda de Delphine contra Jacques Boel, ya que considera que hay una filiación confirmada puesto que ella continúa llevando su apellido, fue educada y creció con él, y en sociedad se comportan como padre e hija, señaló el mismo medio.

La ley belga también indica que las demandas sobre las filiaciones confirmadas se hagan antes de los 22 años del demandante o como máximo el mismo año en que la persona conoció quien era su verdadero padre.

Ante esas dudas, el tribunal bruselense ha pedido que el Constitucional se pronuncie sobre si la demanda de Boël es contraria o no a varios artículos de la Carta Magna belga sobre el derecho a la vida privada y familiar.

Alberto II nunca ha reconocido la paternidad de Boël, nacida en 1968 y supuestamente de una relación del rey con la baronesa Sybille Selys de Longchamps.

Su existencia salió a la luz en 1999 como consecuencia de la publicación de una biografía no autorizada de la reina Paola.

Selys de Longchamps ha apoyado las demandas de su hija y ha detallado la relación que asegura mantuvo durante años con el rey Alberto, que por su parte estuvo a punto de divorciarse de su esposa en dos ocasiones, en 1969 y 1976.

Los reyes Alberto y Paola de Bélgica, que conservan ese título después de la abdicación, son padres del actual rey de los belgas, Felipe, de 54 años, así como de los príncipes Astrid, de 52, y Lorenzo, de 50.

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