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Fuerzas israelíes matan a un palestino sospechoso del ataque a un radical judío

Jerusalén, 30 oct (EFE).- La Policía israelí mató hoy a tiros a un palestino al que perseguía por su supuesta implicación en el intento de asesinato del rabino Yehuda Glick, destacado activista ultranacionalista herido de gravedad anoche por los disparos de un hombre que luego huyó en una motocicleta en Jerusalén Oeste.

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«Anoche se inició una operación policial en busca del sospechoso en varios barrios de la ciudad. En el de Abu Tor rodeamos una vivienda donde sospechábamos se encontraba el individuo, que disparó desde el inmueble y nuestras fuerzas le dispararon y mataron», explicó a Efe el portavoz de la Policía israelí, Miki Rosenfeld.

Añadió que un importante número de efectivos de seguridad han sido desplegados en distintos puntos de la ciudad, con especial énfasis en la ciudadela antigua de Jerusalén, donde se ha prohibido la visita a la Explanada de las Mezquitas, tanto para judíos como para musulmanes o turistas.

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El sospechoso muerto fue identificado por fuentes palestinas como Mutanaz Hijazi, de 32 años, y, según la radio pública israelí, había cumplido diez años de prisión por delitos relacionados con la seguridad.

De momento, ninguna organización armada ha asumido la autoría del intento de asesinato del rabino, un conocido dirigente del ala ultranacionalista que aboga por levantar un Tercer Templo en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén.

Glick, de nacionalidad estadounidense, recibió tres tiros a la salida del centro Menachen Begin tras dar una conferencia sobre el Monte del Templo, donde los judíos creen que estuvo el santuario destruido hace 2.000 años por el emperador Tito y donde ahora se levanta la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar más sagrado del islam.

Según pudo comprobar Efe, anoche, sobre las 22.30 horas local (20.30 GMT) llegaron a la zona varias ambulancias y coches de Policía, que acordonaron el recinto e iniciaron las pertinentes pesquisas para dilucidar si se trata de un crimen político.

Testigos citados por la página web «Walla» explicaron, por su parte, que un hombre se acercó a Glick al término de la conferencia, le pidió que se identificara y le descerrajó tres tiros a escasa distancia.

El rabino, cuya conferencia se titulaba «Israel regresa al monte del Templo», es un habitual del Muro de las Lamentaciones y dirige la organización ultraderechista y mesiánica «Creyentes del Monte del Templo», que pretende reconstruir el citado santuario en el lugar en el que ahora se alza la mezquita de Al Aqsa y el Domo de la Roca, una de los edificios emblemáticos del arte islámico.

La víctima, de 50 años, fue trasladada al centro médico Shaare Zadek, de Jerusalén, donde ingresó grave.

Medios locales informaron de que se debate entre la vida y la muerte.

Glick es uno de los activistas más radicales en favor del cambio de estatus quo en la explanada de las Mezquitas, y suele organizar las polémicas visitas de judíos a este lugar sagrado.

El suceso ha elevado al máximo la tensión en Jerusalén, bajo estado de máxima alerta policial, y con la explanada de la Mezquitas, tercer lugar más sagrado del Islam.

La tensión ya era palpable desde que a principios de julio tres ultranacionalistas judíos mataron a un adolescente palestinos en la zona Este en venganza por el asesinato, a manos de exconvictos islamistas, de tres estudiantes israelíes cerca de la colonia de Gush Etzion.

Desde entonces, los barrios árabes son escenario casi diario de enfrentamientos entre la policía israelí, grupos de jóvenes palestinos y colonos judios.

Esa tensión se disparó la a semana pasada, después de que dos personas -entre ellas un bebé de tres meses- perdieran la vida a manos de conductor kamikaze palestinos que arrolló a los pasajeros en un anden del tranvía de Jerusalén.

Y se redobló el lunes, una vez que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunciase nuevas construcciones en los barrios del Este, que los palestinos reclaman como su capital.

Jerusalén, 30 oct (EFE).- El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusó hoy a la comunidad internacional de hipocresía sobre Jerusalén y le exigió que actúe contra quienes, en su opinión, incitan y tratan de cambiar el status quo de la explanada de las Mezquitas.

En declaraciones al término de una reunión especial de seguridad sobre el intento de asesinato anoche del rabino Yehuda Glick, uno de los ultraderechistas judíos que luchan por cambiar el citado estatus, Netanyahu subrayó que la principal misión ahora es amainar la creciente tensión.

«Hace unos días, ya dije que hacemos frente a una ola de provocación por parte de elementos radicales islámicos y por parte del presidente de la Autoridad nacional Palestina (Mahmud Abas), que dijo que se debe impedir por todos los medios a los judíos entrar en el Monte del Templo», afirmó.

«Aún no es escuchado una palabra de condena de la comunidad de naciones por esas declaraciones inflamatorias. La comunidad internacional tiene que poner fin a su hipocresía y a actuar contra aquellos que provocan, contra aquellos que tratan de cambiar el estatus quo», agregó.

Al hilo de este argumento, Netanyahu aseguró que ha ordenado un nuevo refuerzo de la seguridad en la ciudad santa para «restablecer la seguridad y mantener el estatus quo».

La Explanada de las Mezquitas es el tercer lugar sagrado del islam, tras La Meca y Medina, gestionado por administradores musulmanes desde el siglo VII y colocado bajo supervisión del Gobierno de Jordania desde la firma del tratado de paz en 1994.

Glick, uno de los líderes ultraderechistas más activos en la campaña de lobby para cambiar el estatus y abrir la explanada al rezo judío, fue tiroteado anoche por un presunto pistolero palestino a la salida del centro Menachen Begin, en Jerusalén oeste.

Presidente de la organización «Fieles del Monte del Templo», recibió tres balazos a bocajarro y fue ingresado de inmediato en un centro médico de la ciudad santa, donde aún lucha por su vida.

Su supuesto agresor, identificado como un exconvicto palestino que trabajaba en el mismo centro, resultó muerto esta mañana por los disparos de la Policía en el vecino barrio de Abu Tor cuando al parecer se resistió a la detención.

«Esta batalla quizá sea larga, y en esta, como en otras batallas, lo primero que tenemos que hacer es reducir las llamas. Ninguna parte debe tomarse la justicia por su mano. debemos ser cautelosos y actuar con determinación y responsabilidad, y eso haremos», concluyó Netanyahu.

Esta mañana, y por primera vez en 40 años, Israel, que controla sus accesos, cerró el paso a todos los musulmanes que suelen rezar en este lugar en el que El Corán sitúa el inicio del viaje místico de Mahoma al cielo.

También, e igualmente por vez primera desde la polémica visita del ex primer ministro israelí Ariel Sharon en 2001 -preludio de la segunda Intifada- se cerró el acceso a los turistas a este lugar en el que el judaísmo sitúa el segundo Templo, destruido por el emperador romano Tito hace 2.000 años.

Israel no permitía ya, desde hace meses, la subida a este lugar a los musulmanes menores de 50 años, decisión -entre otras- que alimentó la llama del enfrentamiento que arde en los barrios árabes de la ciudad santa desde principios del verano.

El Gobierno israelí considera Jerusalén su capital indivisible desde que tomara la parte Este en la guerra de 1967, anexión que no reconoce la comunidad internacional.

En su columna de hoy, el reputado analista Narhum Barnea, uno de los principales líderes de opinión del diario conservador «Yediot Aharonot», advertía del peligro que supone que el conflicto político devenga en otro de índole religioso.

Jerusalén, 30 oct (EFE).- El presidente israelí, Reuven Rivlin, cerró filas hoy entorno a la defensa de Jerusalén como capital unificada del Estado de Israel y advirtió que el país protegerá por todos los medios su seguridad tras el intento de asesinato anoche del rabino Yehuda Glick, activista ultranacionalista.

«Jerusalén es la capital del Estado de Israel y no podemos soportar el terrorismo que tiene lugar en ella», declaró Rivlin en una reunión con diputados del Parlamento Europeo, entre los que se encontraba Juan Fernando López Aguilar, presidente de la delegación socialista española en la cámara.

Rivlin felicitó a las fuerzas de seguridad por el «trabajo rápido y preciso» que desarrollaron esta mañana cuando mataron a tiros a Mutanaz Hijazi, de 32 años, perseguido por su supuesta implicación en el intento de asesinato de Glick.

«Se debe seguir trabajando sin descanso y si es necesario, con puño de hierro», contra quienes atenten contra la seguridad en esta ciudad, condenó el presidente israelí.

Glick, de nacionalidad estadounidense, recibió tres tiros a la salida del centro Menachen Begin tras dar una conferencia sobre el Monte del Templo, donde los judíos creen que estuvo el santuario destruido hace 2.000 años por el emperador Tito y donde ahora se levanta la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar más sagrado del islam.

Según la Policía israelí, tras los hechos comenzó una operación que les llevó al barrio de Abu Tor, donde el sospechoso -un ex convicto que al parecer trabajaba en el restaurante del centro- inició un tiroteo en el que finalmente murió.

Mientras tanto, efectivos de seguridad han sido desplegados en distintos puntos de la ciudad, con especial énfasis en la ciudadela antigua de Jerusalén, donde se ha prohibido la visita a la Explanada de las Mezquitas, tanto para judíos como para musulmanes o turistas por primera vez en décadas.

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