«Nunca vas a poner tus manos en mi dinero». Esto le dijo George «Scott» Sanson a su nueva esposa, Kelly Ecker, antes de matarla a tiros luego de la recepción de su boda. Ecker solo pidió ayuda al 911. Llamó tres veces y en la última llamada se pudo oír cómo su esposo le disparaba.
Sanson era un anestesiólogo que trabajaba en el Hospital de Indiana. Allí conoció a Ecker, quien trabajaba como enfermera. Luego de que se casaron e hicieron una recepción para celebrar la boda, comenzaron a discutir sobre el acuerdo pre-nupcial. Al ver la pelea, los pocos invitados que quedaban se fueron.
Influenciado por el alcohol, Samson se volvió loco y tres minutos después de que partió el último invitado, Ecker hizo la primera llamada al 911 diciendo que su marido iba a matarla. La llamada terminó abruptamente, tal y como la segunda que realizó, informó el periódico británico Daily Mail. En la tercera se pueden oír gritos y una andanada de disparos, antes de cortarse la llamada.
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Al llegar los policías, estos descubrieron el cuerpo de la enfermera, baleado en la cabeza y el cuello. Asimismo, en el sótano el cuerpo de su marido, que se suicidó con una pistola Calibre 45. Estos afirmaron que Sanson disparó a la mujer varias veces y que tenía licencia para portar y comerciar armas.
El hijo de la mujer fue el único sobreviviente de la tragedia. Este estaba en su habitación. Allí hallaron el cadáver de su madre, informó el Daily Mail.