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El nuevo jefe del Ejército de Tailandia promete no dar un golpe de Estado

Bangkok, 1 oct (EFE).- El nuevo jefe del Ejército de Tailandia, Udomdej Sitabutr, prometió durante la jura de su cargo no realizar un golpe de Estado contra la Administración del actual primer ministro, Prayuth Chan-ocha, uno de los precursores de la asonada del pasado 22 de mayo, informan hoy medios locales

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«No habrá (un golpe), ya sea ahora o en el futuro. Hay un común entendimiento y todo el mundo se está moviendo en la misma dirección», declaró Udomdej este martes en Bangkok durante la ceremonia de juramento, según informa el diario «The Nation».

El nuevo líder del cuerpo castrense, quien asume el cargo hoy, indicó que la institución servirá para mantener la paz y el orden, defender la Monarquía y tratar de poner fin al conflicto interno en el sur del país.

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«Estoy preparado para continuar la tarea y hacer frente a las amenazas», apuntó Udomdej, sucesor de actual primer ministro y general golpista, Prayuth Chan-ocha, quien al alcanzar los 60 años se tuvo que retirar por obligatoriedad.

Udomdej pertenece a los llamados «Tigres del Este», una facción monárquica del Ejército formada por militares procedentes de una unidad de élite conocida como la «Guardia de la Reina».

A este mismo grupo también pertenecen Prayuth y otros dos antecesores suyos en la jefatura del Ejército, los generales retirados Anupong Paochinda y Prawit Wongsuwan, ambos miembros de la junta militar y actuales ministros del Interior y de Defensa, respectivamente.

Tras meses de protestas entre finales de 2013 y principios de este año contra el gobierno de la primera ministra, Yingluck Shinawatra, Prayuth declaró la ley marcial, que sigue vigente, y lideró un golpe que fue seguido por la imposición de la censura y la detención de centenares de opositores y críticos.

Desde entonces, la junta militar ha redactado una constitución interina en la que se otorga todo el poder para crear una «democracia genuina» con una reforma política del país, además de conceder la amnistía a todos sus miembros.

También ha formado un gobierno copado por miembros de la propia junta y un nuevo Parlamento integrado por militares y burócratas elegidos a dedo, mientras prepara la creación de un consejo que se dedicará a proponer las reformas políticas.

Los militares tailandeses han protagonizado 19 intentonas golpistas, de las que consumaron 12 con éxito, desde el fin de la monarquía absoluta en 1932.

Bangkok, 30 sep (EFE).- El jefe de la Junta Militar y primer ministro de Tailandia, el general Prayuth Chan-ocha, traspasó hoy la jefatura del Ejército después cumplir los 60 años, la edad obligatoria de jubilación.

Prayuth, que tomó el poder en un golpe de Estado el pasado 22 de mayo, cedió el cargo al general Udomdej Sitabutr, en una ceremonia celebrada en el cuartel general del Ejército en Bangkok.

No obstante, Prayuth se queda como jefe de la Junta Militar y como primer ministro.

Por su parte, el nuevo jefe del Ejército dijo que defenderá a la monarquía y no tolerará ninguna ofensa contra ella, y que protegerá al gobierno y al Consejo Nacional para la Paz y el Orden, nombre oficial de la junta, ambos encabezados por Prayuth.

«Estoy preparado para hacer que el Ejército mantenga el orden y confirmo que no habrá ningún otro golpe porque lo tengo bajo mi completo control. El Ejército está al lado del gobierno y del Consejo», dijo Udomdej, según el diario «Bangkok Post».

Udomdej pertenece a los llamados «Tigres del Este», una facción monárquica del Ejército formada por militares procedentes de una unidad de élite conocida como la «Guardia de la Reina».

A este mismo grupo también pertenecen Prayuth y otros dos antecesores suyos en la jefatura del Ejército, los generales retirados Anupong Paochinda y Prawit Wongsuwan, ambos miembros de la junta militar y actuales ministros del Interior y de Defensa, respectivamente.

Prayuth asumió la jefatura del Ejército en 2010, poco después de formar parte de la dirección del operativo militar que aplastó las protestas antigubernamentales de los llamados «camisas rojas», en la que murieron unas 90 personas, la mayoría manifestantes.

Tras meses de protestas contra el gobierno de la primera ministra, Yingluck Shinawatra, Prayuth declaró la ley marcial que sigue vigente, y lideró un golpe que fue seguido por la imposición de la censura y la detención a centenares de opositores y críticos.

Desde la asonada, la junta ha redactado una Constitución interina en la que se otorga todo el poder para crear una «democracia genuina» con una reforma política del país, además de conceder la amnistía a todos sus miembros.

También ha formado un gobierno copado por miembros de la propia junta y un nuevo Parlamento integrado por militares y burócratas elegidos a dedo, mientras prepara la creación de un consejo que se dedicará a proponer las reformas políticas.

Tailandia padece una grave crisis política desde el anterior golpe de estado en 2006 contra Thaksin Shinawatra, quien vive en el exilio para evitar una condena de dos años de cárcel por corrupción.

Thaksin y sus aliados han ganado todas las elecciones desde 2001, pero cuentan con la oposición del círculo monárquico que controla la burocracia el Estado y las fuerzas armadas.

Los militares tailandeses han protagonizado 19 intentonas golpistas, de las que consumaron 12 con éxito, desde el fin de la monarquía absoluta en 1932.

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