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Afganistán firma el acuerdo que garantiza la presencia militar estadounidense

Nueva Delhi, 30 sep (EFE).- Un día después de la jura del nuevo presidente afgano, Afganistán y Estados Unidos firmaron el Acuerdo Bilateral de Seguridad (BSA, en inglés) que permite la presencia militar estadounidense en el país asiático después de 2014.

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El inminente fin de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) en diciembre también supuso la rúbrica hoy de un acuerdo entre la Alianza Atlántica y el Gobierno para que las tropas internacionales «entrenen, asesoren y asistan» a las fuerzas afganas.

El recién nombrado consejero de seguridad del nuevo presidente afgano, Hanif Atmar, fue el encargado de suscribir los nuevos acuerdos con el embajador de EEUU en Afganistán, James B. Cunningham, y el embajador de la OTAN en Kabul, Maurits R. Jochems.

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Al acto, que fue celebrado en el Palacio Presidencial y retransmitido en directo por las televisiones locales, también acudieron el nuevo mandatario afgano, Ashraf Gani, y el jefe del Ejecutivo del Gobierno de unidad nacional, Abdulá Abdulá.

Gani pronunció un discurso tras la rúbrica de los acuerdos en el que agradeció al anterior mandatario, Hamid Karzai, haber establecido todos los detalles de los tratados y afirmó que la Loya Jirga, o asamblea tradicional afgana, «aprobó» los dos pactos.

«Aseguro a la nación que estos acuerdos se basan en nuestro interés nacional», sentenció el nuevo presidente afgano, que matizó que, si es necesario, los tratados se podrían modificar con el respaldo de la otra parte firmante.

Los acuerdos prevén la presencia en el país de 9.800 soldados de EEUU hasta finales de 2015, que se reducirán progresivamente hasta el mínimo necesario para operaciones de seguridad y labores diplomáticas a la conclusión de 2016.

Estados Unidos indicó que la misión de estas tropas es el entrenamiento de las fuerzas afganas y apoyo en operaciones antiterroristas contra el remanente de Al Qaeda.

Países como Alemania e Italia contarán con efectivos en suelo afgano junto a los estadounidenses, con lo que a principios del próximo año habrá en Afganistán unos 12.500 soldados extranjeros.

«La firma del BSA muestra que la relación política y militar entre Estados Unidos y Afganistán permanecerá fuerte tanto ahora como en el futuro (…). Además nos da confianza para continuar proporcionando seguridad y ayuda para el desarrollo», señaló la embajada de EEUU en Kabul a través de un comunicado.

En la actualidad, 48 países participan en la misión de la ISAF con 41.124 soldados, de los cuales unos 28.970 son de EEUU, según los últimos datos de la OTAN.

En junio del pasado año, los miembros de la ISAF cedieron definitivamente el liderazgo en el teatro de operaciones bélicas a las Fuerzas Armadas afganas, a las que se les provee apoyo y entrenamiento.

El secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, subrayó en una nota que la firma del acuerdo «significa que la nueva misión de la OTAN, llamada Apoyo Decidido, puede empezar el primero de enero de 2015 tal como se había planeado».

El conflicto de Afganistán se halla en uno de sus momentos más sangrientos desde la invasión de Estados Unidos, que propició la caída del régimen talibán en 2001.

La violencia es especialmente cruenta con la población civil: en los seis primeros meses de este año perdieron la vida 1.564 civiles, un 17 % más que en la primera mitad de 2013, mientras que los heridos aumentaron a 3.289, un 28 % más.

Sin embargo, la llegada del nuevo Gobierno no parece que vaya a suponer el descenso de las acciones bélicas en el país asiático, pues los talibanes han asegurado que no negociarán con la nueva administración, ya que es «esclava» de EEUU y «siempre protegerá los intereses» del país norteamericano.

Bruselas, 30 sep (EFE).- El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, se congratuló por la firma hoy entre Estados Unidos y Afganistán del Acuerdo Bilateral de Seguridad, (BSA, por su siglas en inglés) que permite la presencia militar estadounidense en suelo afgano tras la retirada de la OTAN a finales de 2014.

«Doy la bienvenida a la firma del acuerdo BSA entre EE. UU. y Afganistán, así como del acuerdo sobre el estatus de las fuerzas de la OTAN y Afganistán», señaló Rasmussen en un comunicado en su último día al frente del organismo de defensa aliado, pues a partir de mañana asume el cargo el noruego Jens Stoltenberg durante los próximos cinco años.

Agregó que «la conclusión de ambos acuerdos abre un nuevo capítulo a la cooperación entre la OTAN, nuestro socios y las fuerzas nacionales de seguridad afganas».

El embajador de EE. UU. en Afganistán, James Cunningham, y el recién nombrado consejero de seguridad afgano, Hanif Atmar, firmaron en Kabul ese acuerdo que permite la presencia militar estadounidense en suelo afgano tras la retirada de la Alianza a finales de 2014.

La firma del acuerdo militar llega un día después de la toma de posesión del nuevo mandatario de Afganistán, Ashraf Gani, quien ya anunció que si ganaba las elecciones rubricaría el pacto con Estados Unidos.

El secretario general aliado señaló también que al completarse a fines de año la misión de combate ISAF, «el acuerdo sobre el estatus de las fuerzas de la OTAN proporciona la base legal para nuestra nueva misión de entrenamiento, asesoría y asistencia de las fuerzas de seguridad afganas».

Subrayó que la firma del acuerdo «significa que la nueva misión de la OTAN, llamada Apoyo Decidido (Resolute Support), puede empezar el primero de enero de 2015 tal como se había planeado».

Asimismo reafirmó el compromiso aliado para asistir a las fuerzas de seguridad afganas hasta 2017, así como para ayudar al país a reforzar sus instituciones y a desarrollar la cooperación práctica y política con ese país.

Rasmussen felicitó igualmente al presidente Gani y al jefe de su Ejecutivo, Abdulá Abdulá, en la reciente asunción de sus respectivos cargos, al tiempo que señaló que ello ocurre «en un momento clave para Afganistán. Seguiremos apoyando a los afganos en favor de un país seguro, estable y próspero».

Los acuerdos, que el expresidente afgano Hamid Karzai se negó a firmar, prevén la presencia de 9.800 soldados de EE. UU. en Afganistán hasta finales de 2015, que se reducirán progresivamente hasta el mínimo necesario para operaciones de seguridad y labores diplomáticas a la conclusión de 2016.

La misión de esas tropas será de entrenamiento de las fuerzas afganas y de apoyo en operaciones antiterroristas contra el remanente de Al Qaeda.

En la actualidad, 48 países participan en la misión de la ISAF con 41.124 soldados, de los cuales unos 28.970 son de EE. UU., según los últimos datos de la OTAN.

En junio de 2013, los miembros de la ISAF cedieron definitivamente el liderazgo en el teatro de operaciones bélicas a las fuerzas armadas afganas, a las que se les provee apoyo y entrenamiento.

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