Naciones Unidas, 31 jul (EFE).- La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) está en contacto con el Gobierno israelí tras el ataque a una de sus escuelas en el norte de Gaza y espera que haga una investigación «transparente» de lo ocurrido.
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Así lo aseguró hoy el comisionado general de UNRWA, Pierre Krähenbühl, en una intervención a través de videoconferencia ante los quince miembros del Consejo de Seguridad en la que expresó su preocupación por el drama humanitario en la franja.
La escuela-albergue del campo de refugiados de Yabalia, en el norte de la franja, fue atacada este miércoles por «artillería israelí» en lo que la ONU considera una violación del derecho internacional humanitario.
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Según el jefe de la UNRWA, desde que estalló el conflicto el 8 de julio, casi una cuarta parte de la población de la franja, unas 440.000 personas, se han visto obligadas a abandonar sus hogares, de los que más de 240.000 buscan refugio en centros de la ONU.
«Hablando con muchas personas he escuchado lo mismo una y otra vez: si no estamos seguros en escuelas de UNRWA, no lo estamos en ningún sitio en Gaza», explicó el jefe de la agencia ante los quince miembros del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas.
Krähenbühl explicó que ha podido constatar de primera mano «el catastrófico coste humano de esta guerra» en su visita al principal hospital de Gaza, así como las precarias condiciones en las que se encuentran los refugiados.
«Hacemos todo lo posible para ayudar a los desplazados, les damos comida, mantas y colchones, pero hemos entrado en la cuarta semana de desplazamientos masivos y nuestros centros no están preparados», reconoció.
El responsable de UNRWA advirtió de que las condiciones en los centros son «cada vez más graves», y enumeró algunas de las mayores necesidades, como agua potable y letrinas, que están dando paso ya a las primeras enfermedades.
«Ya están apareciendo los primeros brotes de enfermedades, y hay miles de mujeres embarazadas en nuestros centros, con partos precarios y recién nacidos refugiados en unas condiciones precarias», añadió.
Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU también tuvieron oportunidad de escuchar a la coordinadora de la Oficina para Asuntos Humanitarios (OCHA), Valerie Amos, quien hizo a un repaso a la situación en la zona.
«Es necesario que pare la violencia y que se afronten las causas de raíz de este conflicto. La gente de Gaza quiere vivir segura y con dignidad y los habitantes en Israel quieren lo mismo. Espero que la comunidad internacional les ayude a conseguirlo», aseguró.
Desde que estalló pasado 8 de julio, el conflicto ha causado la muerte de más de 1.300 palestinos, en su mayoría civiles, incluidos 251 menores de edad, y unos 6.000 heridos, así como 56 soldados israelíes y tres civiles.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, declaró hoy la franja de Gaza «área de desastre humanitario» y urgió a la comunidad internacional a protegerla y a proveerle asistencia.
Mientras, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyau, insistió hoy en que su Gobierno no pondrá fin a la ofensiva en Gaza hasta que «complete su misión» con la destrucción de los túneles que cruzan de la Franja a Israel.