Naciones Unidas, 29 jun (EFE).- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió hoy de la gravedad de la crisis que vive Irak, donde más de un millón de personas han abandonado ya sus hogares por la violencia, y llamó a todas la partes a proteger a los civiles.
«El secretario general llama a todas las partes del conflicto a asegurar que la persecución de civiles por su religión u origen étnico se detenga inmediatamente», señaló Ban a través de un comunicado difundido por la oficina de su portavoz.
La ONU recordó que todas «tienen la obligación legal y responsabilidad moral de hacer todo lo posible para evitar y prevenir la violencia contra los civiles y asegurar que se responde a sus necesidades humanitarias».
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Ban expresó su preocupación por los continuos informes de violaciones de los derechos humanos en el país, que incluyen «ejecuciones sumarias de soldados y detenidos, bombardeos indiscriminados de zonas civiles y el secuestro y asesinato de miembros de comunidades étnicas y religiosas».
Además, el diplomático surcoreano urgió al Gobierno iraquí a actuar contra cualquier miembro del Ejército o de las milicias locales que haya cometido violaciones de los derechos humanos o de la ley humanitaria internacional.
La crisis iraquí dio hoy un nuevo paso, con la proclamación de un «califato islámico» por parte del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), el grupo extremista que ha puesto en jaque a Bagdad al hacerse con extensas zonas del norte y el oeste del país.
El Gobierno iraquí, mientras, recibió hoy cinco cazabombarderos rusos para apoyar la campaña con la que trata de recuperar parte del terreno perdido con los insurgentes.