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La primera dama hondureña culpa al crimen organizado de la crisis migratoria

El Paso (EE.UU.), 27 jun (EFE).- La primera dama de Honduras, Ana García de Hernández, dijo hoy que la razón del aumento desproporcionado del número de familias y menores de edad sin acompañantes que ingresan a EE.UU. de manera ilegal es que el crimen organizado les ha asegurado que tendrán un estatus legal.

«Lo que ha podido hacer que se dispare (la cifra) es el engaño de muchos traficantes y muchos ‘coyotes’, dedicados al tránsito de personas, al crimen organizado, es el rumor de que si ingresan les van a permitir quedarse», explicó la primera dama desde Texas (EE.UU.), a donde viajó para conocer la situación de miles de niños centroamericanos detenidos tras cruzar ilegalmente la frontera.

Luego de visitar las garitas de inspección en Falfurrias y Sarita, en la frontera de Texas (EE.UU.) con México, y de realizar un recorrido en el desierto, cerca del Río Grande, la primera dama declaró a Efe que el crimen organizado es el que ha engañado a los hondureños.

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Millares de niños, procedentes en su mayoría de Honduras, Guatemala y El Salvador, que tratan de entrar ilegalmente por la frontera mexicano-estadounidense, están siendo detenidos por las autoridades en lo que constituye una «crisis humanitaria» sin precedentes que ha sorprendido al Gobierno y a la opinión pública de EE.UU.

Al respecto, el Comisionado de los Derechos Humanos en Honduras, Roberto Herrera, informó el jueves que unos 77.200 menores centroamericanos ingresaron ilegalmente a EE.UU. entre 2009 y mayo de 2014.

En ese sentido, la primera dama hondureña dijo que, para el crimen organizado, el negocio relacionado con el traslado ilegal de personas a un país es el tercero «más lucrativo del mundo, junto con el tráfico de drogas y de armas».

García de Hernández agregó que el Gobierno hondureño se ha comprometido no solo a reintegrar a los menores y familias deportadas, sino también a mejorar sus condiciones de vida, con el fin de que disminuya el flujo de personas que emigran a Estados Unidos.

«Ha sido muy, muy conmovedor hablar con estos niños y poder abrazarles. Necesitamos llegar a las causas de este problema migratorio que se ha salido de control», añadió.

La primera dama llegó el miércoles a McAllen (Texas) junto a otras funcionarias del Gobierno de Honduras, con quienes ha visitado los albergues en los que se encuentran cientos de menores originarios de Honduras, para constatar su estado.

Durante su primera jornada en la frontera de Texas, la representante del país centroamericano dijo que ese mismo día 400 menores hondureños habían sido devueltos a Honduras.

El jueves, cuando realizó un recorrido por las diferentes estaciones de la Patrulla Fronteriza, instó a todos los padres de familia que pagan hasta 15.000 dólares a los traficantes para que sus hijos ingresen de manera ilegal a EE.UU., a que no los expongan y ahorren ese dinero a fin de ofrecerles mejores oportunidades, pero en su país.

También aseguró que mujeres hondureñas, algunas de ellas con niños en los brazos, con las que tuvo oportunidad de conversar durante su recorrido, le dijeron que, de haber sabido los peligros con los que se enfrentan en su camino para internarse en EE.UU., jamás hubieran emprendido esa travesía.

La esposa del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, reconoció que, realmente,»es una crisis humanitaria, por todas las aristas que tiene lo que significa para un niño atravesar la frontera hacia Estados Unidos, el largo viaje desde Honduras atravesando desde Guatemala y México».

La primera dama continuará con su agenda oficial en la zona de McAllen hasta el sábado, día en que regresará a su país.

Alberto Ponce de León

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