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Al Sisi confirma su victoria mientras crecen las dudas sobre la participación

El Cairo, 29 may (EFE).- El exjefe del Ejército Abdelfatah al Sisi será el próximo presidente de Egipto tras arrasar con más del 93 % de los votos en unas elecciones rodeadas por la polémica sobre la participación, que según las autoridades alcanzó el 46 %.

En espera de los resultados definitivos, el equipo de Al Sisi se atribuyó la victoria con el apoyo de 23.461.513 egipcios sobre un total de 25.233.494 participantes en los comicios, que se desarrollaron entre el lunes y el miércoles pasados.

Su único rival, el izquierdista Hamdin Sabahi, tan solo obtuvo 736.268 sufragios (un 3 %), un cifra incluso inferior a la de votos nulos, que superaron el millón (un 4 %), según la misma fuente.

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Los seguidores del hombre que lideró la destitución militar del islamista Mohamed Mursi, hace casi un año, salieron a las calles de la capital para celebrar un triunfo que nadie había puesto en duda desde que anunció que concurriría a los comicios.

Sabahi admitió su derrota en una comparecencia ante la prensa, aunque vertió duras críticas hacia los empresarios, los medios de comunicación y las instituciones del país, a las que acusó de haber favorecido a su contrincante.

El veterano opositor, de 59 años, quiso reivindicar su papel como líder de la oposición a Al Sisi en el futuro, al prometer que no aceptará ningún puesto gubernamental.

Además, puso en tela de juicio las cifras de participación ofrecidas hasta el momento por las autoridades, que hablan de un 46 por ciento del total de egipcios llamados a votar.

«Los datos que se han dado son un insulto a la inteligencia, es imposible que hayamos tenido cero votos en algunos colegios como han dicho», afirmó Sabahi, quien denunció los ataques sufridos por sus partidarios e interventores a manos de las fuerzas de seguridad.

El apoyo a Al Sisi se ha interpretado en Egipto a la luz de la participación, puesto que nadie cuestionaba su victoria en unas elecciones muy desequilibradas por los recursos y la popularidad de uno de los dos contendientes en liza.

La insólita decisión de la Comisión Electoral Suprema de extender en un día el plazo para las votaciones, recurrida por los equipos de Sisi y Sabahi, despertó las suspicacias de muchos acerca de la supuesta intención de forzar una afluencia mayor que legitimase al nuevo presidente.

El objetivo de Al Sisi de llevar a 40 millones de egipcios a las urnas no se cumplió, pero al menos los guarismos oficiales se acercaron a los registrados (un 52 %) en la segunda vuelta de las presidenciales que encumbraron al islamista Mursi en 2012.

Pese a que la misión de observadores de la Unión Europea confirmó estas cifras en la presentación hoy de su informe preliminar, algunos diplomáticos y miembros del equipo de expertos pusieron en duda su verosimilitud.

Según dijo a Efe un diplomático europeo que pidió no ser identificado, la misión, encabezada por el portugués Mario David, «debería al menos haber puesto un interrogante» a esos datos.

Este diplomático reveló que las embajadas de la UE habrían deseado un informe que «se correspondiese más con la percepción de muchos egipcios», pero finalmente se redactó un texto más suavizado.

El jefe de la delegación del Parlamento Europeo, el luxemburgués Robert Goebbels, reconoció a Efe que, al final de la segunda jornada de votaciones, la misión estimaba la participación en torno al 30 %, por lo que el tercer y último día tendría que haber registrado un fuerte impulso.

Pese a todo, la UE considera en su informe que los comicios se desarrollaron «conforme a la ley» y que el proceso de sufragio «fue pacífico y estuvo bien administrado».

«Fueron unas elecciones democráticas, pacíficas y transparentes, pero no necesariamente justas porque un candidato tenía todos los medios», opinó, en alusión a Al Sisi, Goebbels.

El mayor enemigo del exmilitar, los Hermanos Musulmanes, no quisieron quedarse al margen de esta guerra de cifras, tras haber pedido a sus seguidores que castigasen al «Mariscal» con la abstención.

«Con un boicot del 90 % en la sangrienta votación, el pueblo egipcio ha asestado un duro y humillante golpe a los autores del golpe de Estado ilegítimo y de su hoja de ruta», subrayaron los Hermanos en un comunicado.

Habrá que esperar a mediados de la semana que viene para conocer los resultados definitivos de las presidenciales, que han llevado a la jefatura de Estado a quien ya ejercía como «hombre fuerte» del país desde julio del año pasado.

Washington, 29 may (EFE).- El Gobierno estadounidense mostró hoy su preocupación por el ambiente político «restrictivo» previo a las elecciones presidenciales en Egipto, con arrestos y límites a la libertad de prensa.

A la espera de los resultados oficiales de las elecciones, celebradas entre el lunes y el miércoles tras extenderse inesperadamente un tercer día, el Departamento de Estado evitó hacer comentarios sobre el futuro presidente del país.

No obstante, «seguimos preocupados, más en general, sobre la situación política restrictiva previa a las elecciones y sus consecuencias para la inclusión y la estabilidad en Egipto», dijo su portavoz, Jen Psaki, que mencionó detenciones y arrestos políticos.

Psaki afirmó que la democracia es «más que elecciones» y consideró que los nuevos líderes tendrán que dar ciertos pasos para que haya progresos en esas áreas.

El exjefe del Ejército Abdelfatah al Sisi será el próximo presidente de Egipto tras arrasar con más del 93 % de los votos en unas elecciones rodeadas por la polémica sobre la participación, que según las autoridades alcanzó el 46 %.

En espera de los resultados definitivos, el equipo de Al Sisi se atribuyó la victoria con el apoyo de 23.461.513 egipcios sobre un total de 25.233.494 participantes en los comicios, que se desarrollaron entre el lunes y el miércoles de esta semana.

Su único rival, el izquierdista Hamdin Sabahi, tan solo obtuvo 736.268 sufragios (un 3 %), una cifra incluso inferior a la de votos nulos, que superaron el millón (un 4 %), según la misma fuente.

El Cairo, 29 may (EFE).- La Alianza por la Legitimidad, coalición islamista que reclama la restitución del expresidente Mohamed Mursi, llamó hoy a «una tercera ola revolucionaria» en Egipto contra Abdelfatah al Sisi, el virtual vencedor de las elecciones presidenciales.

La Alianza, liderada por los Hermanos Musulmanes, hace un llamamiento para continuar con la revolución egipcia y pide a los militares que «vuelvan a sus cuarteles y entreguen de nuevo la autoridad usurpada al pueblo a punta de pistola», en referencia al golpe militar que acabó con Mursi en julio de 2013.

En un comunicado, invitan a los egipcios a «completar el sueño de la revolución participando en la semana revolucionaria bajo el lema de ‘vamos a por la victoria'».

La Coalición considera que, con «los colegios electorales vacíos», el pueblo egipcio mostró al mundo que la revolución acabará con los golpistas.

«Quememos banderas de EEUU, del enemigo sionista y de la Unión Europea, y alcemos en su lugar las banderas de Egipto y las fotos del presidente legítimo (Mursi)», señala el comunicado.

La falta de participación en los comicios, según la Alianza, significa que se ha recuperado el «espíritu de la gloriosa revolución del 25 de enero», en la que fue derrocado el entonces presidente Hosni Mubarak.

La alianza, que boicoteó los comicios, se formó tras la destitución militar de Mursi el pasado 3 de julio y, desde entonces, ha convocado movilizaciones en todo el país en contra de las actuales autoridades interinas.

Según los datos provisionales, el exjefe del ejército, Al Sisi, ha conseguido entre el 93 y 96% de los votos -dependiendo de si las fuentes cuenta los nulos o no-, mientras que su único rival, el izquierdista Hamdin Sabahi, logró un 3%.

En cuanto a la cifra de participación, -que todavía no es oficial y que fue rechazada hoy por Sabahi-, al menos 25 millones de egipcios, del total de 54 millones llamados a las urnas, votaron en los comicios.

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