mundo

La junta militar tailandesa libera al primer ministro y otras 32 personas

Bangkok, 29 may (EFE).- La junta militar que gobierna Tailandia dejó hoy en libertad a 33 personas, incluido el primer ministro interino que depuso hace una semana en un golpe de Estado incruento, Niwattumrong Boonsongpaisan.

El grupo está integrado por ministros y partidarios del Gobierno depuesto y por miembros de la oposición, que han pasado entre tres y siete días bajo custodia de los militares en distintos cuarteles de provincias, según el diario local «Bangkok Post».

La ley marcial impuesta en Tailandia el 20 de mayo permite a las autoridades la detención de personas hasta siete días sin necesidad de presentar acusación formal en los juzgados.

Recomendados

Además, los militares emitieron hoy nuevas citaciones para 17 personas, con lo que sube a 270 el total de llamados a declarar desde la asonada.

Por otro lado, los soldados detuvieron hoy, por manifestarse en Bangkok contra el golpe, a dos tailandeses y un extranjero que llevaba una camiseta en la que había escrito «Paz, por favor».

El jefe del Ejército de Tailandia, el general Prayuth Chan-ocha, asumió el control del país el 22 de mayo, dos días después de declarar la ley marcial y tras considerar fallida la mediación para que el Ejecutivo interino y los manifestantes antigubernamentales alcanzasen un acuerdo tras meses de protestas callejeras.

Los golpistas quieren reformar el sistema político antes de convocar elecciones, pero no han ofrecido ni un programa ni un calendario.

Tailandia ha sufrido 12 golpes militares desde el fin de la monarquía absoluta, en 1932.

Bangkok, 29 may (EFE).- La Junta Militar tailandesa justificó hoy, por primera vez ante los medios internacionales, el golpe que dio hace una semana para evitar la caía del Estado y afianzar «la paz y el orden», mientras continúa con la represión de opositores.

El Monumento para la Victoria, en el centro de Bangkok, fue tomado hoy por más de un centenar de militares y policías, que cortaron el tráfico y obligaron a cerrar los establecimientos de la zona para abortar una nueva jornada de manifestaciones a favor de elecciones y el fin del régimen militar.

Las autoridades amenazaron a los manifestantes con medidas drásticas si no cesaban inmediatamente sus reclamaciones, al tiempo que aparcaban 14 furgones policiales en las inmediaciones de la plaza.

Los militares emitieron en esta jornada dos nuevas órdenes de citación para llamar a declarar en total a 17 personas, con lo que sube a 270 las convocadas desde la asonada, el 22 de mayo.

La ex primera ministra Yingluck Shinawatra, que declaró el pasado viernes y pasó dos noches en las dependencias militares, se encuentra en su residencia de Bangkok vigilada por la Junta Militar, pero no bajo arresto domiciliario.

El general Chatchalerm Chalermsukh dijo ante la prensa internacional que el golpe de Estado «no fue premeditado» y alegó que se vieron «obligados» a intervenir ante la incapacidad de los bandos políticos enfrentados para llegar a un acuerdo.

«(El golpe) previene que Tailandia se convierta en un Estado fallido», apuntó el militar y puso a modo de ejemplo de los problemas que se presentaban el «alto riesgo» de que el Ejecutivo no pudiera aprobar el presupuesto nacional para el año fiscal 2014-15, que empieza el 1 de octubre.

Tailandia se encuentran sin Cámara Baja del Parlamento desde diciembre, cuando se disolvió para celebrar elecciones en febrero y cuyo resultado terminó por ser anulado, ante el boicot de la oposición y los manifestantes antigubernamentales.

El general admitió que el golpe fue «ilegal» porque no contó en su inicio con la aprobación Real y, por ello, podía haber sido considerado como un acto de «alta traición», cuya condena es la muerte.

No obstante, el rey Bhumibol Adulyadej respaldó a la Junta Militar tailandesa el lunes pasado.

El Ejército se sintió obligado a intervenir para «enfriar» las tensiones y enfrentamientos violentos que se han saldado con la muerte de 28 personas y más de 800 heridos desde que comenzaran las últimas protestas antigubernamentales, en octubre de 2013.

«Queríamos evitar el riesgo de un conflicto armado (…) Hemos incautado armas que pertenecían a ambos grupos políticos. El Ejército no está dispuesto a dejar que este país se convierta en otra Siria o Libia», señaló Chatchalerm.

El jefe del Ejército de Tailandia, el general Prayuth Chan-ocha, asumió el control del país y acto seguido decretó el toque de queda, prohibió las reuniones públicas y suspendió la Constitución, además de aplicar la censura en los medios de comunicación.

Chatchalerm apuntó que la Junta Militar trabaja en una «hoja de ruta» que reforme el sistema político de Tailandia antes de la celebración de «elecciones justas» bajo una nueva Constitución o la actual.

«Existe un conflicto político que lleva desarrollándose por casi una década, no podemos solucionar todos los problemas en un periodo tan corto de tiempo», afirmó el general, al tiempo que señaló que es «imposible» acudir a las urnas bajo un clima de hostilidades.

Tailandia arrastra una crisis política desde el golpe militar que en 2006 depuso al Gobierno de Thaksin Shinawatra.

«No tenemos la ambición de aferrarnos al poder», afirmó Chathalerm.

Tailandia ha vivido 19 pronunciamientos militares, de los que 12 tuvieron éxito, desde el fin de la monarquía absolutista, en 1932.

Tags

Lo Último

Lo que debe saber


Te recomendamos