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Hollande entrega a Manuel Valls la responsabilidad de enderezar Francia

París, 31 mar (EFE).- El presidente de Francia, François Hollande, nombró hoy primer ministro a Manuel Valls, hasta ahora titular de Interior, para reemplazar a Jean-Marc Ayrault, con la misión de enderezar el rumbo del país.

El nombramiento de Valls, nacido en Barcelona en 1962, se produjo en una declaración televisada de Hollande y al día siguiente de una histórica derrota del gobernante Partido Socialista (PS) en las elecciones municipales.

En un mensaje de siete minutos y en diferido, Hollande agradeció a Ayrault su «valentía y abnegación» y abrió una nueva etapa en su mandato, que inició en 2012 y culminará en 2017, tras haber comprendido el mensaje de las urnas.

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«No (hay) suficientes cambios y por lo tanto (hay) demasiada lentitud. No (hay) suficientes empleos y por lo tanto (hay) demasiado paro. No (hay) suficiente justicia social y (sí) demasiados impuestos. Es el mensaje que me habéis dirigido y que recibo personalmente», dijo el presidente.

Aunque solo avanzó el nombre del próximo primer ministro, apuntó que el nuevo Gobierno tendrá menos carteras que las 38 actuales y trabajará sobre tres ejes: devolver a Francia su fuerza económica, concentrarse en la justicia social y aumentar el poder adquisitivo.

Hollande, que en 2012 derrotó en las urnas al conservador Nicolas Sarkozy, subrayó que «la recuperación del país es indispensable» y pasa por renovar el aparato productivo, sanear las cuentas públicas y reconquistar la influencia internacional.

«Sabía que la situación era grave y no me quejo. Asumo la total responsabilidad», afirmó un presidente que, lacerado por una cota de impopularidad sin precedentes en la democracia francesa, prometió bajar los impuestos «de aquí a 2017».

El anuncio del nombre del nuevo primer ministro puede poner en peligro el pacto de Gobierno con Europa Ecología Los Verdes (EELV), formación que había amenazado con salir de la coalición si el elegido era Valls.

Más allá de la escasa sintonía personal con el hasta ahora titular de Interior, ese partido discrepa políticamente con Valls en asuntos como la gestión de la inmigración y de los gitanos llegados de Bulgaria y Rumanía, su apoyo a la energía nuclear o su mano dura contra el cannabis.

Valls representa el ala más a la derecha de los socialistas y se alinea con la «tercera vía» del exprimer ministro británico Tony Blair.

Detractor de la semana laboral de 35 horas, uno de los símbolos de la izquierda francesa, y partidario de cambiar el nombre del PS al considerar superado el adjetivo «socialista», ha encarnado una línea dura al frente de Interior.

Valls se encontrará con una economía estancada que avanzó solo un 0,3 % en 2013, un déficit público del 4,3 % -por encima de lo acordado con Bruselas- y un desempleo creciente, que roza el 10 %.

Además, será el encargado de implementar el llamado «pacto de responsabilidad» que Hollande anunció en enero y que le aleja del electorado de izquierdas, al proponer a las empresas una rebaja fiscal de 30.000 millones de euros a cambio de más empleos.

Valls, de padre español y madre suiza, tiene un carácter firme, mientras que Ayrault es un político discreto y curtido en la política municipal y como jefe del grupo parlamentario, al que se consideraba un hábil gestor y un estratega capaz de tender puentes con Berlín.

Sin embargo, sus dos años de gestión gubernamental, en los que su popularidad ha caído casi tanto como la de Hollande, no han convencido a los franceses, que le achacan falta de liderazgo.

El golpe de timón de Hollande, que se enfrenta a una nueva cita con las urnas el próximo 25 de mayo en las elecciones europeas, no agrada tampoco a sus adversarios políticos.

El presidente del principal partido de la oposición, la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean-François Copé, aseguró que suprimir a Ayrault no solucionará los problemas y que es necesaria «una ruptura con el modelo socialista».

Desde el ultraderechista Frente Nacional, su presidenta, Marine Le Pen, describió a Valls como un hombre «peligroso» que no tiene «ningún respeto por las libertades individuales y públicas» y señaló que Hollande le quiere «carbonizar» para descartarle como candidato presidencial.

El líder del Partido de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon, opinó que Hollande ha entregado la responsabilidad del Gobierno «al mayor divisor posible de la izquierda» y ha respondido a «un desastre electoral» con «un suicidio político».

París, 31 mar (EFE).- El primer ministro de Francia, el socialista Jean-Marc Ayrault, presentó hoy su dimisión y la de su Gobierno al presidente, François Hollande.

Su anuncio, confirmado en un escueto comunicado, llega al día siguiente de una histórica derrota del Partido Socialista (PS) en las elecciones municipales francesas y tras reunirse durante dos horas con Hollande, que prepara un inminente cambio de Gobierno.

El favorito para ser su sustituto al frente del nuevo Ejecutivo es el actual ministro del Interior, Manuel Valls, y se espera que Hollande haga oficial su nombramiento esta misma noche, durante una alocución televisada a las 20.00 hora local (18.00 GMT).

Tras confirmarse ayer la amplia derrota del PS en los comicios locales, Ayrault, de 64 años, dijo en una comparecencia en televisión que el resultado responde a una responsabilidad colectiva, pero que asumía «toda» su culpa.

El todavía primer ministro, que llegó al puesto en mayo de 2012 tras la victoria de Hollande en las elecciones presidenciales frente a Nicolas Sarkozy, ha visto su popularidad caer en picado desde entonces, casi tanto como la del propio presidente.

Un reciente sondeo publicado por el instituto BVA para la revista «L’Express» muestra que Ayrault cuenta con una aceptación del 25 % entre los franceses, un punto menos que en febrero.

Valls, de 51 años, es uno de los políticos más populares de Francia (53 %).

Sin embargo, el titular de Interior, situado políticamente en el ala más a la derecha del PS, no agrada a Los Verdes, que participan en la coalición de Gobierno y no descartan salir de ella en caso de que Valls asuma el control del Ejecutivo, según hizo saber la semana pasada la ecologista y ministra de Vivienda, Cécile Duflot.

Los comicios municipales, celebrados a dos vueltas ayer y el anterior domingo, estuvieron marcados por una abstención récord de cerca del 36,3 %.

Arrojaron un balance muy negativo para la izquierda, pero muy favorable para el centro-derecha, que recuperó el terreno perdido en 2008, y un buen resultado para el ultraderechista Frente Nacional (FN).

El centroderecha, según datos del Ministerio del Interior todavía provisionales, consiguió el 45,1 % de los votos, la izquierda el 40,5 %, la extrema derecha el 6,85 % y la extrema izquierda el 0,06 %.

París, 31 mar (EFE).- Los dos ministros ecologistas del hasta ahora Gobierno de Jean Marc-Ayrault, Cécile Duflot y Pascal Canfin, anunciaron hoy su intención de no participar en el nuevo Ejecutivo francés, que va a estar liderado por Manuel Valls.

«Las ideas mantenidas por el nuevo primer ministro desde hace años, principalmente durante la primaria del Partido Socialista o como titular del Interior, no constituyen la respuesta adecuada a los problemas de las francesas y los franceses», indicaron en un comunicado conjunto.

Duflot, ministra de Vivienda, y Canfin, secretario de Estado de Desarrollo, aseguraron hoy que, «con franqueza y lucidez», no pretenden participar en el futuro Ejecutivo, y que se mantendrán alerta pero también solidarios «cada vez que el rumbo escogido sea el bueno».

Los dos ministros no precisaron cuál será la decisión de su partido, Europa Ecología Los Verdes, agrupación que mantendrá hoy una reunión de urgencia para determinar su postura ante la formación de un nuevo Ejecutivo liderado por Valls.

El cambio de jefe de Gobierno fue anunciado hoy por el presidente, François Hollande, en una alocución televisada, que llega al día siguiente de una histórica derrota del gobernante Partido Socialista en las elecciones municipales.

Ayrault dijo ayer que, aunque ese resultado respondía a una responsabilidad colectiva, asumía «toda» su parte de culpa, y esta tarde, tras una reunión de más de hora y media con Hollande en el Elíseo, presentó su dimisión y la de su Gobierno.

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