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Rutte tranquiliza a los niños de origen marroquí por palabras de Wilders

La Haya, 28 mar (EFE).- El primer ministro de Holanda, Mark Rutte, ha decidido tranquilizar a los niños holandeses con origen marroquí, después de que el líder xenófobo holandés Geert Wilders pidiera recientemente que haya «menos marroquíes» en ese país.

La iniciativa de Rutte ha sido loada hoy por los medios de comunicación por lo singular de que partiera del político, mientras que Wilders la ha criticado a través de su cuenta de la red social Twitter calificando de «repugnante» que el primer ministro «haga política a costa de los niños».

Wilders, líder del Partido para la Libertad, celebró su victoria electoral la pasada semana en los comicios locales con un llamamiento a reducir el número de marroquíes en el país, lo que ha generado gran conmoción y debate.

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Las reacciones de miedo de algunos niños en un popular informativo infantil han hecho que Rutte decidiera conceder una entrevista televisiva para calmarles.

En la entrevista, el político liberal mandó un mensaje claro a los niños: «en este país no se expulsa a nadie así como así, no tenéis que tener miedo por eso, no va a pasar», dijo usando palabras sencillas de entender para el público infantil.

El primer ministro holandés dijo haberse sentido muy «afectado» por las declaraciones de una niña de 13 años en el informativo en cuestión («Jeugdjournaal»), que expresaba su temor de ser expulsada de Holanda.

El programa asegura que «miles» de niños de ascendencia marroquí preguntaron lo mismo.

También Amin Lachir, un niño de padres marroquíes que vive en el este del país, ha sentido en su propia carne las consecuencias de los insultos de Wilders y su caso ha sido contado en la prensa local y nacional.

Dos días después de las elecciones municipales del 19 de marzo, en su colegio vieron el fragmento del «Jeugdjournaal» en el que Wilders preguntaba a sus adeptos si querían «más o menos» marroquíes en el país».

En un acto de mimetismo inocente, los niños de la clase de Amin, corearon, igual que los seguidores de Wilders en la televisión, «menos, menos», lo que hizo que el niño llegase a su casa llorando.

El menor, que a través de la prensa local ha preguntado al político xenófobo qué tiene en contra de los marroquíes, se ha convertido en un ejemplo de cómo los insultos sin matizar de Wilders afectan a un grupo tan vulnerable como los niños.

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