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El líder de las protestas en Tailandia prevé más totalitarismo tras los comicios

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Bangkok, 30 ene (EFE).- El líder de las manifestaciones antigubernamentales en Tailandia, Suthep Thaugsuban, vaticinó hoy en Bangkok que las elecciones del domingo traerán más totalitarismo al país y calificó de «dictatorial» el Ejecutivo interino de la primera ministra, Yingluck Shinawatra.

«Es un hecho que la mayoría de los ciudadanos opina que las elecciones bajo el actual sistema no son democráticas. Las elecciones traerán más dictadura al país. La gente quiere reformas antes de votar para tener una democracia verdadera», manifestó Suthep a los periodistas mientras participaba en una marcha.

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La formación de Yingluck, el Puea Thai (De los tailandeses), parte como favorita a ganar estos comicios en los que no concurre el Partido Demócrata, el principal de la oposición.

Suthep, viceprimer ministro del Partido Demócrata entre 2008 y 2011, dijo que las autoridades intentan utilizar el sufragio para ocultar la corrupción y las irregularidades que han cometido durante los dos años y medios que gobiernan.

El líder de las protestas reiteró que su intención no es impedir el derecho al voto, como sí hicieron el domingo pasado al inicio del proceso de votación anticipada, sino animar a los ciudadanos a unirse a ellos y conseguir que la capital sea una gran marea antigubernamental.

«Aquellos que quieran votar se convertirán en sirvientes del ‘régimen Thaksin'», según Suthep.

Thaksin Shinawatra, hermano de Yingluck, gobernó Tailandia desde 2001 hasta 2006, cuando un golpe militar incruento le derrocó y dos años después fue condenado en rebeldía a 24 meses de cárcel por abuso de poder.

Los grupos antigubernamentales, reunidos en el Comité Popular de Reforma Democrática, empezaron hoy una movilización especial que durará hasta la jornada de votación.

Los manifestantes partieron esta mañana de los distintos campamentos que ocupan en centros neurálgicos de Bangkok desde el 13 de enero y se congregaron en On-Nut, desde donde con Suthep a la cabeza partieron hacia el centro de la capital.

El pitido de los silbatos, símbolo de estas protestas al igual que la bandera nacional, acompañó el desfile y, en algunos momentos, quedó oculto por el ruido de petardos y la quema de papeles que se hacían en distintas barriadas para celebrar el Año Nuevo Chino.

Las autoridades temen enfrentamientos en Bangkok el día de las elecciones, pese a los 10.000 policías que se desplegarán, y prevén problemas para votar en 14 provincias del sur, donde el movimiento antigubernamental cuenta con su principal apoyo.

Los «camisas rojas», afines a Thaksin, comenzaron ayer movilizaciones en el norte y noreste del país, su feudo, y han rehuido Bangkok para evitar choques con los antigubernamentales.

«Lo mejor para el país y el Gobierno es celebrar elecciones. Todo debería hacerse de acuerdo con la Constitución y la ley, de otra forma nos enfrentamos a una confrontación civil», dijo la presidenta de los «camisas rojas», Thida Thavornseth, en sus oficinas en Bangkok.

Los «camisas rojas» protagonizaron multitudinarias protestas en 2009 y 2010 contra el Gobierno del Partido Demócrata, cuando Suthep era viceprimer ministro y pedía a los manifestantes que respetasen la ley y el orden.

Suthep, quien demanda reformas políticas antes de llamar a las urnas, volvió a descartar hoy que el país se encamine hacia una confrontación civil.

«Nuestros manifestantes luchan si armas, pacíficamente. Los ‘camisas rojas’ son los que matan personas, queman edificios», manifestó el exdiputado.

Al menos 10 personas han muerto y cerca de 600 han resultado heridas desde que las protestas comenzaron a ocupar ministerios, el pasado noviembre.

En medio de esta crisis, un movimiento conciliador ha surgido y comenzado a tomar fuerza, como los llamados «camisas blancas» o la Red por la Reforma, una plataforma de 60 organizaciones que instan al Gobierno y los manifestantes a negociar una salida.

Entre los miembros de la Red por la Reforma destacan la Federación de Industrias Tailandesas, la Bolsa de Valores de Tailandia, la Asociación de Banqueros de Tailandia o el Consejo de Presidentes de Universidad de Tailandia.

Bangkok, 30 ene (EFE).- La presidenta de los «camisas rojas», Thida Thavornseth, ha alertado de que las protestas antigubernamentales contra las elecciones legislativas del próximo domingo pueden llevar a Tailandia a una confrontación civil.

En una entrevista con varios medios, incluido Efe, Thida afirmó que los «camisas rojas», como se hacen llamar los seguidores del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura (UDD), leales al Gobierno, no quieren violencia, pero tampoco tienen miedo a sus adversarios.

«Lo mejor para el país y el Gobierno es celebrar elecciones. Todo debería hacerse de acuerdo con la Constitución y la ley, de otra forma nos enfrentamos a una confrontación civil», manifestó la activista de 70 años.

Desde el miércoles, los «camisas rojas» han celebrado movilizaciones en diversas provincias del norte y noreste, pero no en Bangkok para evitar choques con los manifestantes antigubernamentales del Comité Popular para la Reforma Democrática (PDRC).

«Nuestros objetivos son impedir cualquier golpe de Estado, denunciar al PDRC por sus acciones que perjudican el país y la celebración de elecciones generales», explicó Thida en las oficinas de su plataforma en Bangkok.

Miles de seguidores del PDRC, liderados por el ex viceprimer ministro Thusep Thaugsuban, han ocupado ministerios desde finales de noviembre, han acampado en varias avenidas de Bangkok y bloquearon la votación anticipada del pasado 26 de enero.

Los antigubernamentales reivindican el aplazamiento de los comicios hasta que un comité no electo reforme el sistema político, que consideran corrupto, lo que puede durar entre 12 y 15 meses.

Para Thida, las protestas no son más que un «plan» de las élites burocráticas y las clases acomodadas para construir una democracia en el que el Parlamento tenga menos poderes y preservar los «privilegios» de los sectores conservadores.

«Muchos manifestantes o creen en el sistema ‘una persona, un voto’ porque se creen superiores a los campesinos del norte. Muchos embajadores me han confesado que no entienden esta forma tan poco democrática de pensar», aseveró la tailandesa.

Criticó al opositor Partido Demócrata por boicotear las elecciones del 2 de febrero y añadió que el país necesita una oposición fuerte para controlar al Gobierno del partido Puea Thai (De los Tailandeses), que cuenta con varios «camisas rojas» en sus filas.

«Se opusieron al ex primer ministro Thaksin Shinawatra hasta que consiguieron que lo expulsaran con un golpe de Estado, pero luego copiaron sus políticas sociales. Este país necesita un Partido Demócrata más inteligente», sentenció Thida.

Thaksin gobernó Tailandia desde 2001 hasta el golpe militar incruento de 2006 y su hermana Yingluck lo hace desde las elecciones de 2011.

Thida también criticó al Ejecutivo interino de Yingluck, por haber propuesto una ley de amnistía que podía abrir la puerta al regreso del prófugo Thaksin, y que dio origen a las protestas lideradas por Suthep, y por no haber atendido bien las necesidades de los agricultores del arroz.

«No es el mejor Gobierno, pero es el que eligió el pueblo», puntualizó la activista.

Thida nació en la provincia sureña de Surat Thani, como su rival Suthep, y, tras completar un máster en Ciencias, comenzó a impartir clases de microbiología en la universidad hasta que se unió a las protestas estudiantiles de 1973 y 1976.

Tras la represión del Ejército y grupos paramilitares, huyó y se unió al Partido Comunista en la selvas de noreste, donde pasó más de un lustro.

«Disentía en muchas cosas con los comunistas y al final decidí abandonar el partido. Viajé mucho y aprendí. Mi prioridad es la igualdad política y jurídica, ya sé que la económica no es viable», explicó Thida.

Al principio, se enfrentó a las políticas autoritarias de Thaksin, pero tras la asonada se unió a los «camisas rojas», una plataforma que nació en apoyo de Thaksin y en contra de la intervención del Ejército en política.

La activista asumió la presidencia del conglomerado tras las manifestaciones de 2010 en Bangkok, en las que 92 personas murieron y más de 1.800 resultaron heridas tras dos meses de movilizaciones dispersadas violentamente por los soldados.

«El país ha cambiado en los últimos siete años. Ya he advertido a los militares de que la gente ha cambiado. Que den un golpe de Estado y veremos la reacción de los ciudadanos», concluyó Thida.

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