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Crisis del gobierno danés tras entrar Goldman Sachs en la energética estatal Dong Energy

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Copenhague, 30 ene (EFE).- La entrada como accionista minoritario del banco estadounidense Goldman Sachs en la estatal DONG Energy ha provocado una crisis en el Gobierno de centroizquierda danés, que ha perdido a uno de sus tres miembros, el Partido Socialista Popular.

La oposición en el seno de este grupo al acuerdo para vender acciones a Goldman Sachs, aprobado horas después por el Parlamento, motivó hoy la dimisión de su presidenta, Annette Vilhelmsen, y la salida del partido del Gobierno, del que formaba parte desde octubre de 2011 junto a los socialdemócratas y los radicales liberales.

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Vilhelmsen reiteró el apoyo de su grupo al Ejecutivo, que goza de mayoría parlamentaria gracias también al respaldo de la «rojiverde» Lista Única, aunque sólo controla un tercio de los escaños.

La primera ministra, la socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt, interpretó la renuncia de los socialistas como una decisión particular de esa formación, reiteró que el Gobierno no cambiará su política y descartó elecciones anticipadas.

«No creo que vaya a significar mucho, seguiremos buscando las mayorías más amplias posibles en el Parlamento. Nuestro Gobierno ha roto la política de bloques», dijo Thorning-Schmidt, que ya ha hecho varios cambios de gabinete antes, algunos por escándalos políticos.

A menos de dos años para los comicios, el Gobierno pasa por un momento crítico, incapaz de remontar los sondeos negativos desde hace meses, mientras aumenta el enfado con sus políticas.

El descontento de las bases socialistas ha ido creciendo a medida que el partido renunciaba a su programa y el Gobierno rechazaba pactar con los «rojiverdes» para aprobar con la derecha recortes en el paro y los subsidios o la rebaja del impuesto de sociedades.

De ahí que el caso de DONG haya sido usado para presionar a la dirección del partido y al Gobierno.

Éste, no obstante, se ha negado a modificar el acuerdo por el que Goldman Sachs, que controlará el 19 % de la compañía, y dos fondos de pensiones daneses inyectarán 11.000 millones de coronas (1.478 millones de euros).

El acuerdo fue aprobado hoy con mayoría cómoda, gracias al apoyo de la derecha, y sólo votaron en contra Lista Única, que se opuso desde el principio, y el ultranacionalista Partido Popular.

El Parlamento se había negado antes a una moción de última hora de los «rojiverdes» para aplazar la votación de un acuerdo cuyos detalles han sido aireados por los medios los últimos días.

Las críticas apuntan al bajo precio pagado por las acciones, el descarte de una oferta mejor, el veto otorgado en varias áreas a Goldman Sachs y que éste realice la compra mediante un entramado de empresas tapadera, según afirmó la televisión pública DR.

Expertos y políticos han señalado que Goldman Sachs, institución señalada por su papel en la crisis financiera, obtendría pingües beneficios cuando DONG sea privatizada y una jugosa indemnización en caso de que fracase el proceso.

Unas 5.000 personas se concentraron ayer por la tarde frente al Parlamento para protestar contra la entrada de Goldman Sachs, varios miles más han firmado una carta de protesta y, según un sondeo del diario conservador «Jyllands-Posten», dos tercios de la población se oponen al acuerdo.

Pero el Gobierno se ha mantenido firme, asegurando que era la mejor decisión posible y urgiendo a inyectar dinero para garantizar el futuro de uno de los últimos grandes consorcios estatales.

DONG Energy, en la que el Estado danés mantendrá de momento el 61 %, deberá presentar en un año un plan para la salida a bolsa de la compañía, que tiene que producirse antes de 2018.

Una mayoría parlamentaría aprobó en 2004 la privatización de DONG, reservando para el Estado el control del gas y las infraestructuras, pero ese proceso ha sido aplazado varias veces, la última tras el estallido de la crisis financiera en 2008.

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