Beirut, 19 dic (EFE).- Al menos trece soldados del Ejército sirio murieron hoy en choques contra los rebeldes en la ciudad de Deir al Zur, en el noreste de Siria, donde también perdieron la vida dos civiles en un atentado perpetrado por un terrorista suicida.
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El Observatorio Sirio de Derechos Humanos apuntó que los trece militares fallecieron en combates en el barrio de Huiqa, donde los insurgentes están avanzado.
Los medios de comunicación oficiales no han confirmado por el momento estas bajas en las filas del régimen.
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Por otro lado, al menos dos civiles perecieron en un ataque cometido por un suicida, que hizo estallar el cinturón de explosivos que llevaba adosado a su cuerpo cuando efectivos del cuerpo de la Seguridad del Estado abrieron fuego contra él en un puesto de control en el distrito de Al Qusur, en la misma localidad.
Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente debido a las restricciones impuestas a los periodistas para trabajar sobre el terreno, tanto por el régimen como por los rebeldes.
Según la ONU, el conflicto en Siria se ha cobrado las vidas de más de 100.000 personas desde su inicio en marzo de 2011, aunque recientemente el Observatorio Sirio de Derechos Humanos elevó la cifra a más de 125.000.
Beirut, 19 dic (EFE).- La Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza opositora, se mostró hoy preocupada por las desapariciones forzadas de civiles en el territorio sirio y consideró que los rebeldes que retienen ilegalmente a personas van en contra de la revolución.
En un comunicado, la agrupación afirmó que «cualquier grupo de la oposición que retenga ilegalmente a civiles inocentes viola los objetivos básicos y los ideales del levantamiento sirio».
De esta manera, la CNFROS reaccionaba a los resultados de una investigación de la ONU, difundidos hoy, que indican que las desapariciones forzadas se han convertido en una táctica de guerra en Siria, tanto por parte del régimen como de la oposición.
Según la ONU, las fuerzas gubernamentales son responsables de estos actos «como parte de una campaña generalizada de terror contra la población civil», aunque también hay algunas facciones opositoras que han secuestrado a simpatizantes del Gobierno, periodistas, defensores de los derechos humanos y líderes religiosos.
En ese sentido, la CNFROS recordó que grupos como el Estado Islámico de Irak y Siria, vinculado a Al Qaeda, han raptado a personas que no han cumplido con las normas impuestas por ellos.
La Coalición subrayó que en ningún caso considera el Estado Islámico como parte de la oposición porque «sus acciones sirven a los intereses del régimen».
En el texto, el secretario general de la CNFROS, Badr Yamus, condenó las acciones de «todos aquellos que usan la situación actual para violar los derechos humanos de los sirios».
La investigación de la ONU concluye que las desapariciones forzadas se han convertido en una práctica habitual en todo el país, aunque no ofrece cifras de desaparecidos, ya que por el clima de terror que se ha instaurado pocos casos son denunciados. EFE
Ginebra, 19 dic (EFE).- Las desapariciones forzadas se han convertido en una táctica de guerra en Siria, donde son perpetradas por las fuerzas gubernamentales como parte de «una campaña generalizada de terror contra la población civil», lo que las convierte en un crimen de guerra, denunció hoy la ONU.
La comisión investigadora de Naciones Unidas sobre los crímenes en el conflicto sirio publicó el resultado de las indagaciones que ha centrado en el creciente fenómeno de este tipo de desapariciones en Siria.
Por la amplitud del número de casos y la diversidad de las víctimas, la investigación establece que las desapariciones forzadas se han convertido en una práctica habitual en todo el país.
Sin embargo, el documento no ofrece cifras específicas de víctimas porque «el clima de terror instaurado hace que sólo una fracción del número de desapariciones se reporte oficialmente».
Si en la primera etapa de la crisis siria las desapariciones forzadas eran empleadas por el Gobierno para «silenciar a la oposición e infundir miedo entre familiares y amigos de manifestantes, activistas y blogueros, este crimen se ha extendido a personal médico, disidentes, opositores heridos y a personas que buscan información sobre algún pariente desaparecido.
«Las desapariciones forzadas han sido perpetradas por personal de inteligencia y de seguridad, así como por el ejército sirio, en colaboración con milicias progubernamentales que actúan por el Gobierno. En todos los casos documentados, los responsables operan con impunidad», afirma la comisión de eminentes juristas.
Este delito, además, se convierte en la mayoría de casos en un «medio» para perpetrar otros, particularmente la tortura, denuncia la comisión, presidida por el brasileño Paulo Sergio Pinheiro.
«Los sobrevivientes describen de forma consistente haber sido víctimas de tortura durante su detención», durante la que son privados de todo contacto con el exterior, no reciben asistencia legal y están totalmente a expensas de sus captores.
Mientras tanto, a sus familias se les niega todo tipo de información sobre su paradero.