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Ucrania se asoma a la puerta abierta por Europa en la cumbre de Vilna

Vilna, 29 nov (EFE).- Ucrania no quiere bajarse del tren europeo y asegura que aprovechará la puerta que ha dejado abierta Bruselas para poner en marcha el Acuerdo de Asociación que no quiso firmar hoy el presidente ucraniano, Víctor Yanukóvich, en Vilna.

El mandatario ucraniano afirmó durante la cumbre de la Asociación Oriental, que concluyó hoy en la capital de Lituania, que su país mantiene la intención de firmar el documento llamado a acercar a esta antigua república soviética a los valores y estándares de la Unión Europea.

La cita que reunió en Vilna a los líderes de 30 países europeos y que se presentaba para algunos como la última oportunidad para alejar a Ucrania de la órbita de Rusia confirmó una vez más que Kiev sigue empeñado en abrirse a Europa sin renunciar a sus relaciones con Moscú.

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Yanukóvich insistió hoy en su reciente propuesta de celebrar negociaciones tripartitas (Ucrania, UE y Rusia), una posibilidad rechazada hoy tanto por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, como por el líder del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.

«No es necesario ningún formato trilateral para las negociaciones. Los tiempos de las soberanías limitadas en Europa se han acabado», aseveró Barroso, quien calificó de «absolutamente inaceptable la participación de terceros en una negociación bilateral».

También Van Rompuy subrayó en la rueda de prensa celebrada a la conclusión de la cumbre que la UE no acepta «cortapisas de Rusia a las relaciones de la Unión Europea con sus socios orientales».

«Más de una vez hemos dicho que las acciones de Rusia en relación a los países de la Asociación Oriental no se corresponden con cómo se llevan las relaciones internacionales en el siglo XXI», recalcó.

Al mismo tiempo, Barroso recordó que Ucrania ya había rubricado el Acuerdo de Asociación.

«Respetamos la soberanía. El acuerdo ya fue rubricado con la soberana Ucrania, y cuando consensuamos un acuerdo bilateral, los dos debemos acordar que se trata de un asunto bilateral», apuntó el presidente de la Comisión Europea.

A su vez, la presidenta lituana, Dalia Grybauskaite, insistió en que la Unión Europea no está dispuesta a «regatear» con Ucrania, a cuyo Gobierno criticó por «frenar de manera unilateral su avance hacia la UE».

«La elite ucraniana, el Gobierno ucraniano podrían cambiar su postura. La Unión Europea no está dispuesta a seguir regateando. Todos los postulados (del Acuerdo) ya se conocen. No habrá otros nuevos», dijo Grybauskaite, que ostenta la presidencia rotatoria de los Veintiocho.

Las condiciones para la firma del acuerdo «son las mismas» que se habían planteado a Kiev antes de que el Gobierno ucraniano decidiera suspender su rubrica, reiteró por su parte Van Rompuy.

La mandataria lituana puso nueva fecha en la que Ucrania podría firmar el acuerdo con Bruselas: la próxima cumbre de la Asociación Oriental que se celebrará en Riga (Letonia) en el primer semestre de 2015, cuando el vecino báltico de Lituania asuma la presidencia rotatoria de la UE.

Mientras, Yanukóvich hizo oídos sordos a los argumentos de la UE e insistió en poner condiciones, principalmente económicas aunque también de otro orden.

Pidió a sus socios europeos una «labor conjunta sobre un programa de ayuda a Ucrania», que permita al país «prepararse para las secuelas negativas del período inicial que, sin lugar a dudas, sentirán las capas más desfavorecidas de ucranianos» tras la firma del Acuerdo.

Kiev cifra en 160.000 millones de dólares el monto necesario para la homologación de su industria y su producción, sin contar con el coste que supondría en dinero y empleo la pérdida del mercado ruso.

Además, indicó que requieren esfuerzos en otros ámbitos de las relaciones entre Ucrania y la UE y mencionó como asunto prioritario la eliminación del régimen de visados para los ciudadanos ucranianos.

«Estoy convencido de que la mejor demostración de que la Unión Europea quiere abrirnos sus puertas sería la exención inmediata de los visados para los ciudadanos de Ucrania», recalcó.

Lituania, que ostenta la presidencia rotatoria de Europa, no pudo apuntarse el tanto de sumar a Ucrania al proyecto europeo como pretendía en la que iba a ser la cumbre de la Asociación Oriental más importante de la historia.

Concluida la cumbre, parecen logros menores los preacuerdos de asociación con la UE que sí firmaron hoy Georgia, firme candidato a no dejarse presionar por Moscú y seguir hasta el final, y Moldavia, cuyo primer ministro anunció hoy mismo que intentará encajar «los deberes» que le ha puesto Europa y «el diálogo con Rusia», algo que se antoja difícil a la vista del ejemplo ucraniano.

Vida Augustauskene

Kiev, 29 nov (EFE).- Unos diez mil partidarios del oficialista Partido de las Regiones se concentraron hoy en la plaza de Europa de Kiev en un mitin en apoyo del presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, y de su postura de pedir ayuda económica a la UE para firmar un Acuerdo de Asociación.

Con banderas nacionales, del partido e incluso de la Unión Europea, los concentrados escucharon el llamamiento del líder parlamentario de su formación, Alexánder Efremov, a crear en Ucrania las condiciones para lograr un nivel de vida similar al europeo.

«No nos desviamos del camino europeo. Ucrania estará en la familia europea, haremos todo para que la vida aquí sea como en los mejores países de Europa», aseguró.

Entretanto, unas 1.500 personas se manifestaban en la plaza de la Independencia de la capital ucraniana en apoyo de la vía hacia la integración del país en la Unión Europea.

A pesar de la lluvia y el aguanieve que caía sobre Kiev, los manifestantes, en su mayoría jóvenes estudiantes, marcharon con banderas ucranianas y enseñas comunitarias, algunos de ellos tomados de la mano para simbolizar una cadena, la de «la unión entre Ucrania y la UE», dijeron algunos participantes.

Y en la ciudad occidental de Lvov, la más europeísta del país, miles de habitantes salieron a la calle para tomar parte en una cadena humana que pretende unir la capital del país, Kiev, con la frontera con la Unión Europea.

Los manifestantes, también con banderas nacionales y europeas, gritaban eslóganes como «Ucrania, en la UE», o «Viva Ucrania», mientras los vehículos que circulaban al lado hacían sonar sus claxon.

En Vilna, donde hoy concluye la cumbre de la UE con los países de la Asociación Oriental, ensombrecida tras la negativa del presidente de Ucrania a firmar ahora un Acuerdo de Asociación, Yanukóvich insistió en pedir ayuda económica a los Veintiocho para minimizar las consecuencias negativas de la firma de tal acuerdo.

Subrayó: «Esto exige una labor conjunta sobre un programa de ayuda a Ucrania que nos permita prepararnos para la firma del acuerdo».

Y abogó por que la UE acepte un formato trilateral de conversaciones comerciales con Rusia y Ucrania para evitar contradicciones entre el Acuerdo de Asociación y la Unión Aduanera encabezada por Moscú.

Yanukóvich se mantiene en sus trece al insistir en que las condiciones impuestas por la UE para la firma del acuerdo eran humillantes para Ucrania y que hubieran supuesto una debacle económica para su país.

Kiev cifra en 160.000 millones de dólares el monto necesario sólo para homologar la legislación ucraniana a la europea, sin contar con el coste que supondría en dinero y empleo la pérdida del mercado ruso, y tachó de «limosna para un pedigüeño» los 1.000 millones de euros que Bruselas le ofreció como compensación.

Bruselas mantiene que el plantón ucraniano se debió a las presiones de Rusia, que advirtió de que en caso de se firmara el acuerdo tomaría medidas proteccionistas para impedir el acceso de los productos a su mercado.

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