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Ucrania vuelve a partirse en dos entre Rusia y Occidente

Kiev, 26 nov (EFE).- Ucrania, escenario de protestas indefinidas contra la renuncia del Gobierno a asociarse con la Unión Europea, ha vuelto a partirse en dos mitades, entre partidarios de Rusia y de Occidente.

«Como padre, no puedo dejar a una familia sin pan. Sería deshonesto e injusto si no me preocupara por la gente más indefensa, sobre la que puede recaer la carga del período de transición», afirmó el presidente, Víctor Yanukóvich, en un discurso dirigido al pueblo ucraniano.

De esa forma, justificó su decisión de negarse en el último momento a firmar el Acuerdo de Asociación con los Veintiocho esta semana en Vilna, lo que ha provocado la indignación de la oposición, la decepción de la UE y la satisfacción del Kremlin.

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El mandatario ucraniano estimó en «millones» a las personas que podrían quedarse sin trabajo si «debido a las presiones» y tras la firma de dicho acuerdo con los Veintiocho se hubiera paralizado la industria nacional.

Y es que el presidente ruso, Vladímir Putin, amenazó con imponer barreras al comercio para proteger su mercado en caso de que Ucrania firmara el documento, lo que hubiera supuesto para el país unas perdidas estimadas por Kiev en 500.000 millones de dólares.

La encarcelada ex primera ministra y líder de la oposición ucraniana, Yulia Timoshenko, se declaró anoche en huelga de hambre «en protesta contra el cínico y mísero comportamiento del Gobierno» y llamó a Yanukóvich a recapacitar.

Inmediatamente, el partido Batkivschina, encabezado desde la cárcel por Timoshenko, exigió hoy a las autoridades la liberación de la opositora y que «cumplan con la exigencia de nuestra líder y de millones de ucranianos y firmen el Acuerdo de Asociación de la UE».

«Nosotros sabemos bien cuán valiente es Timoshenko y qué está dispuesta a hacer por el futuro de Ucrania. Pero también somos conscientes de que su organismo está debilitado por la larga enfermedad. Estamos hablando de una amenaza real para la vida de Timoshenko», indicó el partido.

Según las encuestas, el país está prácticamente dividido a partes iguales entre los que apoyan la integración en la UE, un 39 %, y los que están a favor de la Unión Aduanera con la vecina Rusia, un 37 %.

Al igual que ocurriera en la Revolución Naranja de 2004, el reparto geográfico de los apoyos vuelve a agudizar la división del país entre el Este prorruso (61 % contra 15 %) bañado por el mar Negro y el Oeste europeísta (69 % contra 11 %) fronterizo con la UE.

Mientras, la oposición ucraniana continúa por tercer día consecutivo el mitin indefinido que comenzó este domingo en la plaza de Europa de Kiev en protesta por la renuncia a un acuerdo que presuponía la creación de una zona de libre comercio entre este país y la Unión.

Pese a las temperaturas bajo cero y la nevada que cae sobre la capital ucraniana, más de un centenar de personas siguen concentradas frente a la sede del Gobierno para exigir la dimisión del primer ministro, Nikolái Azárov.

Anoche, efectivos antidisturbios emplearon gases lacrimógenos contra un grupo de manifestantes que atacó un microbús de los servicios de seguridad.

A los participantes en el conocido ya como «Euromaidán» («maidán» es plaza en ucraniano), se les han unido hoy los estudiantes de una de las principales universidades del país, la Academia Kievo-Moguiliánskaya, que se declararon en huelga.

Similares acciones de protesta tienen lugar en ciudades como la occidental de Lvov, la más europeísta del país, o las orientales de Járkov u Odessa, aunque en algunos casos los efectivos antidisturbios dispersaron por la fuerza las manifestaciones, lo que ha sido condenado por la UE.

Timoshenko ha alentado a los manifestantes a que no cejen en sus protestas y llamó «a borrar de la faz de la tierra a Yanukóvich» si no firma el acuerdo con la UE en la cumbre que se inaugurará este jueves en Vilna.

Por si hubiera alguna duda de las intenciones de Kiev, el primer ministro ucraniano anunció hoy que a principios de diciembre comenzarán las negociaciones para restablecer las relaciones comerciales con Rusia.

Mientras, después de que Kiev informara de que Moscú le rebajará las tarifas del gas, el Servicio de defensa del consumidor ruso anunció que la confitera Roshen, una de las compañías ucranianas cuyas exportaciones fueron bloqueadas recientemente, podrá volver al mercado ruso.

Azárov insistió en que el motivo de la decisión es puramente económico y calificó de «limosna para un pedigüeño» los 1.000 millones de euros en un plazo de siete años que la UE había ofrecido a Ucrania.

Sea como sea, Yanukóvich viajará mañana a Vilna para participar en la cumbre de la Asociación Oriental, en la que a buen seguro los líderes comunitarios le pedirán explicaciones por su repentina decisión de optar por Rusia y dejar a Bruselas en la estacada.

Por Boris Klimenko

Bruselas, 26 nov (EFE).- La Unión Europea (UE) mantiene abierta la opción de firmar un acuerdo de asociación y libre comercio con Ucrania, pero rechaza la idea de Kiev de poner en marcha un diálogo a tres bandas con Rusia para discutir la cuestión, señaló hoy una fuente comunitaria.

«No lo veo como algo constructivo», dijo la fuente en un encuentro con periodistas, al ser preguntada por la propuesta ucraniana de iniciar nuevas negociaciones a tres bandas entre Kiev, Moscú y Bruselas para garantizar que el posible acercamiento de Ucrania a Europa no desemboca en represalias económicas rusas.

La UE sí está dispuesta a hablar con Rusia de forma individual para aclarar sus posibles dudas sobre el acuerdo comercial negociado con Ucrania, subrayó.

La firma del pacto se esperaba para esta semana en Vilna, pero finalmente el Gobierno de Víctor Yanukóvich ha decidido no llevarla a cabo por motivos económicos.

La UE ha denunciado abiertamente las presiones de Rusia para que Kiev no selle el compromiso con los Veintiocho.

Según varias fuentes, Moscú ha disminuido sus intercambios comerciales con Ucrania en los últimos meses a modo de aviso, y complicado aún más la difícil situación económica del país.

La UE se ha comprometido a apoyar una eventual ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) a Ucrania, actualmente en negociación, pero no tiene intención de reabrir los apartados económicos del acuerdo, señaló hoy la misma fuente citada anteriormente.

Bruselas considera que el pacto de asociación y libre comercio ofrecido a Kiev es el más ambicioso ofertado nunca a un no-miembro de la Unión y que ahora corresponde a Yanukóvich decidir si lo acepta.

La firma era el principal resultado previsto en la cumbre de la Asociación Oriental que la UE celebrará el jueves y el viernes en Vilna con seis de sus vecinos del Este de Europa: Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania.

Pese al «no» ucraniano, Yanukóvich estará presente en Vilna, donde la UE tendrá a los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y del Consejo, Herman Van Rompuy, así como a la mayor parte de los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho.

Europa espera cerrar oficialmente acuerdos de Asociación con Moldavia y Georgia, que serían firmados de manera formal en los próximos meses, y un pacto para facilitar visados a los ciudadanos de Azerbaiyán.

La cumbre será la tercera de este tipo desde que la UE inició en 2009 su estrategia para estrechar lazos con las repúblicas exsoviéticas a las que no ofrecía por el momento perspectivas de adhesión.

Entre 2010 y 2013, la UE ha destinado 2.500 millones de euros a desarrollar la democracia y la economía de estos países, que sin embargo en varios casos han optado por acercarse a Rusia.

Moscú siempre ha visto con recelo los movimientos europeos en una zona que considera su área natural de influencia y ha tratado de impulsar la entrada de varios países del área en su Unión Aduanera (UA), en la que ya participa Bielorrusia.

Ucrania, mientras, es la pieza más codiciada por su tamaño y por sus importantes recursos naturales y situación estratégica.

Según datos publicados hoy por Eurostat, los intercambios comerciales con el país suponen la mitad del comercio entre la UE y los seis países de la Asociación Oriental.

En conjunto, la relación comercial entre la UE y la zona ha crecido significativamente en la última década pese al importante parón de la crisis.

Entre 2002 y 2012, las exportaciones europeas crecieron de 11.900 millones a 39.500 millones, mientras que las importaciones pasaron de 10.400 millones a un máximo de 36.700 millones registrados en 2011.

Durante todo el periodo la UE mantuvo siempre un saldo positivo en la balanza comercial, con la excepción de 2011.

En 2012, las ventas europeas supusieron 4.100 millones más que las compras a los seis países del área.

Roma, 26 nov (EFE).- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, pidió hoy a las autoridades de la Unión Europea (UE) que se abstengan de hacer declaraciones «drásticas» sobre la decisión de Ucrania de no firmar el Acuerdo de Asociación y confesó su «estupor y decepción» por las críticas llegadas desde Bruselas.

En una rueda de prensa tras la cumbre ítalo-rusa celebrada este martes en Trieste (noreste de Italia), Putin afirmó que Kiev debe elegir por sí solo y tomar sus propias decisiones sobre las relaciones que quiere mantener con la Unión Europea.

«Pediría a mis amigos de Bruselas que se abstuvieran de declaraciones drásticas, porque nosotros para complacerles a ellos tendríamos que estrangular a todo un sector de nuestra economía», dijo el presidente de Rusia, en una rueda de prensa retransmitida en directo por televisión.

«Ucrania tiene que elegir por sí sola y tomar por sí sola su decisión», agregó el mandatario, quien indicó que había recibido con «estupor y decepción» las críticas llegadas de la UE, que ha indicado que no quiere que las relaciones de Kiev con Bruselas tengan también a Moscú como interlocutor.

Por su parte, el primer ministro italiano, Enrico Letta, quien presidió la cumbre ítalo-rusa junto a Putin, instó a todas las partes a no generar un escenario en el que Ucrania tenga que elegir entre Rusia y la Unión Europea, sino que pueda mantener relaciones del mismo tipo con ambos actores.

«No se puede construir una disyuntiva entre Rusia y la UE. Sería un error, porque nuestros socios orientales son países que naturalmente por su historia y situación geográfica tienen relaciones con estos dos actores, la UE y Rusia», afirmó el primer ministro italiano.

«Nuestro trabajo será facilitar que estos países puedan seguir con el proceso de acercamiento y que no sea visto como una disyuntiva. Sin embargo, hay muchas cosas concretas que resolver», agregó.

El jefe del Gobierno italiano explicó que durante la cumbre han podido abordar otras cuestiones de interés internacional, como el conflicto armado en Siria y el acuerdo alcanzado entre las potencias mundiales e Irán sobre el programa nuclear de Teherán.

Sobre Siria «se ha abierto una solución negociada. Existe la necesidad de que se aplique la resolución de Naciones Unidas para la destrucción de las armas químicas. Hay que hacerlo para frenar el drama popular, humanitario, de civiles y refugiados, que cada vez es más dramático», dijo Letta.

«Hemos coincidido en nuestra satisfacción sobre el asunto de Irán y la esperanza de que los resultados del acuerdo nuclear puedan abrir una nueva etapa en las relaciones con la comunidad internacional», agregó.

Preguntado sobre la complicada situación de su amigo Silvio Berlusconi en Italia, que mañana puede quedar expulsado del Senado por su condena a 4 años de prisión por fraude fiscal, Putin dijo que «il Cavaliere» ha hecho «mucho» para el desarrollo de las relaciones entre sus dos países.

«Nosotros no nos metemos en los asuntos internos de nuestros socios. Pero entre Italia y Rusia se han creado nuevas y avanzadas relaciones en todos los campos de cooperación que tienen un carácter que van más allá de los partidos», aseveró el presidente ruso. EFE

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