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Comienza la carrera presidencial en Argentina tras las elecciones legislativas

Buenos Aires, 28 oct (EFE).- Las elecciones legislativas del domingo en Argentina, en las que el oficialismo sufrió un fuerte revés aunque mantuvo su mayoría parlamentaria, dibujaron un nuevo mapa político en el país y supusieron el inicio hacia la carrera presidencial para 2015.

Con un escrutinio del 97 por ciento de las papeletas, el gubernamental Frente para la Victoria (FpV) se anota el 33 por ciento de los votos y mantiene un ajustado control de ambas cámaras, aunque pierde en los cinco distritos electorales más importantes.

En la provincia de Buenos Aires, la más poblada, el oficialismo obtiene el 32,1 por ciento, casi doce puntos por debajo del ganador, Sergio Massa, del Frente Renovador.

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Impulsado por los buenos resultados de su partido en la capital -34,46 por ciento de los votos-, el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, líder de la opositora Propuesta Republicana (Pro), confirmó hoy sus aspiraciones presidenciales al frente de un equipo «nuevo», que no incluiría a aquellos «que hayan formado parte de algún gabinete nacional».

«Todos los que estuvieron (en algún gobierno) ya tuvieron su oportunidad, hoy es tiempo de otra gente. En nuestra lista vamos a tener candidatos que no hayan participado en gabinetes durante las últimas décadas. Apuntamos a una verdadera renovación», dijo Macri en rueda de prensa.

Se refería a Sergio Massa, exjefe de Gabinete de la presidenta argentina, Cristina Fernández, y alcalde de Tigre, quien, a la cabeza del Frente Renovador (FR) arrasó ayer en la provincia de Buenos Aires, con cerca del 44 por ciento de los votos.

Massa eludió hoy anunciar su candidatura a las presidenciales de 2015 para no «faltar al respeto» a la ciudadanía, aunque horas antes había dejado caer que estaría dispuesto a «cruzar la frontera (de la provincia de Buenos Aires) y recorrer el país».

«Si yo tuviera mi cabeza en 2015, lo que tendría que pensar el ciudadano común es que no tengo nada en la cabeza», dijo Massa quien apostó por «una mirada a largo plazo en las políticas públicas» pero «no en proyectos personales».

Los resultados de las legislativas, y la salud de la presidenta argentina, Cristina Fernández, han puesto sobre la mesa, además, la necesidad oficialista de encontrar un sucesor al frente de la Casa Rosada.

Un día después de las elecciones, Fernández sigue guardando silencio, recluida por su enfermedad en la residencia oficial de Olivos, lo que ha desatado todo tipo de especulaciones sobre su regreso al poder, rechazadas de inmediato por miembros del Gobierno y allegados políticos.

Mientras la mandataria concluye su recuperación, surgen los nombres de sus posibles delfines entre el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y los de Chaco, Jorge Capitanich, y Entre Ríos, Sergio Urribarri.

Scioli, quien cobró protagonismo durante la campaña electoral en ausencia de Fernández, representa el ala moderada del kirchnerismo, mientras que Urribarri sería el elegido por el sector más radical y cercano a la presidenta.

En cualquier caso, el resultado general, de más de un 65 por ciento de voto opositor, «demuestra que la sociedad está demandando un cambio y de alguna manera está enviando un mensaje a los líderes opositores de que es necesario construir una alternativa de poder de cara al 2015», indicó a Efe el analista político Jorge Arias.

Para Arias, tras las legislativas, «el kirchnerismo queda más cerca del fin de ciclo, pero todavía con reservas en varias provincias como para que, si no se equivoca, terminar razonablemente el periodo de Cristina Fernández».

A ese fin de ciclo político, pero no sólo del kirchnerismo, sino «de los que gobernaron en los últimos 30 años», se refirió hoy Macri, en su cuenta de la red social Twitter, donde se pregunta: «¿por qué tenemos que estar condenados a vivir lo mismo una y otra vez?».

Los próximos pasos de los aspirantes presidenciales serán «muy reveladores» en un país en el que «la política es el territorio de lo imposible», indicó Arias.

De momento, y por los próximos dos años, las legislativas dejan al oficialismo con una ajustada mayoría parlamentaria, que le permiten mantener el control pero con un fuerte retroceso respecto al 54 % del voto cosechado en las presidenciales de 2011.

Buenos Aires, 28 oct (EFE).- La sociedad argentina se enfrenta desde hoy a un nuevo mapa político, después de que los comicios legislativos celebrados el domingo demostraran que aunque el gubernamental Frente para la Victoria (FpV) mantiene la mayoría nacional, en los principales distritos los ciudadanos piden un cambio.

Con un escrutinio del 97 por ciento de las papeletas, el oficialismo se anota el 33 por ciento de los votos y mantiene un ajustado control de ambas cámaras del Congreso, aunque pierde en los cinco distritos electorales más importantes.

Los resultados no han sorprendido en la calle y los argentinos coinciden en que estos comicios han sido un mensaje a la dirigencia política, enviado desde una sociedad que quiere soluciones para problemas como la inflación y la inseguridad.

«Esto marca una tendencia en la sociedad en dar un giro en las políticas que lleva a cabo el gobierno actual, lo que refleja también el estado de madurez de la sociedad en tanto a un cambio», dijo a Efe un joven argentino que también apuntó que no deben olvidarse las conquistas alcanzadas por el kirchnerismo.

El mejor ejemplo del cambio de tendencias es la provincia de Buenos Aires, que concentra a un tercio de los electores, donde el exjefe de Gabinete kirchnerista Sergio Massa logró el 43,9 % de los votos y se impuso al candidato del oficialismo, Martín Insaurralde, por casi 12 puntos de diferencia, según los últimos datos oficiales.

«Hay que cambiar ciertas cosas, todavía el Frente para la Victoria tiene que cambiar ciertas cosas, hacer un ajuste en la política. Pero creo que al final va a triunfar», declaró a Efe una mujer argentina que se declaró admiradora de Cristina Fernández.

Los analistas consultados por Efe también señalan que los resultados de las elecciones legislativas se han quedado dentro de los márgenes de lo previsible.

«No fue sorpresivo el orden de los resultados», indicó a Efe Orlando D’Adamo, director del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano, pero puntualizó que destaca la gran distancia final entre Massa e Insaurralde, ya que «las encuestas indicaban que la diferencia se había acortado y eso no se vio ayer».

La elección estuvo marcada por la ausencia de Fernández, quien se recupera de una intervención craneal, sin embargo, aunque los argentinos perciben que su desaparición de la primera línea de la política es importante, no creen que haya sido determinante para el resultado de las legislativas.

«Fue una circunstancia nada más», subrayó la mujer que se identificó como seguidora de Cristina Fernández al ser preguntada sobre si la ausencia de la líder del FpV había hecho inclinar la balanza de los resultados.

«La presencia de un presidente siempre es importante», recalcó a Efe otro ciudadano que también calificó la información difundida sobre el estado de salud de Fernández como «dudosa».

El resultado le permite al gubernamental FpV mantener una ajustada mayoría en ambas cámaras, pero supone un fuerte retroceso respecto al 54 % cosechado en las presidenciales de 2011.

Buenos Aires, 28 oct (EFE).- El Gobierno de Argentina no dará un golpe de timón en el rumbo económico, a pesar de la influencia que medidas en este campo han tenido para una derrota del oficialismo en las elecciones legislativas del pasado domingo, según analistas consultados hoy por Efe.

Para los expertos, el Ejecutivo podría hacer cambios en el equipo económico, pero ello no supondrá un giro radical en la marcha de la economía, que seguirá creciendo a un ritmo moderado, pero con alta inflación.

Según el economista Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica, la pérdida del caudal de votos del oficialismo, que en dos años cayó del 54 % al 33 %, evidencia el «descontento con la administración pública en varios aspectos» y con una economía cuyo rebote este año resultó insuficiente.

La actividad económica de Argentina creció el 1,9 % en 2012, una brusca desaceleración respecto a 2011, cuando la expansión de la economía de este país suramericano fue del 8,9 %.

Según los últimos datos oficiales disponibles, en los primeros ocho meses de este año la actividad económica argentina acumuló un alza interanual del 5,5 %, rebote que está lejos de la tasa de expansión promedio del 8,3 % anual registrada entre 2003 y 2011.

«Uno espera medidas que ayuden a llegar a 2015 sin recesión, puntuales, pero ya no se esperan medidas estructurales», apuntó a Efe Castiñeira, para quien el Gobierno solo tiene en agenda «llegar sin recesión hasta 2015», cuando se celebrarán comicios presidenciales en Argentina.

Para el experto, la economía argentina muestra signos de deterioro en varios aspectos, como el fiscal, con un déficit cercano al 2,5 % del PIB que se «financia en su totalidad con emisión monetaria», lo que empuja los precios.

Aunque con el resultado electoral el oficialismo mantendrá una ajustada mayoría parlamentaria, el Gobierno ya no tendrá una «fuerte libertad política» para mantener su «fortísima intervención sobre los mercados», dijo a Efe Dante Sica, director de la consulta Abeceb.

«El Gobierno va a sentirse obligado a tomar medidas, pero que en el fondo son para ganar tiempo, van a tratar de poner parches para recuperar aire, pero no van a corregir los desequilibrios de base», sostuvo el experto.

De movida, un día después de la elección, el Gobierno flexibilizó hoy el ingreso de dólares al país para invertir en bienes de capital y pagar impuestos.

Pero para Sica, «no hay margen político por parte de el Gobierno para un cambio profundo» y aún una renovación de nombres en el equipo económico no será decisiva y las condiciones macroeconómicas se mantendrán.

«En los próximos dos años vamos a tener un ciclo de crecimiento bajo pero con inflación alta. No veo una perspectiva de una política de combate a la inflación», apuntó el experto.

El nivel de precios es uno de los asuntos más preocupantes en Argentina, donde, según datos oficiales, en los primeros nueve meses del año la inflación acumulada fue del 7,4 %.

El Gobierno prevé que este año la inflación será del 11,2 %, pero para analistas privados los precios crecen en realidad a un ritmo del 25 % anual.

De acuerdo con el último informe del Índice de Clima de Negocios (ICN), elaborado por la Universidad de Belgrano, el escenario de bajo crecimiento con alta inflación hace que la rentabilidad empresaria se mantenga en bajos noveles.

Ello impactó negativamente en el ICN del tercer trimestre de este año, que registró una caída interanual del 3,3 %, con lo que acumuló diez trimestres consecutivos de variación negativa.

«La incertidumbre permanecerá elevada debido a que se observa un comportamiento creciente del déficit fiscal, con emisión monetaria en un contexto de pérdidas de reservas. La evolución de estas variables -del modo en que se vienen desarrollando- difícilmente sea sostenible en el tiempo», señala el informe.

Según Sica, «todos los empresarios tienen una mirada pesimista al corto plazo, pero optimista al mediano plazo» y los mercados, de a poco, «están empezando a descontar el ciclo político que viene».

«El 2015 será mejor que el 2014 porque, mucho más perfilados los candidatos presidenciales, los mercados van a empezar a acompañar las medidas de lo que viene. Muchas veces, los mercados financian al que se va y empiezan a mirar al que viene», apuntó.

Natalia Kidd

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