Una radiografía muestra una bala alojada en la cabeza de un bebé. La imagen difundida por la organización Syria Relief busca mostrarle al mundo que las madres gestantes se han convertido en el nuevo blanco de los francotiradores.
David Nott, un cirujano británico relata a CNN que durante su voluntariado en un hospital sirio tuvo que asistir a varias mujeres
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que llegaban con
de bala.
Eran mujeres de siete, ocho y nueve meses de gestación “lo que significa que era bastante obvio para cualquiera que estas mujeres estaban embarazadas”, aseguró Nott.
Las imágenes de Syria Relief muestra también a una niña recostada en su
cama de hospital
con una herida en la cabeza. Otra de cinco año se encuentra sobre una sábana verde con una herida en la frente.
Según el médico voluntario el 90% de las cirugías que realiza al día son heridas ocasionadas por francotiradores, y son sospechosamente similares.
Un día podía recibir de 10 a 15
con heridas en la ingle izquierda, al siguiente tuvieron el mismo número de heridos pero esta vez en la ingle derecha. “Es como si hubieran hecho un concurso”, afirma Nott.
Esta denuncia se realiza en el marco de la búsqueda de
armas químicas
en territorio sirio por parte de una comitiva de la ONU, a la cual el presidente Bashar Al-Assad se comprometió a colaborar.
Un
que según la organización Atrocity
Supply Chain
ha cobrado la vida de 4 mil
desde marzo de 2011.