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La UE evita comprometer dinero o nuevos medios ante la inmigración irregular

Bruselas, 25 oct (EFE).- Los líderes de la Unión Europea (UE) evitaron hoy comprometer dinero o nuevos instrumentos para frenar la creciente llegada de inmigrantes irregulares, pese a estar de acuerdo en que hace falta una «acción firme» si se quiere evitar tragedias como la ocurrida en Lampedusa.

Presionados por Italia, España y el resto de los países afectados por la inmigración a través del Mediterráneo, los veintiocho socios comunitarios se comprometieron a abordar las causas del fenómeno y a buscar fórmulas a corto, medio y largo plazo.

«Todos estamos de acuerdo en que hay que compartir responsabilidades con los Estados miembros más afectados por los flujos migratorios», dijo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en rueda de prensa al término de la cumbre de la UE.

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El máximo responsable del Consejo reconoció, no obstante, que el debate de los líderes hoy fue solo «general» y que se espera que «la toma de decisiones» se produzca en la cita de diciembre, cuando el Grupo de Trabajo sobre el Mediterráneo recién constituido presentará «propuestas operativas» sobre la manera de atajar el fenómeno migratorio.

También indicó que en junio de 2014 los líderes de la Unión analizarán las cuestiones relacionadas con el asilo y la inmigración, en el marco de una «reflexión más a largo plazo» sobre la forma de hacer frente al problema.

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, recordó que las instituciones europeas «no tienen buques ni aviones, sino que deben contar con los medios de los Estados miembros».

Explicó que algunos países ya se han comprometido a aportar más instrumentos y un apoyo financiero.

La CE presiona desde hace meses a los Estados para que adopten un nuevo enfoque en relación a la inmigración basado en la mejora de la cooperación con las naciones de origen y tránsito, la apertura de vías para facilitar la inmigración regular y un reparto entre países en el reasentamiento de los refugiados.

El texto acordado por los líderes comunitarios menciona la necesidad de reforzar la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) y de poner en marcha lo antes posible el recién estrenado Sistema Europeo de Vigilancia de Fronteras (Eurosur).

También insiste en la necesidad de mejorar la cooperación con los países de origen y tránsito de los flujos migratorios, así como de impulsar la lucha contra el tráfico de seres humanos.

Los líderes piden que el Grupo de Trabajo para el Mediterráneo «identifique, sobre la base de los principios de prevención, protección y solidaridad, las acciones prioritarias para un uso más eficiente a corto plazo de las políticas y herramientas europeas».

El primer ministro italiano, Enrico Letta, que había presionado para incluir el tema migratorio en la agenda tras la tragedia de Lampedusa, donde cientos de inmigrantes indocumentados fallecieron en el naufragio de sus embarcaciones cuando trataban de alcanzar las costas europeas, consideró un «paso adelante» la solidaridad mostrada por los líderes comunitarios.

Sin embargo, advirtió de que no será suficiente si no se dan «pasos concretos» antes de finales de año.

Por su parte, el presidente de Francia, François Hollande, subrayó la necesidad de reforzar con «urgencia» las capacidades para controlar el movimiento de personas en «un cierto número de vecinos del otro lado del Mediterráneo y, específicamente, Libia».

Hollande alertó de una posible avalancha de refugiados sirios y defendió la necesidad de ofrecerles asilo en Europa, dado el alto número de ciudadanos sirios que se encuentran ya en países vecinos, como Jordania, Líbano o Turquía.

La canciller alemana, Angela Merkel, señaló, por su parte, que la Unión Europea aprovechará la cumbre UE-África de 2014 para tratar estas cuestiones con los países de origen y tránsito de los flujos migratorios. Marta Borrás

Bruselas, 25 oct (EFE).- Amnistía Internacional lamentó hoy que los jefes de estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) no hayan acordado durante su cumbre trimestral acciones concretas en materia de inmigración para proteger las vidas de los inmigrantes y refugiados que llegan a las costas comunitarias.

Los líderes de los Veintiocho debatieron sobre la política migratoria durante la cumbre celebrada este 24 y 25 de octubre en Bruselas a instancias de los países mediterráneos, que solicitaron incluir el tema en la agenda tras el hundimiento de una embarcación frente a la isla italiana de Lampedusa en el que fallecieron cientos de inmigrantes.

Sin embargo, el Consejo evitó comprometer dinero o nuevos instrumentos para frenar la creciente llegada de inmigrantes irregulares y se limitó a señalar la necesidad de una «acción firme» y de «solidaridad» con los países más afectados por el fenómeno.

«Las conclusiones del Consejo sobre inmigración reflejan, dolorosamente, que las expresiones de tristeza y solidaridad no eran más que lágrimas de cocodrilo», afirmó en un comunicado el director de la oficina de Amnistía Internacional para las instituciones europeas, Nicolas Beger.

«Está claro que la prioridad de Europa no es salvar vidas o proteger a las personas en las fronteras, sino prevenir que llegue gente a Europa a toda costa, incluso si estas personas necesitan seguridad o protección», añadió.

La ONG señaló en su comunicado que «ninguna de las medidas mencionadas en las conclusiones de la cumbre sirve para prevenir más pérdidas de vidas en el Mediterráneo», y destacó que el documento no hace referencia a la capacidad de rescate en el mar o a la necesidad de abrir rutas más seguras para los refugiados que se dirigen a Europa.

«Las medidas propuestas se centran de nuevo en aumentar la vigilancia de las fronteras, lo que llevará sencillamente a que estas personas tomen rutas más arriesgadas para llegar a Europa», reza la nota.

Asimismo, Amnistía Internacional criticó que la UE no establezca que las vidas y derechos humanos deben ser una prioridad de los estados a la hora de cooperar en el control migratorio con los países de origen de inmigrantes y refugiados.

En este sentido, instó a los Veintiocho a «abrir los ojos ante las violaciones de derechos humanos en estos estados».

Por último, la ONG llamó a la Unión a actuar «ahora» y cambiar los fundamentos de la política migratoria comunitaria.

No obstante, no está previsto que los Veintiocho adopten medidas concretas hasta la próxima cumbre comunitaria, en diciembre.

Bruselas, 25 oct (EFE).- Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) cerraron hoy la segunda jornada de su cumbre de otoño con un debate sobre la política migratoria con vistas a evitar nuevas catástrofes humanitarias como la de la isla italiana de Lampedusa, que costó la vida a cientos de personas.

«Hemos acordado que debe adoptarse una acción decidida para prevenir la pérdida de vidas y evitar que tragedias de este tipo vuelvan a ocurrir», dijo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en una rueda de prensa al término de la reunión.

Los países del sur de Europa, con Italia a la cabeza, insistieron en la necesidad de dar una respuesta común a este problema que consideran europeo, pero solo lograron una declaración de intenciones general sobre la necesidad de tratar el asunto en origen y promover la solidaridad entre Estados miembros.

Los líderes europeos se comprometieron, no obstante, a revisar esta cuestión en su cumbre de junio de 2014.

«Nuestra acción estará guiada por tres valores: prevención, protección y solidaridad», dijo Van rompuy, al tiempo que explicó que los Veintiocho quieren ir a la raíz del problema de los flujos migratorios y trabajar con los países de origen y tránsito.

En este contexto, la UE prestará especial atención a la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de seres humanos, tanto en el territorio comunitario como en los países de origen y tránsito.

Para favorecer la protección de vidas, Van Rompuy reclamó la rápida implementación del Sistema Europeo de Vigilancia de Fronteras (Eurosur) y recordó que solo en la noche del pasado jueves se produjeron seis operaciones de rescate que salvaron la vida a más de 700 personas.

«Todos estamos de acuerdo en que se puede hacer más, por eso pedimos al nuevo Grupo Especial para el Mediterráneo que proponga pronto medidas para hacer un uso más eficiente de las políticas europeas», añadió.

También dijo que la UE se compromete a revisar este asunto en diciembre y en junio del año que viene.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, por su parte, subrayó que «tenemos que actuar ahora, no podemos permitir que miles de personas mueran» y aseguró que el sentido de urgencia que existe en la actualidad se va a traducir en acciones.

El jefe del Ejecutivo comunitario se comprometió en esta línea a presentar el informe de la nueva fuerza para el Mediterráneo en diciembre.

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