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Netanyahu asegura que expondrá la verdad sobre Irán tras su acercamiento a EEUU

Jerusalén, 29 sep (EFE).- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó anoche antes de partir hacia Washington, que expondrá «la verdad» sobre Irán ante la Asamblea General de la ONU, a la luz de los últimos gestos de acercamiento de ese país y EEUU.

«Diré la verdad (que se esconde) frente a las dulces conversaciones y el ímpetu de las sonrisas. Uno debe mostrar hechos y exponer la verdad. Dar a conocer la verdad es vital para la seguridad del Estado de Israel», dijo Netanyahu antes de partir a última hora de ayer hacia EEUU, según un comunicado divulgado hoy por su Oficina.

El jefe del Ejecutivo israelí tiene previsto entrevistarse mañana lunes en Washington con el presidente estadounidense, Barack Obama, antes de desplazarse a Nueva York, para tomar parte el martes en período de sesiones de la Asamblea General como uno de los últimos oradores.

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«Representaré a los ciudadanos de Israel, a nuestros intereses nacionales, nuestros derechos como pueblo, nuestra determinación de defendernos a nosotros mismos y nuestra esperanza de paz», señaló antes de abordar el avión con destino a la capital de EEUU.

Obama y el presidente de Irán, Hasan Rohaní, mantuvieron el viernes una histórica conversación, la primera entre los máximos líderes de ambos países desde 1979, sobre el programa nuclear de Teherán que alienta las expectativas de un posible acuerdo global al respecto.

Israel considera dicho programa una amenaza existencial y no confía en que tenga fines exclusivamente pacíficos como sostienen los líderes iraníes, por lo que numerosos dirigentes israelíes han defendido el uso de la fuerza para impedirlo.

Jerusalén, 29 sep (EFE).- La inteligencia israelí detuvo a un presunto espía nacido en Irán y nacionalización belga, con fotos de la embajada de EEUU en Tel Aviv, y que supuestamente colaboraba con la Guardia Revolucionaria iraní.

Así lo informó hoy el Servicio de Seguridad Interior israelí, Shin Bet, que identificó al sospechoso como Ali Mansuri, de 55 años, quien entró en el país con un pasaporte belga y bajo el nombre de Alex Mans.

Mansuri es sospechoso de haber fotografiado la Embajada estadounidense en Tel Aviv con la intención de pasar la información a Irán, según el servicio secreto Shabak, aunque sus abogados aseguran que es un mero «empresario».

El sospechoso fue detenido el pasado día 11 en el aeropuerto internacional de Ben Gurión, próximo a Tel Aviv, cuando iba a salir del país con las fotografías.

El Shabak sospecha que fue reclutado por una unidad especial de la Guardia Revolucionaria responsable de cometer ataques terroristas en todo el mundo.

De acuerdo a este organismo, Mansuri confesó a los investigadores israelíes cómo había sido reclutado por la inteligencia iraní, acusación que la defensa ha desmentido en declaraciones a la edición por internet del diario Yediot Aharonot.

«Se trata de un empresario, un ciudadano belga que no tiene ninguna agenda anti-israelí o pro-iraní», aseguraron los abogados de oficio que le representan, que también se quejaron de que no se les permitió reunirse con él hasta el pasado día 20.

El supuesto espía realizó viajes a Israel en julio de 2012, enero de 2013, y su última visita al país comenzó el 3 de septiembre y acabó con su arresto el 11 de este mes.

Las sospechas del Shabak apuntan a que el detenido trataba de establecer conexiones comerciales y firmar contratos con empresarios en Tel Aviv como parte de una actividad tapadera para cubrir sus actividades de espionaje en colaboración con las autoridades iraníes.

Según medios locales, supuestamente iba a recibir un millón de dólares por su información.

A principios de mes, un hombre de 46 años residente en Jerusalén y miembro de la facción ultra-ortodoxa judía Naturei Karta, contraria al sionismo, fue detenido y acusado de ofrecerse como espía al gobierno iraní.

De acuerdo a la imputación, el individuo fue acusado de haber contactado con un agente extranjero con la intención de cometer una traición -al tratarse de un país enemigo de Israel- y ofrecer sus servicios como espía.

Jerusalén, 29 sep (EFE).- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha viajado a EEUU desconcertado por el acercamiento de este país con Irán después de tres décadas y expondrá al presidente norteamericano, Barack Obama, su desconfianza sobre las intenciones del nuevo líder iraní, Hasan Rohaní.

«Diré la verdad (que se esconde) frente a las dulces conversaciones y el ímpetu de las sonrisas. Uno debe mostrar hechos y exponer la verdad. Dar a conocer la verdad es vital para la seguridad mundial y la seguridad del Estado de Israel», dijo Netanyahu antes de partir.

El líder israelí, que se vio sorprendido por la histórica conversación telefónica del viernes entre Obama y Rohani, tiene previsto reunirse mañana, en Washington, con el presidente estadounidense.

Un día después, participará en Nueva York en la Asamblea General de la ONU, donde dijo que revelará algunos detalles técnicos para tratar de demostrar que el programa nuclear clandestino iraní sigue adelante.

Para el Estado judío se trata ésta de una «cuestión existencial» y no confía en que las aspiraciones nucleares de Irán tenga fines exclusivamente pacíficos -como sostienen sus líderes-, por lo que numerosos dirigentes israelíes han defendido el uso de la fuerza para impedirlo.

«Israel necesita aclaraciones sobre las intenciones de Washington, saber dónde han quedado las garantías que le dio Obama de que Teherán no alcanzará la capacidad nuclear bajo ninguna circunstancia», dijo a Efe una fuente diplomática israelí que pidió no ser identificada.

Las garantías formaron parte de un meticuloso proceso de «persuasión» emprendido por Washington el año pasado para frenar lo que parecía un inminente ataque de Israel a las instalaciones nucleares de Irán, e incluían mayores sanciones y, en último recurso, la disposición de la Casa Blanca a usar la fuerza militar.

Y aunque Netanyahu fue informado de la histórica conversión telefónica entre Obama y Rohani minutos antes de que tuviera lugar -según el diario local Yediot-, el desconcierto de Israel no parece ser menor.

«En Israel no sabían si reirse o si llorar cuando descubrieron sobre qué bases se apoya la teoría de reconciliación de la Administración (estadounidense) con Irán», escribe hoy el comentarista Alex Fishman, para quien «no es raro que haya una sensación de abandono en Israel y en los otros aliados de EEUU» en la región.

Agrega que para todos esos gobiernos los «gritos de alegría» procedentes de Washington por los recientes logros diplomáticos en Siria e Irán no son más que «un ejercicio de relaciones públicas» con el que se trata de ocultar «la falta de acción de una Administración confusa y de una potencia cada vez más debilitada».

Otros comentaristas locales destacan que a final de cuentas Israel «vuelve a encontrarse sola» frente a la amenaza de Irán, y ni siquiera los más moderados, como el veterano Eitan Haber, ex jefe de gabinete de Isaac Rabín, abre esta vez una ventana al optimismo.

«Se sabe hoy que los iraníes están a dos pasos de la bomba nuclear y por ello debemos pensar y actuar como si ya la tuviesen», considera quien, casi por norma, aplaude los esfuerzos diplomáticos de EEUU y su compromiso con la seguridad israelí.

La intención de Netanyahu es obtener respuestas de la Casa Blanca sobre la nuevo senda que ha tomado Washington, y conocer cuál es la nueva línea roja que se ha fijado Obama.

A este respecto, y en un intento de tranquilizar a los gobiernos pro-occidentales de Oriente Medio, la asesora de Seguridad Nacional estadounidense, Susan Rice, aseguró este domingo que las condiciones de la comunidad internacional a Teherán siguen siendo las mismas y que las sanciones no serán levantadas hasta que sean cumplidas.

Sobre los temores de que Irán esté tratando de ganar tiempo para enriquecer uranio subrayó que «estamos en contacto con nuestros aliados» y sin entrar en detalles afirmó que todos «están en la misma página».

Misma página o mismo capítulo, Netanyahu adelantó que mañana presentará a Obama pruebas de que Irán no ha dado ningún paso atrás en sus aspiraciones.

«Hay que contar los hechos, exponer la verdad», insistió en declaraciones a la prensa poco antes de subir al avión que le trasladó a EEUU para un viaje con el que -dijo- quiere «defender los intereses y derechos (de los israelíes) como pueblo» y reiterar «la determinación de Israel para defenderse por sí sola».

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