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Piñera cerrará el penal en el que presos por violar DDHH gozaban de privilegios

Santiago de Chile, 26 sep (EFE).- El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció hoy el cierre del penal Cordillera, donde están los principales represores de la dictadura de Augusto Pinochet condenados por graves violaciones a los derechos humanos, tras denuncias de que gozaban de privilegios.

El mandatario chileno tomó esta decisión después de que en una entrevista televisiva, Manuel Contreras, exjefe de la DINA (policía política del régimen militar), evidenciara los privilegios de que gozaban los diez reclusos albergados en ese establecimiento penitenciario.

«El Gobierno, tomando en consideración tres principios, primero la igualdad ante la ley; segundo, la seguridad de los internos; y tercero, el normal y más eficiente funcionamiento de Gendarmería (guardia de prisiones), ha tomado la decisión de cerrar el centro penitenciario Cordillera», señaló Piñera en el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo.

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El mandatario chileno agregó que con esta determinación se están satisfaciendo fundamentos «que deben regir en todos los actos y acciones» del Ejecutivo.

Sin especificar una fecha, Piñera precisó que los diez internos que se encuentran en el penal Cordillera, serán trasladados a Punta Peuco, otra cárcel especial para violadores de los derechos humanos, situada a 35 kilómetros al norte de Santiago, por personal de Gendarmería «en el momento oportuno».

«Por supuesto que el Gobierno, al tomar esta decisión, ha tomado en cuenta las disponibilidades del centro penitenciario Punta Peuco, que tiene todas las facilidades y capacidades para recibir a los 10 reclusos», añadió.

En tanto, la expresidenta y actual candidata de la oposición a las elecciones presidenciales de noviembre próximo, Michelle Bachelet, destacó la decisión del mandatario chileno.

«Decir que cuenta con todo nuestro apoyo para llevar adelante esta decisión», señaló Bachelet.

«Creo que el país está políticamente en condiciones para hacer esta iniciativa. Claramente es la decisión correcta porque se basa en que el país está en condiciones políticas para ello», añadió.

Los privilegios del penal Cordillera, confirmados en una posterior inspección la fiscal María Loreto Gutiérrez, provocaron un gran malestar social en momentos en que Chile conmemoraba el 40 aniversario del golpe de Estado que el 11 de septiembre de 1973 derrocó al presidente Salvador Allende.

El informe de la fiscal confirmó las «buenas condiciones materiales» en que se encuentran los militares recluidos, que viven «en cinco cabañas que cuentan con servicios higiénicos, duchas, agua caliente, luz natural, buena ventilación, bien equipadas».

Manuel Contreras dispone de una cabaña para él solo mientras los demás internos comparten habitación, pero todos tienen acceso a radio, música, televisión, lectura, actividades deportivas y religiosas y autorización para hacer llamadas telefónicas.

En cuanto a la alimentación, «se preparan dietas según el estado de salud de cada uno, supervisada por una nutricionista» y además son atendidos por un médico, un psicólogo, un asistente social, tres paramédicos y un kinesiólogo.

«En casos de emergencia, son trasladados al Hospital Militar, que se encuentra a sólo cinco minutos» de la cárcel, añadió el informe.

De hecho, el general Contreras concurre desde mayo pasado al nosocomio tres días a la semana para ser dializado debido a problemas renales.

Uno de los reclusos, el general Odlanier Mena, condenado a seis años de presidio, disfruta desde 2011 del beneficio de salida durante los fines de semana, mientras los demás, que han solicitado otros beneficios, han tenido respuestas negativas.

En tanto, un informe judicial efectuado por el fiscal de la Corte de Apelaciones, Daniel Calvo reveló este jueves las «excelentes condiciones» de que dispone el régimen carcelario en Punta Peuco.

Santiago de Chile, 26 sep (EFE).- Diez de los mayores represores de la dictadura chilena, entre ellos Manuel Contreras, condenado a más de 300 años de prisión, serán trasladados de una calificada «cárcel de 5 estrellas» a otra de cuatro, tras el anuncio del presidente Sebastián Piñera de cerrar el penal Cordillera.

Del penal Cordillera, situado en el municipio santiaguino de Peñalolén, en las faldas de Los Andes, serán trasladados a la prisión militar de Punta Peuco, otra cárcel para violadores de los derechos humanos, al norte de Santiago, que prácticamente tiene las mismas comodidades de la primera, según fuentes judiciales.

«El Gobierno, tomando en consideración tres principios, primero la igualdad ante la ley; segundo, la seguridad de los internos; y tercero, el normal y más eficiente funcionamiento de Gendarmería (guardia de prisiones), ha tomado la decisión de cerrar el centro penitenciario Cordillera», señaló Piñera en el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo.

El mandatario precisó que «por supuesto que el Gobierno, al tomar esta decisión, ha tomado en cuenta las disponibilidades del centro penitenciario Punta Peuco, que tiene todas las facilidades y capacidades para recibir a los 10 reclusos».

Punta Peuco, creado en 1995 por el presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000), que cuenta con una capacidad de albergar a 48 internos, es ocupado a la fecha por 44 reclusos, quienes son custodiados por 66 funcionarios de gendarmería.

En la actualidad, el penal Cordillera, considerado por las familias de las víctimas de la dictadura como una «cárcel 5 estrellas» sólo tiene diez internos, al que custodian un total de 40 gendarmes.

Fue construido en 2004 por decreto del presidente Ricardo Lagos Escobar (2000-2006) en un terreno ubicado a un costado del Comando de Telecomunicaciones del Ejército de Chile. Era un antiguo centro de vacaciones, que fue adaptado para recibir a los reclusos.

La fiscal María Loreto Gutiérrez confirmó en una inspección al penal Cordillera, que los principales represores de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) viven cómodamente en cinco cabañas que cuentas con servicio higiénicos, duchas, agua caliente, luz natural, buena ventilación «bien equipadas».

Manuel Contreras dispone de una cabaña para el sólo mientras los demás reclusos comparten habitación, pero todos tienen acceso a radio, música, televisión, lectura, actividades deportivas y autorización para realizar llamadas telefónicas.

Este jueves, horas antes del anuncio del presidente Piñera, se conoció el informe elaborado por el fiscal judicial de la Corte de Apelaciones, Daniel Calvo, en el que reveló las «excelentes condiciones» de que dispone el régimen carcelario en Punta Peuco.

Calvo precisó en su informe que el recinto carcelario posee cuatro módulos, cada uno con su propio patio, sala de estar, baño y cocina, enfermería, dos canchas de recreación, un área de kinesiología, biblioteca y sala multiuso.

Constató que cada interno vive en excelentes condiciones ya que cada uno posee su propia cama, buen colchón, ropa de abrigo suficiente e incluso, algunos tienen calefacción propia y cada habitación tiene su baño propio.

Precisó que cada módulo cuenta con cocina equipada con refrigerador, hervidor (tetera eléctrica), servicio, y microondas en el que preparan los alimentos proporcionados por sus familiares.

En relación con los beneficios carcelarios, como salidas de fin de semana, 12 internos gozan de éstos. Los reos también cumplen turnos para «repartir la alimentación y realizar el aseo de módulos».

La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, dijo hoy que el traslado mantendrá a los represores en la misma línea en la que se han mantenido hasta hoy.

«Seguirá existiendo una cárcel especial y eso no puede ser posible», enfatizó.

En tanto, el diputado y miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Tucapel Jiménez, celebró la decisión de Piñera, aunque planteó que «si el argumento para cerrar el penal Cordillera es la igualdad ante la ley, deberíamos en forma inmediata cerrar Punta Peuco, que también mantiene privilegios para los internos».

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