El primer ministro británico, David Cameron, anunció que el Reino Unido no participará en una posible intervención a Siria, después de un agitado debate en el Parlamento británico anoche.
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Por la estrecha diferencia de 13 votos (272 votos a favor y 285 en contra), Cameron tuvo que admitir que la moción del Ejecutivo fue rechazada y “el Parlamento y los británicos no desean ver una acción militar”.
Tras esta abrupta decisión, el Gobierno estadounidense anunció que cambiará su posición y está dispuesto a emprender un ataque unilateral contra Siria, aún sin contar con la complicidad de Reino Unido o el beneplácito de la ONU.
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Un portavoz del presidente aseguró que Estados Unidos tomará sus “propias decisiones” según su “propio calendario”. Por otra parte, señaló que Estados Unidos no tiene interés en el informe de los inspectores de la ONU, que solo tienen mandato de confirmar si se usaron armas químicas, lo que hasta el régimen sirio admite.
La reunión de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, que se realizó ayer, concluyó sin resultados. En este segundo encuentro, de nuevo los representantes de Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido no lograron llegar a un acuerdo sobre la acción a tomar frente a Siria.
Hasta ahora, Rusia ha rechazado responsabilizar el régimen sirio del supuesto ataque químico de la pasada semana en las afueras de Damasco y en los últimos días se ha opuesto firmemente a la posibilidad de lanzar ataques militares de represalia contra objetivos oficiales.
Mientras tanto, se espera que el equipo de inspectores de la ONU que investiga el posible uso de armas químicas en Siria, tenga previsto terminar hoy la inspección y salir del país mañana, cuando se espera que le entreguen los primeros resultados de las pesquisas al secretario general, Ban Ki-moon.
Sospecha
1000
Personas habrían sido afectadas por gas sarín en el ataque del miércoles, según agencias de inteligencia estadounidense.
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