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Bo Xilai admite en su juicio haber “cometido errores”

Jinan (China), 24 ago (EFE).- El exdirigente chino Bo Xilai admitió hoy haber «cometido errores», pero rechazó los cargos de malversación y abuso de poder que se le imputan, en el tercer día del juicio que se le sigue y que tuvo su punto álgido en un careo entre el antiguo líder y quien fuera su mano derecha, Wang Lijun.

De acuerdo con la transcripción oficial del juicio que ha difundido en internet el Tribunal Intermedio de Jinan (este de China), Bo pareció rebajar un tanto la combatividad mostrada en los dos primeros días del proceso, cuando rebatió tajantemente el resto de los cargos que se le imputan, en torno a la aceptación de sobornos.

Así, admitió «graves errores de juicio» en el manejo del escándalo a raíz del asesinato del empresario británico Neil Heywood en noviembre de 2011 en Chongqing, la ciudad donde entonces era mandamás.

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También aceptó «cierta responsabilidad» al examinar el cargo de malversación de cinco millones de yuanes (800.000 dólares) de fondos públicos.

Aunque según su versión fue su esposa Gu Kailai quien se apropió de este dinero, él admitió que debía haber hecho más para devolver los fondos.

«Me siento avergonzado», señaló, en una declaración en la que también reconoció haber mantenido relaciones extramatrimoniales a finales de los años noventa que motivaron que su esposa se trasladara con el hijo de ambos, Bo Guagua, al Reino Unido durante varios años.

El mandatario acusó a su esposa de declarar en su contra, dado que sobre ella pesa una condena a muerte por el asesinato de Heywood que puede verse conmutada a cadena perpetua si muestra buen comportamiento, por lo que le conviene denunciarle.

Pero el punto álgido de la vista de hoy se produjo cuando entró en la sala de audiencias Wang Lijun, el hombre que, al buscar refugio en febrero de 2012 en un consulado estadounidense, destapó los hechos en torno a la muerte de Heywood y provocó la caída en desgracia de Bo, en el mayor escándalo político en décadas en China.

Wang cumple desde septiembre del año pasado 15 años de prisión por deserción, manipulación de la ley, abuso de poder y corrupción, todos ellos cargos relacionados con el escándalo.

Ambos coincidían por primera vez desde enero de 2012, cuando una pelea entre los dos acabaría desencadenando la fuga de Wang al consulado.

De acuerdo con la versión de Bo, Wang le había informado de la muerte de Heywood en enero de 2012 y de que «había rumores» sobre la participación de Gu.

Ella, dijo Bo, «me convenció de que no le había asesinado» y le mostró un certificado de defunción, firmado por la esposa de Heywood, que estipulaba el exceso de bebida como la causa de la muerte.

Confrontó entonces de nuevo a Wang, quien esta vez responsabilizó explícitamente a Gu de la muerte.

Según su propia versión, Bo, encolerizado, abofeteó a su subordinado y rompió un jarrón.

El exdirigente declaró que asume su «responsabilidad» en la fuga del antiguo jefe de Policía al consulado estadounidense.

No obstante, Bo aseveró que no abusó de su poder para presentar «pruebas falsas, certificados médicos falsificados» o para ordenar que se publicara en Weibo -el Twitter chino- un anuncio que decía que Wang Lijun se encontraba de retiro para un «tratamiento médico», y justificar su ausencia.

Por su parte, Wang Lijun se describió hoy como «amigo» y «víctima» del antiguo dirigente chino.

Según la versión del exjefe de Policía, quien precisó que Bo le dio un puñetazo en el oído que le hizo sangrar en su enfrentamiento del 29 de enero, le dijo «de manera muy calmada que debía afrontar la situación».

Wang decidió fugarse porque su situación «era peligrosa… Yo había sufrido violencia y todos mis colegas e investigadores implicados en aquel caso habían desaparecido».

Durante la mañana, el tribunal examinó los cargos de malversación, según los cuales Bo se apropió de los fondos públicos porque necesitaba dinero para sufragar la educación de Guagua, quien cursó sus años escolares en la exclusiva escuela privada británica Harrow y que en la actualidad estudia en Estados Unidos.

Bo aludió a los ingresos de su esposa como abogada para rechazar ese supuesto.

«Gu ha testificado que su firma de abogados tenía cinco sucursales, la situación económica era muy buena. Gu también me dijo que Guagua era un estudiante excepcional y había conseguido becas», declaró el exdirigente de Chongqing.

El juicio, que se ha alargado dos días más de lo esperado, se reanudará mañana, domingo. Paloma Almoguera

Jinan (China), 25 ago (EFE).- El juicio contra el ex dirigente chino Bo Xilai en el Tribunal Intermedio de Jinan, donde se le acusa de cargos de aceptación de sobornos, malversación de fondos y abuso de poder, quedó suspendido hoy hasta mañana, lunes.

En la sesión de hoy, en la que se examinó el testimonio prestado el sábado por el antiguo «número dos» de Bo, Wang Lijun, el ex secretario general del Partido Comunista en Chongqing (centro de China) rebatió las acusaciones de su antiguo subordinado, al que acusó de mentir.

Bo rechazó que, como asegura Wang, en la disputa que ambos sostuvieron el 29 de enero de 2012 -en la que el ex jefe de Policía le reveló a su superior que la esposa de éste, Gu Kailai, había asesinado dos meses antes al empresario británico Neil Heywood- le propinara un puñetazo en el oído, pues «no tengo nociones de boxeo». Bo sí reconoce que le abofeteó.

Wang, al buscar refugio en febrero de 2012 en un consulado estadounidense, destapó las circunstancias sospechosas de la muerte de Heywood en noviembre de 2011 y provocó la caída en desgracia de Bo, en el mayor escándalo político en décadas en China.

El ex jefe de Policía cumple desde septiembre del año pasado 15 años de prisión por deserción, manipulación de la ley, abuso de poder y corrupción, todos ellos cargos relacionados con el escándalo.

Según el diario «South China Morning Post», que cita a tres fuentes que no identifica, Wang sufrió una apoplejía en algún momento no determinado antes de su comparecencia y se presentó en la sala de audiencias en silla de ruedas.

Wang Lijun se describió como «amigo» y «víctima» del antiguo dirigente chino, y afirmó que decidió fugarse al consulado estadounidense porque su situación «era peligrosa… Yo había sufrido violencia y todos mis colegas e investigadores implicados en aquel caso habían desaparecido».

El juicio contra Bo, que pone fin al mayor escándalo en décadas en la política china, continuará el lunes, cuando se espera que se terminen de examinar los cargos de abuso de poder en torno al «caso Heywood» y que la fiscalía y la defensa presenten sus alegatos.

Los primeros días del juicio se dedicaron a examinar los cargos de aceptación de sobornos, que atribuyen a Bo haber recibido cerca de 3,5 millones de dólares de los empresarios Tang Xiaolin y Xu Ming, así como haberse apropiado de cinco millones de yuanes (800.000 dólares) de fondos públicos.

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