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El régimen sirio lanza una gran ofensiva para capturar el feudo rebelde de Al Quseir

El Cairo, 25 may (EFE).- Las tropas del régimen sirio, junto a milicianos del grupo chií libanés Hizbulá, lanzaron hoy su mayor ofensiva contra Al Quseir desde el inicio de la batalla por el control de esta estratégica ciudad, causando decenas de muertos.

En el séptimo día de la operación militar contra Al Quseir, las fuerzas gubernamentales recrudecieron sus ataques terrestres y sus bombardeos con artillería pesada y proyectiles de mortero con el objetivo de irrumpir definitivamente en la ciudad, fronteriza con el Líbano.

El activista Emar al Quseir, portavoz en la zona de la opositora red Sham, dijo a Efe por teléfono que los bombardeos y los nuevos intentos del régimen y sus aliados de Hizbulá de entrar en Al Quseir son «el ataque más violento» registrado en siete días de operaciones.

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Esta fuerza conjunta trata de entrar por el sector este, donde hay dos cuarteles, y lanza sus proyectiles desde los alrededores de Al Quseir y desde aldeas del oeste ocupadas por Hizbulá, explicó el opositor.

El portavoz de la red Sham apuntó que aviones no tripulados de Hizbulá, que junto con Irán es el principal valedor del régimen de Damasco en la región, sobrevuelan la zona en campañas de reconocimiento.

Esta fuerte ofensiva causó en esta jornada al menos 30 muertos, 27 de ellos insurgentes, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

En cuanto al bando rival, Emar al Quseir y grupos opositores como los Comités de Coordinación Local anunciaron la muerte de unos 45 milicianos de Hizbulá en los combates.

El Observatorio explicó que los bombardeos y los combates castigan también la localidad de Al Dabaa, donde hay un importante aeródromo militar, las aldeas Al Hamidiya y Aryun, e incluso la ciudad de Homs.

«El bombardeo de hoy es el más intenso desde el comienzo de la ofensiva el pasado domingo», subrayó en un comunicado el Observatorio, con base en Londres y con una amplia red de activistas sobre el terreno.

En cuanto al aeródromo de Al Dabaa, controlado por los rebeldes, este grupo de derechos humanos dijo que está sometido a un intenso bombardeo y que sus alrededores son escenario de duros combates.

Por su parte, la agencia estatal de noticias siria Sana informó de que las tropas regulares mataron hoy a «varios terroristas» y destruyeron sus «guaridas» en Al Quseir, situada en la central provincia de Homs.

De acuerdo a su versión, varios miembros de los «grupos terroristas armados», como se refieren a los rebeldes, se rindieron al Ejército en el sector norte de la ciudad.

Las tropas gubernamentales lograron, además, destruir algunas barreras y túneles, y desactivaron minas y artefactos explosivos que los terroristas colocaron en calles y viviendas, agregó Sana.

Al Quseir, de unos 25.000 habitantes, es un enclave estratégico para los rebeldes debido a su ubicación en la ruta que conecta el norte del Líbano, de mayoría suní, con Homs, lo que permite el abastecimiento de armas.

También es fundamental para el régimen de Bachar al Asad ya que esa carretera comunica Damasco con sus feudos de la costa mediterránea, de mayoría alauí.

En el marco de esta ofensiva, decenas de personas fueron secuestradas anoche en las granjas Al Sayad y Ramsun, en las afueras de Al Quseir, donde irrumpieron fuerzas gubernamentales y combatientes de Hizbulá.

La opositora Comisión General de la Revolución Siria y el Comando Conjunto del rebelde Ejército Libre Sitio (ELS) indicaron que los desaparecidos son 120 civiles, la mayoría mujeres y menores desplazados de Al Quseir, que podrían «ser asesinados o usados como escudos humanos».

El Comando Conjunto del ELS reveló además que han llegado nuevos refuerzos rebeldes para defender Al Quseir, entre ellos miembros de las minorías cristiana y armenia.

Sobre la implicación de Hizbulá en el conflicto, el jefe del grupo chií, jeque Hasan Nasralá, declaró hoy que no se debe abandonar al régimen sirio ante la amenaza de los extremistas suníes, porque esa guerra es también crucial para el Líbano.

Esta escalada de la violencia en Al Quseir coincide con esfuerzos internacionales para reunir a representantes de la oposición y del régimen sirio en Ginebra, en una conferencia propuesta por Washington y Moscú para la que todavía no hay fecha.

Según informó ayer el portavoz de la Cancillería rusa, Alexandr Lukashévich, Damasco está dispuesto a participar en esa conferencia, mientras que la Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal órgano de la oposición, todavía no ha tomado una decisión al respecto.

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