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París trata de corregir los ataques de socialistas a Merkel por la austeridad

París, 29 abr (EFE).- El Gobierno francés se esforzó hoy en rebajar la tensión provocada por las críticas del partido socialista a la canciller alemana, Angela Merkel, por su empeño en la austeridad, sin negar las diferencias y su voluntad de convencer a Berlín de la necesidad de un cambio en la política europea.

«La idea de que haría falta una confrontación con Alemania es falsa y totalmente contraproducente», señaló el ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, en respuesta a las declaraciones de varios responsables del Partido Socialista (PS), que la pasada semana atacaron directamente a Merkel.

Moscovici, en una entrevista publicada por «Le Monde», advirtió de que «no se puede esperar que las cosas avancen entrando en una lógica de denuncia, de estigmatización o de ruptura», sobre todo porque el funcionamiento de la Unión Europea se basa en «el diálogo y la amistad» entre París y Berlín que conduce a «un compromiso cuya calidad depende de nuestra fuerza de convicción».

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El ministro de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, también pidió «un poco de razón y de calma», en alusión a la polémica desencadenada con Alemania por el PS, porque si bien «el debate es perfectamente legítimo, (…) el pugilato no».

«Francia y Alemania son el corazón de la construcción europea» y aunque pueden tener «diferencias, no hay ninguna razón para enfrentar a un país con el otro», argumentó en la emisora de radio «Europe 1» Fabius, que recordó que sobre la crisis los franceses «tenemos nuestra propia responsabilidad» con el déficit.

Fabius, como Moscovici, replicaba en particular a las palabras del presidente de la Asamblea Nacional, el socialista Claude Bartolone, que se había pronunciado por una «tensión a secas, y si hace falta, por una confrontación» con el Ejecutivo de Merkel para dar un giro a la política europea de ajustes.

Unas palabras a las que se había sumado la filtración el viernes de un proyecto de texto del PS sobre la «batalla de la reorientación» de la política europea para lograr «el fin de la austeridad» a la que se acusa de tener un impacto recesivo, y en el que se calificaba a Merkel de «canciller de la austeridad».

En ese documento, que ha sido rápidamente enmendado ante la polvareda que suscitó antes de ser sometido a las instancias del partido, se reprochaba a la líder alemana de no pensar más que en los ahorradores alemanes, en la balanza comercial de su país y en «su futuro electoral».

Hoy, el PS rectificó y por boca de su portavoz, David Assouline, reconoció que «había una connotación que podía desviar el sentido» de ese proyecto de propuestas y que «la amistad franco-alemana es indispensable para dar un impulso al proyecto europeo».

Assouline, que también reprobó a Bartolone sin nombrarlo, precisó que «Alemania y el pueblo alemán son nuestros amigos. Pero la austeridad es nuestro adversario» y por eso su posición es «contra la austeridad en Europa y contra los conservadores que mantienen esa línea».

El primer ministro, Jean-Marc Ayrault, que había sido uno de los primeros en reaccionar el sábado contra las salidas de tono en su partido, volvió a hacerlo en una entrevista hoy en «La Dépêche du Midi», en la que insistió en que será «gracias a este diálogo intenso y respetuoso como daremos un nuevo impulso al proyecto europeo y recuperaremos el camino del crecimiento».

La oposición conservadora francesa no desaprovechó la ocasión para denunciar «la responsabilidad personal» del presidente, François Hollande, en «el deterioro continuo y que provoca consternación de la relación franco-alemana y en el clima germanófobo» del PS.

En un comunicado conjunto, los dos líderes de la Unión por una Movimiento Popular (UMP), François Fillon y Jean-François Copé, afirmaron que desde el inicio de su mandato hace un año, Hollande «ha maniobrado para tratar de aislar» a Merkel, un «comportamiento indigno» que ha debilitado la voz de París en Europa.

Moscovici negó haber intentado una «alianza con los países del sur de Europa» para aislar a Alemania y aseguró que su Gobierno ha ganado credibilidad con su «seriedad presupuestaria».

La polémica de la confrontación con Merkel llega en un momento en que las malas cifras económicas en Francia están contribuyendo al récord de impopularidad de Hollande.

Berlín, 29 abr (EFE).- El Gobierno alemán restó hoy importancia a los ataques formulados contra la canciller Angela Merkel por parte de algunos socialistas franceses, y el portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert, dijo que lo fundamental es la cooperación entre los dos gobiernos, que sigue siendo intensa.

«Ustedes se están refiriendo a un documento previo al congreso del Partido Socialista (PS) francés. No comentamos lo que dicen los partidos, lo que nos importa es la relación entre los gobiernos», dijo Seibert al ser preguntado sobre el tema.

Seibert agregó que esa cooperación, que calificó de «esencial» para Europa, sigue funcionando aunque en uno u otro punto pueda haber diferencias de opinión.

«Nosotros sólo tomamos en cuenta la acción del Gobierno. Lo demás es música de fondo que registramos pero no nos preocupa», dijo.

Seibert reaccionó así a la filtración el viernes de un proyecto de texto del PS sobre la «batalla de la reorientación» de la política europea para lograr «el fin de la austeridad» a la que se acusa de tener un impacto recesivo, y en el que se calificaba a Merkel de «canciller de la austeridad».

En ese documento, que ha sido rápidamente enmendado ante la polvareda que suscitó antes de ser sometido a las instancias del partido, se reprochaba a la líder alemana de no pensar más que en los ahorradores alemanes, en la balanza comercial de su país y en «su futuro electoral».

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