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Aumentan a 41 los muertos en los choques entre los suníes y la policía en Mosul

Bagdad, 25 abr (EFE).- Al menos 41 personas han muerto en los enfrentamientos entre grupos de milicianos suníes y agentes de policía, que estallaron anoche y continúan hoy en la ciudad septentrional iraquí de Mosul.

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El jefe de la Policía federal en Mosul, general Mahdi al Garraui, dijo a la televisión oficial «Al Iraqiya» que las fuerzas iraquíes mataron a 31 hombres armados, mientras que una fuente de seguridad informó a Efe de la muerte de diez policías.

Garraui reveló también que lograron liberar a un total de diecisiete agentes que permanecían retenidos por los grupos armados desde el ataque anoche contra varias comisarías.

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Anteriormente, una fuente de la Policía cifró a Efe en doce los fallecidos en Mosul, nueve combatientes y tres policías, mientras que en todo el país ascendían a una veintena por los choques armados entre fuerzas del orden y milicianos suníes.

El Gobierno ha enviado refuerzos militares y policías antidisturbios a Mosul, ciudad de mayoría suní y situada a 400 kilómetros al norte de Bagdad, donde se ha impuesto el toque de queda en un intento de recuperar la calma.

Los enfrentamientos se desencadenaron cuando el grupo armado asaltó varias comisarías situadas en los distritos de Al Rifai, 17 de Julio, Al Islah, Al Musel al Yadida y Al Haramat, de Mosul.

La violencia se ha extendido por varios puntos de Irak tras el ataque del martes por parte de las fuerzas del orden a una plaza en la población de Al Hueiya, en Kirkuk, donde al menos 26 personas fallecieron y 155 resultaron heridas.

Esta plaza era un lugar habitual de las protestas de los suníes, que se quejan desde el pasado diciembre de la discriminación que dicen sufrir por parte del Gobierno central.

Ante la ola de violencia, el primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, alertó hoy de que «si se enciende la discordia no habrá ni vencedores ni vencidos

Al Maliki avisó de que las autoridades no tolerarán ninguna agresión contra el ejército y la policía y llamó a todos los iraquíes -en especial a los clérigos y jefes de clanes- a unir sus esfuerzos para evitar que Irak retroceda por culpa del terrorismo.

Bagdad, 25 abr (EFE).- El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, advirtió del peligro de que la violencia se desborde en Irak, después de que hoy murieran medio centenar de personas, sumándose a las decenas de fallecidos registrados desde hace dos días.

La muerte de 26 personas en el ataque del pasado miércoles perpetrado por las fuerzas del orden en la plaza de Al Hueiya, punto de protestas suníes en el norte del país, ha sido la chispa que ha desatado nuevos disturbios en Irak.

En un discurso a la nación transmitido por televisión, el primer ministro, de confesión chií, alertó hoy de que «si se enciende la discordia no habrá ni ganadores ni vencidos».

«Todos serán perdedores y que se preparen los que la prendieron, tanto dentro como fuera de Irak, porque se van a quemar los dedos», subrayó.

Al Maliki avisó de que las autoridades no tolerarán ninguna agresión contra el ejército y la policía y llamó a todos los iraquíes -en especial a los clérigos y jefes de clanes- a unir sus esfuerzos para evitar que Irak retroceda por el terrorismo.

Además, pidió a las partes que dialoguen dentro de los cauces constitucionales, en una crítica velada a la alianza opositora Al Iraqiya, que ha boicoteado desde febrero las reuniones del Ejecutivo de unidad nacional.

Para el jefe de Gobierno, la red terrorista Al Qaeda y remanentes del disuelto partido Baaz, del difunto dictador Sadam Husein, están detrás de los últimos sucesos en Al Hueiya y Suleiman Bek.

Esta última localidad, en la provincia de Salahedín, se encuentra desde ayer bajo el control de milicianos suníes, que se enfrentaron contra los efectivos de seguridad y tomaron también las aldeas cercanas de Mastul y Lakum.

Hombres armados hicieron explotar una comisaría en Suleiman Bek, de mayoría árabe suní y turcomana y punto estratégico por estar en la ruta que une Bagdad con las provincias del norte del país.

El diputado de Al Iraqiya Ahmed al Mesari denunció hoy, en una rueda de prensa en el Parlamento, que esta zona está siendo bombardeada por el ejército, que quiere recuperar su control.

El bloque opositor reclamó a Al Maliki, también comandante supremo de las Fuerzas Armadas, que retire a las tropas de los lugares de combate y entregue las tareas de seguridad a las autoridades locales, lo que permitiría iniciar el diálogo para salir de la crisis.

Los enfrentamientos más mortíferos en esta jornada tuvieron lugar en la ciudad septentrional de Mosul, donde al menos 41 personas murieron, de ellas 31 combatientes suníes y diez policías.

Los choques estallaron después de que el grupo armado -integrado por hombres tribales enojados por el ataque de Al Hueiya- asaltara varias comisarías, informaron a Efe fuentes policiales.

Las autoridades han reforzado la presencia policial y militar en Mosul, detenido a trece milicianos e impuesto el toque de queda.

Al menos tres hombres armados perecieron, además, en choques con el ejército iraquí en la zona de Qara Taba, a 112 kilómetros al norte de Baquba, capital de la provincia oriental de Diyala.

En la ciudad de Faluya, a 50 kilómetros al este de Bagdad, dos agentes de policía murieron y otro resultó herido en choques con combatientes armados, mientras que dos miembros de las milicias progubernamentales suníes «Consejos de Salvación» fallecieron en un ataque contra su puesto de control.

Por otra parte, un soldado falleció en un ataque contra un convoy militar en Albu Uyail, a 15 kilómetros al oeste de Tikrit, capital de la provincia de Salahedín, de mayoría suní.

Un grupo armado suní boicoteó un oleoducto que llevaba crudo hacia Turquía en un área al norte de Tikrit, lo que provocó el corte del suministro de petróleo.

Con esta ola de violencia, la distancia entre los suníes y el Gobierno de Al Maliki parece agrandarse a pasos forzados.

Desde el pasado diciembre, varias provincias suníes venían siendo escenario de manifestaciones contra el Gobierno central de Bagdad, en demanda del fin de la discriminación que dicen sufrir.

Los suníes también exigen la liberación de los detenidos sin cargos, la anulación de la ley antiterrorista y la suspensión de condenas a muerte, entre otras peticiones.

Coincidiendo con estos sucesos, la Comisión Electoral de Irak anunció hoy que los resultados preliminares de los comicios provinciales del pasado día 20 indican que el partido de Al Maliki va en cabeza en ocho de las doce provincias en las que se celebraron votaciones.

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