Bruselas, 23 abr (EFE).- El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, urgió hoy a los Gobiernos de Afganistán y Pakistán a lograr un acuerdo que permita controlar la zona fronteriza entre ambos países y avanzar en un proceso político con los talibanes.
El llamamiento de Rasmussen se produce en la víspera de la reunión que mantendrán mañana en Bruselas el presidente afgano, Hamid Karzai, y representantes paquistaníes bajo la mediación del secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
«Llamo a las dos partes a buscar un acuerdo que abra el camino para una paz y estabilidad duradera en los dos países y en la región fronteriza», señaló Rasmussen al término de la reunión que hoy celebraron en Bruselas los ministros de Exteriores de la Alianza.
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El secretario general aliado reconoció que existe «un problema» en la frontera entre Afganistán y Pakistán, pues los terroristas pueden cruzarla, llevar a cabo ataques en suelo afgano y luego refugiarse en territorio paquistaní.
«Esto no interesa a nadie, está minando nuestros esfuerzos para mejorar la situación de seguridad», señaló Rasmussen, quien recordó que la Alianza ya ha pedido en numerosas ocasiones a Islamabad un refuerzo en su lucha contra los radicales en esa zona.
El político danés señaló que Pakistán también sufre el terrorismo y que, por tanto, existe un «interés mutuo» para resolver la situación.
«Espero que las conversaciones que van a tener lugar aquí ayuden», señaló.
El apoyo de Pakistán está considerado clave para el éxito de un proceso político en Afganistán, pero tras meses de contactos estériles el Gobierno afgano parece dispuesto a intentar el diálogo con los talibanes sin la mediación de Islamabad.
El encuentro entre las dos partes es una iniciativa impulsada por Kerry, que trata de acercar posturas entre afganos y paquistaníes para reavivar las posibilidades de un acuerdo que pueda garantizar la paz una vez que el grueso de las tropas internacionales abandonen Afganistán.
Rasmussen, que mantuvo hoy un encuentro con Karzai que calificó de «muy productivo», subrayó que en todo caso Afganistán estará listo para hacerse cargo de su seguridad para finales de 2014, cuando está previsto el fin de la misión de combate de la OTAN.
Karzai, por su parte, también se mostró convencido de que el Gobierno y las fuerzas de seguridad nacionales podrán «garantizar la seguridad del pueblo afgano».
El Ejército y la Policía del país seguirán recibiendo financiación internacional en los próximos años, tal y como ha prometido la comunidad de donantes.
Los socios de la OTAN acordaron hoy la creación de un fondo a través del que canalizarán parte de sus aportaciones y en cuyo funcionamiento han introducido medidas para asegurar la transparencia y el buen uso del dinero.
