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Toque de queda en tres ciudades birmanas al propagarse la violencia sectaria

Bangkok, 27 mar (EFE).- Las autoridades de Birmania (Myanmar) han impuesto el toque de queda en tres poblaciones próximas a Rangún para contener la ola de violencia sectaria que ha causado 40 muertos y miles de desplazados en la última semana, informan hoy los medios locales.

Okpho, Gyobingauk y Minhla, a unos 200 kilómetros al norte de Rangún, son las pequeñas localidades de la división de Bago bajo toque de queda, después del ataque a los barrios musulmanas, con la quema de mezquitas, comercios, casas y vehículos, publica hoy el diario estatal «La Nueva Luz de Myanmar».

Nattalin, a unos 150 kilómetros al norte de Rangún, es la última ciudad afectada por el brote de violencia sectaria que, como en los casos anteriores, comenzó con la llegada anoche de personas que atacaron la mezquita y otras propiedades de la comunidad islámica.

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Las autoridades han intentado controlar la situación con el toque de queda primero y luego con la declaración del estado de excepción, en Meiktila, Wandwin, Mahlaing y Thazi, donde brotaron los disturbios.

La ola de violencia, que comenzó a raíz de una discusión entre un comerciante musulmán y un cliente budista en la región de Mandalay, en el centro del país, se ha propagado al sur en los últimos días.

El jefe de las Fuerzas Armadas birmanas, el general Min Aung Hlaing, reafirmó hoy el compromiso del cuerpo castrense con el Gobierno y el proceso democrático iniciado en el país hace dos años, durante un discurso emitido por la televisión y la radio estatales con motivo del Día de las Fuerzas Armadas.

Birmania, gobernada por los militares durante casi medio siglo, está inmersa en un proceso de reformas políticas que ha propiciado la puesta en libertad de cientos de presos políticos, acuerdos de alto el fuego con organizaciones étnicas armadas, la legalización de sindicatos y el reconocimiento del derecho a manifestarse.

Las reformas tuteladas por el presidente del país, Thein Sein, han recibido el reconocimiento de la comunidad internacional y la retirada de las sanciones que pesaban sobre Birmania por las violaciones de derechos cometidas bajo el régimen militar anterior.

El año pasado, la violación y asesinato de una chica budista por musulmanes en el estado de Rakhine, en el oeste del país, desató otra ola de violencia sectaria que costó la vida a 163 personas y dejó más de 100.000 desplazados, de los que gran parte aún continúan en campamentos de refugiados.

Bangkok, 27 mar (EFE).- El jefe de las Fuerzas Armadas birmanas, general Min Aung Hlaing, aseguró hoy que la institución militar cooperará para impulsar el proceso de transición hacia la democracia iniciado hace casi dos años.

En un discurso emitido por la televisión y la radio estatal con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, el general Min Aung Hlaing, dijo que «continuaremos marchando por el camino que ha decidido tomar el pueblo birmano para de esta forma contribuir a robustecer la administración democrática».

El general Min Aung Hlaing, añadió en su discurso pronunciado en Naypyidaw, la capital y por donde desfilaron unos 6.000 soldados, que el estamento militar desempeñará un rol notable en la «política nacional mientras el país se mueve hacia la democracia moderna».

El desfile militar, según mostraron las imágenes emitidas por el canal estatal de televisión, asistió, por primera vez, la líder de la oposición y nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, hija del general Aung San, fundador de las Fuerzas Armadas y considerado el héroe de la independencia de Birmania (Myanmar).

Suu Kyi, jefa de la Liga Nacional por la Democracia, fue invitada a sentarse en la primera hilera de asientos del palco reservado a las primeras autoridades del país.

La líder de la oposición anunció este mismo año que su prioridad política era conseguir el apoyo necesario en el Parlamento para enmendar la Constitución, que reserva para los jefes y oficiales de las Fuerzas Armadas 110 escaños del total de 440 que componen la Cámara.

Birmania, regida por los militares durante casi medio siglo, está inmersa desde hace dos años en un proceso de reformas políticas, que han propiciado la puesta en libertad de unos cientos de presos políticos, acuerdos de alto el fuego con organizaciones étnicas armadas, la legalización de sindicatos y el reconocimiento del derecho a manifestarse

Las reformas hechas por el Gobierno del presidente, Thein Sein, han recibido el aplauso de la comunidad internacional y supuesto que las naciones occidentales hayan retirado o suspendido las sanciones impuestas previamente al país asiático en respuesta a la violación de los derechos humanos cometidas bajo el régimen militar anterior.

Bangkok, 27 mar (EFE).- La guerrilla de la etnia kachin denunció que ha sufrido nuevos ataques del Ejército y que un grupo de inversores chinos ha empezado a comprar las tierras que han abandonado los desplazados por el conflicto en el norte de Birmania (Myanmar).

Fuentes de la Organización para la Independencia Kachin (KIO), citadas hoy por el diario «Irrawaddy», indicaron que tropas de los batallones de infantería 145 y 290 del Ejército se aproximaron a sus posiciones el domingo pasado y al día siguiente lanzaron un asalto, que repelieron.

«Parecía una amenaza cuando las tropas gubernamentales se acercaron a nuestro puesto. No sentimos arrinconados, así que nos defendimos», relató el portavoz de la KIO, La Nan.

La semana anterior, ochos soldados murieron y un número indeterminado resultó herido en otra incursión militar en el noreste del estado Shan.

«Las tropas gubernamentales se adentraron en nuestro territorio en Magwi Baw Bum, así que les disparamos. Era una columna de unos setenta», dijo un oficial de la guerrilla étnica a Kachin News Group.

Al mismo tiempo que continúan los enfrentamientos, un destacado activista denunció que un grupo de inversores chinos ha comprado en los últimos meses grandes cantidades de tierras de cultivo en el valle de Hukaung y otras partes del estado Kachin que pertenecían a personas desplazadas por la violencia.

Según la información del birmano Khun Jar que recogen los medios locales, el grupo inversor planea crear plantaciones de caucho y casava (especie de yuca o mandioca).

Los nuevos enfrentamientos y denuncias amenazan con estancar el diálogo que el Gobierno y la KIO abrieron a principios de febrero para acordar un alto el fuego y negociar la paz.

La KIO, cuyo brazo armado es el Ejército de Liberación Kachin (KIA), busca una mayor autonomía y el respeto de los derechos de su etnia.

Una mayor autonomía es la reivindicación principal de casi todas las minorías étnicas birmanas, que incluyen a los shan, karen, rakhine, mon, chin o kayah, además de los kachin, y que representan más del 30 por ciento de los 53 millones de habitantes del país.

Birmania comenzó un proceso de reformas aperturistas en 2011 con la desaparición de la última junta militar y el traspaso del poder a un Gobierno civil afín, presidido por el exgeneral Thein Sein, ex primer ministro en el régimen anterior.

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