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Netanyahu sopesa dejar al partido ultra-nacionalista fuera de la coalición

Jerusalén, 27 ene (EFE).- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sopesa dejar fuera de la coalición del próximo gobierno al partido ultra-nacionalista Habayit Hayeudí (Hogar Judío) liderado por su exasesor Naftalí Bennett, aseguran fuentes del Likud.

De acuerdo a destacados miembros de la formación conservadora que encabeza Netanyahu, el primer ministro estaría dispuesto a dejar fuera de la coalición gubernamental a Bennett por desavenencias personales, informan hoy medios locales.

La plataforma con la que concurrió Netanyahu a los comicios celebrados el martes en Israel, Likud-Beitenu, obtuvo el mayor número de votos que la sitúan con 31 de los 120 escaños del Parlamento (Kneset), en la primera formación y doce puntos por delante de la segunda, por lo que presumiblemente será designado para formar gobierno.

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Ante el siempre fraccionado espectro político israelí, Netanyahu deberá pactar con diferentes grupos políticos para constituir un Ejecutivo con más de 60 diputados que le garantice estabilidad para gobernar.

Tras conocerse los resultados oficiales salidos de las urnas, Netanyahu felicitó el jueves a Bennett por haber obtenido doce diputados.

Pese a que en principio el ultra-derechista Habayit Hayeudí se perfila como «candidato natural» para integrar un Gobierno junto a Netanyahu, pues ambos comparten un ideología parecida sobre la continuación de las colonias judías en el territorio ocupado, varios medios apuntan a que el primer ministro no descarta dejarlo fuera.

De acuerdo a destacados miembros del Likud citados por el diario «Haaretz», el primer ministro israelí y su esposa Sara, están viendo la manera de prescindir de Bennett en la futura coalición por razones personales.

Una fuente allegada a Netanyahu reveló que éste ha perdido su confianza en Bennett, exjefe de su oficina, y que Sara «emitió un veto» en contra de aceptar al partido que lidera en la coalición.

Ninguno de los dos dirigentes políticos ha hablado públicamente de las diferencias que los separan.

Sin embargo, un allegado a Netanyahu refiere que éste cree que su exasesor filtró información sobre investigaciones judiciales y gubernamentales sobre el primer ministro de diferentes casos.

Otra fuente cercana al jefe del Ejecutivo dijo que Netanyahu no quiere que Bennett entre en su coalición porque torpedearía sus intentos de reanudar la negociación con los palestinos, o al menos dar esa impresión, con el objeto de mejorar su imagen ante la comunidad internacional.

Fuentes del Likud citadas por el «Ynet», la edición electrónica del popular «Yediot Aharonot», afirman que Bennett, electo por primera vez al Parlamento, ha emergido como figura carismática que podría erosionar al partido gobernante desde dentro e insisten en que debería quedar fuera de la coalición.

Otras fuentes insisten en que ambos «comparten ideologías similares» y que «darle la espalda a Bennett sería un error, especialmente cuando la razón (para ello) parece ser una fricción entre él y Sara Netanyahu».

No es la primera vez que los medios israelíes subrayan que la mujer de Netanyahu tiene un papel fundamental en las decisiones políticas y de otra índole que toma su marido.

Conforme a otra fuente del partido conservador, la inclusión de Bennett en el futuro Ejecutivo «debe ser permitida, incluso si esto impide el progreso diplomático», en referencia al diálogo con los palestinos.

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