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Ángel Carromero vuela a España, donde cumplirá la condena que le impuso Cuba

La Habana, 28 dic (EFE).- Ángel Carromero, el joven español condenado en Cuba a cuatro años de cárcel por el accidente de tráfico que costó la vida a los opositores Oswaldo Payá y Harold Cepero, partió hoy de La Habana rumbo a su país, donde cumplirá el resto de su condena, informaron a Efe fuentes cercanas al caso.

Custodiado por agentes españoles de la Interpol, este dirigente local de Nuevas Generaciones del PP viaja en un vuelo regular de la compañía Air Europa que salió de la capital cubana a las 21:45 hora local (02:45 GMT del sábado) y que, según el horario previsto, aterrizará en Madrid a las 12:25 hora española.

También viaja a España en ese vuelo Miguel Vives Cutillas, otro ciudadano español que fue condenado por tráfico de drogas a 18 años de cárcel en Cuba, de los que ha cumplido cuatro en la isla.

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Una empleada de Air Europa en el aeropuerto de La Habana confirmó a Efe que Carromero y Vives Cutillas estaban incluidos entre los pasajeros del vuelo que salió esta noche de la capital cubana.

El traslado de ambos españoles se produce en virtud del acuerdo al que llegaron este mes de diciembre los gobiernos de La Habana y Madrid para aplicar un convenio bilateral de ejecución de sentencias penales que data de 1998.

Ángel Carromero fue condenado en Cuba a cuatro años de cárcel por un delito de homicidio imprudente en el accidente de tráfico en el que murieron Oswaldo Payá, el destacado opositor cubano líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) y Harold Cepero, miembro de este grupo.

El joven español conducía el vehículo que el pasado 22 de julio se estrelló contra un árbol en las cercanías de la ciudad cubana de Bayamo, en el oriente de la isla y en el que viajaban Payá y Cepero y también el sueco Jens Aron Modig, dirigente de una formación conservadora de su país.

Carromero y Modig salieron ilesos de ese accidente y, mientras el español quedó detenido en Cuba desde el día siguiente del siniestro el sueco pudo regresar a su país una semana más tarde.

El dirigente de la filial juvenil del PP fue acusado por la Fiscalía cubana de un delito de homicidio imprudente por el que fue juzgado en octubre en Bayamo en un tribunal que lo condenó a cuatro años de cárcel, tres menos de lo que pedía el Ministerio Público.

Desde pocos días después del accidente, Ángel Carromero ha permanecido recluido en «100 y Aldabó», un centro del Ministerio del Interior cubano ubicado en las afueras de La Habana.

La Habana, 28 dic (EFE).- Ángel Carromero, un dirigente de la filial juvenil del Partido Popular de España, regresa a su país tras cinco meses de detención, juicio y condena en Cuba por el accidente de tráfico en el que murieron dos opositores, un caso que ha puesto a prueba la relación de los gobiernos de Madrid y La Habana.

El traslado de este joven español ha sido posible gracias a un acuerdo entre Cuba y España para aplicar un convenio bilateral de cumplimiento de sentencias judiciales, tras meses de intensas gestiones diplomáticas rodeadas de mucha discreción política.

Carromero verá el Año Nuevo en España, donde debe cumplir lo que resta de los cuatro años de cárcel que le impuso la justicia cubana por homicidio imprudente como responsable del accidente que sufrió el vehículo que conducía el 22 de julio y en el que murió el destacado líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), Oswaldo Payá, y Harold Cepero, un miembro de ese grupo opositor cubano.

El joven español deja atrás 23 semanas de reclusión en Cuba, donde primero estuvo detenido durante unos días en dependencias policiales de Bayamo, la ciudad oriental cubana en cuyos alrededores se produjo el siniestro.

Posteriormente, Carromero fue trasladado a «100 y Aldabó», un centro de seguridad del Ministerio del Interior cubano ubicado a las afueras de La Habana donde ha permanecido incluso después de dictarse la sentencia contra él.

El joven fue juzgado el 5 de octubre en Bayamo, en una vista de una jornada que duró once horas y en la que la Fiscalía pidió una condena de siete años de prisión mientras que la defensa de Carromero solicitó su libre absolución.

El juicio se centró exclusivamente en el delito de homicidio en accidente de tráfico y en ningún momento se aludió a la filiación política de Carromero ni a los motivos de su viaje a la isla o sus contactos con el movimiento opositor que lideraba Payá.

Tampoco hubo mención alguna a las versiones que desde el exilio cubano o algunos sectores de la disidencia interna han cuestionado la versión oficial del accidente y que apuntaban a la implicación de otro vehículo en el suceso.

Las autoridades cubanas permitieron que algunos medios internacionales siguieran la vista, en una sala aledaña al tribunal y mediante un circuito interno de televisión, aunque sin poder entrar a ese recinto con grabadoras, teléfonos móviles, cámaras u ordenadores portátiles.

Diez días después de un juicio que las autoridades consulares de España en la isla calificaron de «procesalmente impecable», se conoció la sentencia condenatoria contra Carromero: cuatro años de prisión.

Esta sensible rebaja respecto a los siete años solicitados por la Fiscalía abrió las expectativas de considerar un posible traslado o expulsión de Carromero a España.

Finalmente a mediados de diciembre, los gobiernos de España y Cuba alcanzaron un acuerdo para aplicar a Carromero un convenio bilateral de ejecución de condenas, que ambos países mantienen desde 1998, y poder trasladarlo a España.

De ese acuerdo también se ha beneficiado el alicantino Miguel Vives Cutillas, de 48 años y que hace cuatro años fue condenado en Cuba a 18 años de prisión por un delito de tráfico de drogas.

Vives Cutillas viaja a España en el mismo vuelo de Carromero.

Desde que tuvo lugar el accidente en el que murió Oswaldo Payá, que tenía 60 años y era el impulsor del conocido «Proyecto Varela», la familia del opositor ha cuestionado siempre la versión del accidente de tráfico, ha reclamado una investigación independiente y ha defendido la inocencia del joven español, contra el que no presentó cargos.

Con la llegada de Carromero a España, queda por confirmarse cómo se concretará su condena y lo previsible es que se encargue de su caso un juez de vigilancia penitenciaria quien deberá decidir el lugar y régimen del cumplimiento de su pena.

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