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El Defensor del Menor ruso presenta un informe para prohibir las adopciones extranjeras

Moscú, 27 dic (EFE).- El Defensor de los Derechos del Niño de Rusia, Pável Astájov, presentó hoy un informe ante el Kremlin para que se prohíban las adopciones de niños rusos por familias extranjeras y no sólo de Estados Unidos.

«He enviado el informe al presidente ruso que fundamenta la legitimidad de la prohibición de adoptar nuestros niños (por extranjeros) teniendo en cuenta las obligaciones internacionales de Rusia», aseguró Astajov, citado por las agencias locales.

Astájov, quien ha calificado de «antipatriota» la práctica de entregar los niños rusos a otros países, cree que «la derogación de la adopción extranjera es un derecho del Estado que se apoya en actas internacionales en vigor en este terreno».

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Además, destacó que actualmente las familias rusas ya adoptan muchos más menores minusválidos que los extranjeros.

«Según los últimos datos del Ministerio de Educación, en 2011 las familias rusas acogieron a 1.075 huérfanos minusválidos, mientras durante el mismo período los extranjeros adoptaron 176», dijo.

El Defensor del Menor subrayó que la denuncia unilateral del acuerdo sobre adopciones suscrito con EEUU está justificado desde el punto de vista jurídico y humanitario.

«Lo importante no son las medidas de respuesta, sino la nueva realidad rusa. Cree en ti mismo, confía en tus propias fuerzas, apoya la familia y no los negocios con niños», apuntó.

En su opinión, Rusia «debe analizar de manera realista la necesidad de la adopción por parte de extranjeros dadas las posibilidades de adopción dentro del propio país y otras formas de educación en familias» de niños huérfanos y abandonados.

Mientras, el presidente Vladímir Putin adelantó hoy que promulgará tanto la ley que prohíbe las adopciones rusas a EEUU, que ya recibió el respaldo de ambas cámaras del Parlamento ruso, como un decreto para incrementar las ayudas a los niños huérfanos.

«Por ahora, no veo motivos para no firmarlo, aunque aún debo mirar la versión definitiva y ahí sopesarlo. Sin lugar a dudas, hay que apoyar las propuestas encaminadas a hacerlo todo dentro del país con el fin de garantizar un futuro digno para todos nuestros niños», aseveró Putin durante una reunión con el Gobierno.

El jefe del Kremlin agregó: «No sólo tengo intención de firmar la ley, sino también un decreto presidencial sobre el cambio del mecanismo de ayuda a los huérfanos, niños que se quedan sin tutela de los padres y, especialmente, a aquellos que están en situaciones difíciles por su estado de salud».

Tras este anuncio, Astájov aseguró a la agencia Interfax que Rusia estaría preparada para prohibir las adopciones internacionales nada más entre en vigor un programa federal de apoyo a los niños huérfanos.

Astájov pronosticó que en un plazo de 5 o 7 años Rusia estará preparada para cerrar todos los orfanatos.

La viceprimer ministra encargada de Asuntos Sociales, Olga Golodets, ha advertido de que el proyecto de ley que Putin planea promulgar se contradice con varias leyes y actas internacionales, como la Convención sobre los Derechos del Niños, lo que niega el Kremlin.

Moscú, 27 dic (EFE).- La prohibición de las adopciones internacionales en Rusia, como propone el Defensor del Menor de este país, sería una política equivocada, aseguró hoy a Efe Antoni Mercadal, director de la agencia española Infancia i Futur.

«Sería una política equivocada. Hay que analizar los resultados de las adopciones. Los miles de niños adoptados por España siguen siendo rusos. Se han salvado miles de niños. De lo contrario, no se sabe qué hubiera sido de ellos», asegura Mercadal.

Con una larga experiencia en las adopciones en este país, Mercadal destaca que los niños rusos acogidos por familias españolas conservan la ciudadanía de su país de origen.

«Por ley tienen los dos pasaportes. Son españoles por imperativo legal y rusos por derecho de nacimiento. Ahora mismo estamos renovando pasaportes en masa. Esos niños son embajadores de Rusia en el mundo. Están muy integrados, pero son muy conscientes de sus dos ciudadanías», subraya.

Además, recuerda que, «en virtud de la legislación rusa, la ciudadanía es un derecho innato e irrenunciable, mientras que a la española sí se puede renunciar».

«Ahora está ocurriendo algo muy bonito y es que los niños ya son adolescentes y se reencuentran con su país de origen. Visitan Rusia y se sienten orgullosos de ser rusos. No vuelven a buscar sus orígenes biológicos, sino culturales e históricos», apunta.

En su opinión, «eso significa que los padres les han educado bien, ya que no les han ocultado sus orígenes».

Mercadal considera «acertada la política de potenciar la adopción nacional» y endurecer los trámites burocráticos adoptada durante los últimos años por Rusia.

«Hasta ahora, Rusia mantenía una política coherente de entregar los niños a las familias. Rusia no había sucumbido a los cantos a la demagogia de los que dicen que los niños nunca deben abandonar el país de origen», dijo.

El español opina que «lo importante es que los niños sean criados por familias, sea en un país o en otro».

«Quiero pensar que la adopción es una figura que funciona y une a los países. Creo que ha sido algo bueno para Rusia, especialmente con España por la similitud en el concepto de familia. Espero que los políticos entiendan esta realidad», apunta.

Mercadal recuerda que las agencias desconocen por qué no se ha firmado aún el acuerdo bilateral entre Rusia y España, aunque apunta que puede ser que «para Rusia no sea prioritario porque las cosas funcionan razonablemente bien».

«El acuerdo está en el limbo, pero el caso es que prefieren a los españoles porque cumplimos con los compromisos. Las administraciones públicas se lo han tomado muy en serio. La adopción internacional funciona muy bien», resalta.

A su vez, cree que la crisis económica y la incertidumbre laboral que azota España han ayudado a regularizar la situación, ya que considera que «era absurdo que España fuera antes la segunda potencia mundial en adopciones tras Estados Unidos».

«Ahora las cifras son razonables. Había un componente de moda. Ya ahora tenemos la realidad. El que lo hacía por moda o solidaridad, ahora ha renunciado. Mientras, el que desea verdaderamente adoptar se enfrenta a las dificultades económicas y burocráticas», asegura.

Ahora, señala, «la gente se ha concienciado más de que esto no es un mercado, que las trabas burocráticas tienen su motivo, por lo que ahora las familias solicitantes son menos, pero mejores».

Entre viajes, hoteles y otros trámites burocráticos, el proceso adoptivo en Rusia puede costarle a una familia española en torno a los 30.000 euros.

Mercadal destaca que las adopciones de niños rusos se han ido reduciendo desde el boom de finales de los años noventa y que este año experimentarán un leve descenso en relación con 2011, cuando ascendieron a 712, según el Defensor del Menor ruso.

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