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El borrador de la Constitución egipcia entra en su recta final entre protestas

El Cairo, 28 nov (EFE).- La Asamblea Constituyente egipcia ha entrado en la recta final de sus trabajos y podría votar mañana el borrador de la nueva Carta Magna del país, mientras arrecian las protestas contra la decisión del presidente de Egipto, Mohamed Mursi, de blindar ese órgano ante la Justicia.

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Sin embargo, en la volatilidad de la situación actual en Egipto, nadie está en condiciones de asegurar que la votación, que irritaría aún más a la oposición, vaya a llevarse finalmente a cabo, pese a las palabras del presidente de la Asamblea, Hosam Al Gariani, quien hoy afirmó: «mañana será un día maravilloso en la historia de la asamblea».

Pese a que se han retirado casi una treintena de los cien miembros de la asamblea en rechazo al supuesto monopolio de los islamistas en la redacción de la Constitución, el resto de los integrantes no están dispuestos a que el proceso se paralice.

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La Constituyente ha estado envuelta en polémica desde sus orígenes y la validez de su composición está siendo examinada por el Tribunal Constitucional, que ya disolvió la primera asamblea, el pasado abril.

En una denominada «declaración constitucional» adoptada recientemente, Mursi se blindó a sí mismo ante la justicia para cualquier decisión emanada de su cargo y, de paso hizo lo propio con la asamblea ante cualquier pretensión de disolverla por el poder judicial.

Durante la sesión de hoy, Al Gariani hizo un llamamiento a los miembros que se han retirado, de tendencia no islamista, para que se reincorporen.

Según un borrador presentado hace unas semanas a los medios, Egipto adoptará un sistema semipresidencialista y recoge la descentralización territorial del país.

Quedan por conocerse algunos de los puntos más polémicos del nuevo texto, como cuál será la influencia de la «sharía» (ley islámica) en el texto final, puesto que las sesiones de la asamblea han sido a puerta cerrada.

Las fuerzas políticas ya acordaron mantener el artículo que estipula que «los principios de la ley islámica son la fuente principal de la legislación».

Sin embargo, junto a la preservación de esa cláusula tal como estaba redactada en la Constitución de 1971, la asamblea acordó crear un nuevo artículo que explica que esos principios incluyen toda la jurisprudencia de la «sharía» (ley islámica) y los fundamentos considerados en la «suna» o tradición del profeta Mahoma.

Según dijo hoy el secretario general de la asamblea, Amr Darrag, está previsto que las discusiones sobre el borrador concluyan hoy para luego someterlo a votación artículo por artículo, pese a la ausencia de casi un tercio de sus miembros.

Darrag explicó que la asamblea sigue contando con el quórum necesario para sacar adelante la votación, ya que la normativa interna establece que el proyecto debe aprobarse en una primera votación por unanimidad, y si esto no se logra bastará con dos tercios de los apoyos (67%) en un segundo sufragio.

De no alcanzarse este porcentaje, el borrador debería ser aceptado en una nueva votación por al menos un 57% y si este no se logra se revisarán los artículos en conflicto, que serían eliminados si no se llega a un acuerdo.

«La única salida a la situación que atraviesa el país es terminar la Constitución lo antes posible, aunque se produzca con un grado de acuerdo menor del esperado», subrayó Darrag.

La votación de la Constitución coincide con una ola de protestas y disturbios en Egipto en rechazo a la declaración constitucional de Mursi.

Estas decisiones han ensanchado la brecha en la sociedad egipcia, con los no islamistas acampados en la plaza Tahrir para pedir la anulación de la disposición de Mursi y los Hermanos Musulmanes convocando una manifestación de apoyo al presidente para el próximo sábado.

Grupos de manifestantes se enfrentaron hoy a pedradas a la policía cerca de Tahrir, donde en la víspera tuvo lugar una multitudinaria manifestación contra Mursi, y también se registraron enfrentamientos en la ciudad obrera textil de Mahala al Kubra.

La controvertida acta constitucional ha tensado, además, la relación entre la Presidencia y el poder judicial, y hoy los tribunales de Apelación y de Casación decidieron suspender su actividad hasta que el jefe del Estado revoque sus decisiones.

Por su parte, el vicepresidente de la Corte Constitucional egipcia, Maher Semi, dijo hoy que su tribunal no se someterá a ninguna presión y seguirá trabajando, al tiempo que criticó que las propuestas hechas por el tribunal a la Asamblea Constituyente no han sido tenidas en cuenta.

En una rueda de prensa, Semi aseguró que el Constitucional «superará las tentativas que pretenden obstaculizar su papel en la protección de las libertades y los derechos del pueblo».

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