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Fillon lleva al juzgado su disputa con Copé para liderar la derecha francesa

París, 25 nov (EFE).- François Fillon llevará ante la justicia su disputa con Jean-François Copé por la presidencia del primer partido de la oposición francesa, la UMP, tras el fracaso hoy de la mediación entre ambos del exprimer ministro Alain Juppé.

Fillon, jefe del Ejecutivo conservador durante el mandato del expresidente Nicolas Sarkozy, apuntó como el único responsable del «fracaso» en la búsqueda de un consenso a Copé, proclamado vencedor de unas elecciones en las que ambos se acusan mutuamente de fraude para liderar la Unión por un Movimiento Popular (UMP).

«Recurriré a la justicia para restablecer la verdad de los resultados y devolverle la voz a los militantes», lanzó Fillon en un comunicado difundido poco después de reunirse con Juppé y Copé en privado en la Asamblea Nacional.

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En esa nota, Fillon acusó a Copé de no aceptar las condiciones sugeridas por el designado hombre de paz y de «hundir» al principal partido de la oposición.

Minutos antes, Copé explicaba a los medios que el encuentro mantenido con su contrincante y Juppé había sido «extremadamente cordial» entre miembros de «una misma familia política», pero que había decidido esperar a que la comisión de recursos del partido proclamase el nombre del vencedor.

Fillon, posicionado más al centro, desconfía de esa comisión de recurso, después de que Jean-François Copé, con un discurso más a la derecha, haya pasado los dos últimos años como responsable interino de la UMP, en el puesto de secretario general.

Esto es porque tras las elecciones, la comisión electoral del aparato del partido, la COCOE, validó inicialmente la victoria de Copé por 98 papeletas sobre cerca de 175.000 votos y después reconoció que había olvidado contar más de un millar de sufragios llegados de tres departamentos franceses de ultramar.

Durante el día de hoy, y a pesar de que dos «fillonistas» la han abandonado con un portazo, la comisión de recursos del partido ha continuado analizando el escrutinio, en el que desde el campo de Copé también se han denunciado irregularidades, en concreto en la agrupación de Niza, localidad del sureste francés dominada por Fillon.

Ese órgano interno sólo interrumpió su trabajo durante una hora, para dejar espacio a la reunión en la que Juppé solo tardó 45 minutos en tirar la toalla para fijar las condiciones de partida para atajar lo que en Francia califican como el «psicodrama» de la derecha.

El negociador, que ya había avanzado por la mañana que tenía «muy pocas opciones» de éxito para acercar a los dos postulantes a presidir la UMP, señaló en un comunicado que daba por terminada su labor porque «no se reúnen las condiciones» para encontrar un consenso.

«Si no aceptan, me retiro. No es un drama, se las arreglarán», declaraba Juppé en la emisora «Europe 1» antes de la reunión.

Con el fracaso de la mediación del considerado como la voz autorizada para mediar entre Fillon y Copé se dibuja el peor escenario para los conservadores, que no logran cerrar una crisis que amenaza la existencia misma del partido.

El exministro Jean-Louis Borló buscó hoy capitalizar el descontento de los simpatizantes de la UMP y situó a la recién creada Unión de Demócratas e Independientes (UDI) que lidera como el «futuro» del centro-derecha, en declaraciones a «Le Journal du Dimanche».

Ante el seísmo entre las filas conservadoras, cada vez más miradas se vuelven hacia Sarkozy, retirado de la política desde su derrota electoral frente al socialista François Hollande en las últimas elecciones presidenciales francesas, hace seis meses.

El exjefe del Estado y último presidente de la UMP salió hoy por primera vez del silencio desde el estallido de la polémica en el aparato de su partido.

Su entorno filtró a la prensa que Sarkozy había hablado por teléfono con Juppé desde Shanghai -donde daba una conferencia- para trasladarle su apoyo «a toda iniciativa que pudiera arreglar la situación».

Según un sondeo publicado esta semana por la televisión «iTéle», el 73 por ciento de los franceses apoya el retorno a la vida política francesa de Sarkozy, quien mañana aterriza en París.

París, 25 nov (EFE).- El ex primer ministro francés Alain Juppé considera que tiene «muy pocas opciones» de éxito en su papel de mediador entre Jean-François Copé y François Fillon que se disputan la presidencia de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) tras el polémico escrutinio de las primarias.

«Si no aceptan, no tengo ningún poder para imponer nada. Tengo la esperanza de tener éxito, aunque creo que tengo muy pocas posibilidades», dijo Juppé en la emisora «Europe 1».

El ex primer ministro y alcalde de Burdeos, una de las figuras más respetadas de la derecha gala, ha sido aceptado como mediador por los dos postulantes a liderar la UMP, quienes se acusan mutuamente de fraude en el proceso electoral interno del pasado domingo.

Las declaraciones de Juppé, que considera su análisis «realista», se producen el mismo día en que ha citado a Fillon y Copé a una reunión privada a las 19.00 horas (18.00 GMT) para consensuar la fórmula de la medición.

«Si no aceptan (mis condiciones), me retiro. No es un drama, se las arreglarán», señaló Juppé.

Copé, ex secretario general de la UMP y posicionado más a la derecha, se proclamó ganador de los comicios por una diferencia de 98 de los 175.000 votos registrados.

Fillon, que representa sensibilidades más centristas, ha denunciado que no se había contado más de un millar de papeletas que le darían la victoria.

La reunión coincide con la publicación de un sondeo realizado los dos últimos días por el instituto de opinión BVA que revela que los franceses creen que Fillon es mejor que Copé para ejercer la oposición al presidente socialista François Hollande.

El 30 por ciento de los encuestados, sobre una muestra representativa de 976 personas interrogadas por teléfono e internet, prefiere a Fillon, frente al 19 % que se decanta por Copé.

París, 25 nov (EFE).- Jean-François Copé y François Fillon, rivales a la presidencia de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), se reunirán hoy con el ex primer ministro francés, Alain Juppé, quien actuará de mediador en el conflicto surgido por el escrutinio de las elecciones primarias.

Juppé, primer presidente de la UMP en 2002, ha convocado a los dos postulantes después de que el recuento de las primarias celebradas el pasado domingo haya generado una escisión que pone en peligro la propia existencia de esa coalición conservadora.

Fillon, ex primer ministro, y Copé, ex secretario general de la UMP, se niegan a reconocer la victoria del contrario en los comicios internos en los que ambos denuncian fraude electoral.

Por ello, los conservadores han recurrido al alcalde de Burdeos, que no se había pronunciado a favor de ningún candidato, para mediar en la crisis y Juppé les ha convocado a las 18.00 GMT de hoy a una cita privada para discutir la forma de la mediación.

Para ello, Juppé ha pedido a los aspirantes una tregua de quince días, después de que la semana pasada se cruzaran duras acusaciones y llegaran a amenazar con recurrir a la justicia ordinaria para dirimir sobre el presunto fraude electoral.

El ex secretario general de la UMP se proclamó ganador de los comicios por una diferencia de 98 de los 175.000 votos registrados antes de que Fillon denunciara que no se había contado más de un millar de papeletas que le darían la victoria.

Copé pretende que el conflicto se resuelva en los órganos internos previstos por los estatutos del partido y admite la mediación de Juppé, pero considera que no debe sustituir a esas instancias, sino reforzarlas.

Fillon, sin embargo, no confía en el veredicto de los órganos internos del partido, sobre los que sospecha que Copé tiene ascendencia.

Para eliminar esas reticencias, Juppé propuso supervisar los trabajos de la Comisión Nacional de Recursos de la UMP y pidió que se retiren de la misma todos los que, durante el reciente proceso electoral interno, tomaron partido por uno u otro candidato.

Entretanto, la imagen de la UMP y, en particular, la de los dos candidatos a la presidencia se deteriora.

Según un sondeo publicado por la televisión «iTéle», la mayoría de los franceses culpa a Copé de la crisis (38 %), mientras que Fillon, al que sólo el 12 % culpa de la actual situación, también sufre un descenso de su popularidad.

La encuesta deja también bien clara cual es la salida de la crisis preferida de los militantes de la UMP: el 73 % de ellos aseguran desear el retorno de Nicolas Sarkozy a la vida política francesa.

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