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La CIDH denuncia que la mujer sigue sufriendo violencia en América Latina

Washington, 25 nov (EFE).- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos elogió hoy los avances en el continente americano en la adopción de leyes y políticas públicas para acabar con la violencia contra las mujeres, pero advirtió de que «existe una distancia significativa entre la legislación y su aplicación».

La CIDH difundió una declaración con motivo del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, y añadió su preocupación por «la persistencia de la discriminación contra las mujeres en todos los ámbitos, incluyendo la política, la educación, el empleo y la salud».

«El hogar continúa siendo un lugar peligroso para muchas mujeres de América, debido a las altas tasas de violencia doméstica existentes», continúa el comunicado y añade que las mujeres víctimas de esta violencia afrontan obstáculos formidables en el acceso a la justicia.

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«Para la mayoría de las mujeres, las leyes que existen en el papel sobre su derecho a la equidad y a la justicia no siempre se vuelven realidad», explica la CIDH.

La Comisión, que es un órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), afirmó que la discriminación contra las mujeres continúa profundamente arraigada en las estructuras sociales de los países de la región.

«En general, las mujeres están más afectadas por la pobreza que los hombres, tienen menos acceso a la vivienda y a los servicios de salud, y están sujetas a violencia física y sexual en mayor proporción que los hombres», sostiene.

Además, la CIDH describe una «interseccionalidad en la discriminación contra las mujeres, en base a factores como la raza, la etnia y la pobreza».

«En este sentido, por ejemplo, las mujeres indígenas y las mujeres afrodescendientes están particularmente expuestas a actos de violencia física, psicológica y sexual», añade.

«La Comisión ha destacado que la ausencia de una respuesta eficaz por parte del Estado y la impunidad reinante en relación con la violencia y la discriminación propician su repetición», concluye el comunicado.

Redacción Internacional, 25 nov (EFE).- Las mujeres son víctimas de muchos tipos de violencia en el mundo, desde la que ejerce sobre ellas su pareja hasta las mutilaciones genitales, la violación, los abortos de fetos femeninos y las agresiones para salvaguardar el «honor» de la familia.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada tres mujeres asesinadas muere a manos de su pareja (el 35%), mientras que se producen en torno a 5.000 asesinatos cada año por cuestiones de honor, sobre todo en Oriente Medio y el sur de Asia.

Las cifras, publicadas con motivo de la celebración mañana domingo del Día Mundial para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, se quedan cortas ya que en muchos países no hay datos oficiales y las agresiones no se denuncian.

Algunos casos a veces son primera página de los periódicos, como el de la niña paquistaní de 14 años asesinada este mes por sus propios padres, que al sospechar que mantenía una relación con un chico la rociaron con ácido, un tipo de agresión que se cobró las vidas de 943 mujeres en Pakistán el año pasado.

O el de la también paquistaní Malala Yusufzai, de 15 años, a la que los talibanes dispararon e hirieron por defender el derecho de las niñas a la educación.

Según un estudio del Centro canadiense de Investigación Global para la Salud, en las últimas tres décadas se han producido en la India 12 millones de abortos selectivos de fetos femeninos, la mitad de ellos en los últimos diez años.

Miles de indias mueren cada año por agresiones ligadas al impago de sus dotes, pese a que estas son ilegales, y el matrimonio infantil afecta al 56% de las féminas rurales, mientras que más de 14 millones de niñas son víctimas de casamientos forzosos antes de los 18 años en el África subsahariana.

Y más de tres millones de niñas sufren cada año el riesgo de mutilación genital en África, según ONU Mujeres.

Otro tipo de violencia es la que se ejerce en los conflictos armados, donde según la OMS la violencia sexual es empleada como un arma de guerra.

La violencia dentro de la pareja es una de las formas de agresión más usuales en el mundo occidental, donde pese a las campañas de concienciación, la protección a las víctimas y el endurecimiento de las leyes el problema parece estar en aumento.

A ello contribuye la crisis económica actual, que impide en muchos casos a una pareja separarse por motivos económicos.

En España una nueva ley de tasas judiciales propuesta por el Gobierno puede empeorar la situación, ya que muchas mujeres sin medios tendrán mayores dificultades para acceder a la Justicia.

Según la Comisión Europea, una de cada diez mujeres en Europa ha sufrido violencia sexual y cerca de una de cada cinco ha sido víctima de malos tratos al menos una vez en su vida.

En el Reino Unido hay una media de tres incidentes de violencia doméstica cada minuto, pero las autoridades calculan que sólo se denuncian un 40 % de los casos, mientras que en Francia un 2 % de las mujeres han sido víctimas de algún tipo de violencia machista en los dos últimos años.

En Rusia, el concepto de violencia familiar no figura en el código penal ni en el civil, y en China los datos son muy escasos, quizás porque muchas mujeres en áreas rurales no denuncian su situación por miedo o vergüenza en una sociedad machista y tradicional.

Un estudio de la estatal Academia China de Ciencias Sociales asegura que un tercio de las mujeres chinas han sufrido violencia física, psicológica o social, pero la Federación de Mujeres de China sólo recibe unas 50.000 denuncias anuales.

La OMS también ha denunciado los asesinatos sistemáticos de mujeres, especialmente en Latinoamérica, y cita los de al menos 400 durante la última década en Ciudad Juárez (México) o de otras 700 en 2008 en Guatemala.

En América Latina destacan los avances logrados en Brasil, donde han sido condenadas 100.000 personas desde que se aprobó en 2006 una severa legislación contra la violencia doméstica y se han recibido 2,7 millones de llamadas en el servicio telefónico para la recepción de denuncias que opera desde ese mismo año, según Amnistía Internacional.

La incapacidad de aceptar la emancipación de la mujer y el que haya conquistado todos sus derechos es algo que muchos hombres «no pueden tolerar» y lleva a matarlas, afirmó hoy el diario vaticano L’Osservatore Romano en un artículo sobre la jornada mundial contra la violencia a las mujeres. Ingrid Klintborn

Madrid, 25 nov (EFE).- Con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género y en un año en el que han fallecido ya 43 mujeres a manos de su pareja, organizaciones sociales, partidos políticos y Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad celebran actos para visibilizar la lucha contra esta lacra social.

La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, preside al mediodía el homenaje a las víctimas de agresiones machistas, que este año se celebra en el patio exterior del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

El PSOE celebra esta conmemoración con un acto, en su sede, para destacar la labor realizada por centros educativos y diversas instituciones en la lucha contra el maltrato y el apoyo a las víctimas.

Por la tarde, la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres invita a participar en una concentración en la Puerta del Sol de Madrid, para recordar la necesidad de denunciar las agresiones, como paso necesario para poner a salvo la vida de las maltratadas.

De las 43 víctimas de este año, treinta y dos convivían con el agresor, mientras que once habían cesado la convivencia; sólo siete de ellas habían denunciado el maltrato y en cuatro casos existía orden de alejamiento en vigor.

La mayoría de las mujeres eran españolas -33- y por tramos de edad, doce tenían entre 21 y 30 años, nueve entre 51 y 64 años, ocho eran mayores de 64 años, seis tenían entre 31 y 40, otras seis entre 41 y 50, una era menor de 16 años y otra tenía entre 18 y 20.

Mato presentó el pasado jueves la primera campaña de su departamento contra los malos tratos a las mujeres desde que asumió hace un año su cargo, con el lema «Hay salida».

En la iniciativa, que pretende animar a salir del maltrato para poder comenzar una nueva vida, han participado de forma desinteresada personajes del mundo de la cultura, el deporte, la publicidad y de la empresa, tales como los actores Imanol Arias, Mario Casas y Juanjo Artero, entre otros.

Mato ha anunciado que mostrará especial atención a los grupos más vulnerables, que serán objeto prioritario de los planes personalizados contra la violencia.

Entre ellos, se encuentran las menores víctimas de violencia de género y de trata con fines de explotación sexual; las mayores de 65 años, que percibirán una atención especial de los profesionales para la detección precoz; las mujeres con discapacidad; y a las mujeres rurales, que podrán acceder a material informativo en los centros de salud de sus municipios.

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