mundo

Los jueces egipcios se unen a la rebelión contra los “superpoderes” de Mursi

El Cairo, 24 nov (EFE).- Los jueces se sumaron hoy, con una huelga indefinida, a la oposición que ha tomado la plaza cairota de Tahrir, en su rebelión contra la decisión del presidente egipcio, Mohamed Mursi, de situarse sobre la ley y blindar sus poderes.

Cada día se le abre un nueva vía de agua al presidente, que promulgó una declaración constitucional el jueves con la intención, precisamente, de esquivar a los jueces en la redacción de la nueva Constitución.

El poderoso Club de Jueces, la principal asociación de magistrados del país, decidió hoy suspender el trabajo de todos sus afiliados en tribunales y fiscalías y expulsar a quien no secunde el paro.

Recomendados

En un comunicado, la organización instó al Consejo Supremo de la Justicia, máximo órgano de gobierno de la judicatura, a que «retire la confianza» a quienes no detengan su trabajo.

Con esta medida de fuerza, los jueces -que ya bajo Hosni Mubarak fueron la institución del Estado que ofreció mayor resistencia al autoritarismo del régimen- pretenden que Mursi dé marcha atrás de «inmediato» y anule su declaración constitucional.

Asimismo, la asociación exigió que la retractación incluya todos los decretos difundidos el jueves, especialmente el que destituyó al polémico fiscal general, Abdelmeguid Mahmud.

En su acta constitucional, Mursi se otorgó la potestad de cesar al fiscal general, lo que hasta ahora era una prerrogativa judicial, y reemplazó a Mahmud, criticado como un resabio del régimen de Hosni Mubarak, por el juez Talaat Ibrahim.

En los escasos cinco meses que lleva como presidente Mursi ya se ha topado en dos ocasiones anteriores con los jueces, y en ambas salió malparado.

En julio, el presidente ordenó la restauración de la Cámara baja, que había sido disuelta por el Tribunal Constitucional, para tener que dar marcha atrás solo tres días después, enmendado por la más alta corte del país.

De igual forma, ya intentó destituir al fiscal general en octubre, enviándolo como embajador al Vaticano, para luego rectificar a las 48 horas, tras comprobar que el movimiento no era legal.

El propio Mahmud habló hoy ante la asamblea general del Club de Jueces, entre gritos de «¡ilegítimo!» referidos a Mursi, y anunció que piensa recurrir ante los tribunales la orden del presidente.

Otra asociación de jueces minoritaria y vinculada a los Hermanos Musulmanes, el Movimiento de Jueces por Egipto, anunció en cambio su respaldo a la declaración constitucional, porque esta «apoya la estabilidad del país y fortalece la seguridad y la integridad del país».

No hay duda de que, después de la aparente tregua que siguió a la elección de Mursi en junio, su controvertida decisión ha conseguido devolver el juego político a la calle.

Cuando parecía que había pasado el tiempo de las manifestaciones masivas y las acampadas en Tahrir, la polarización del país entre islamistas y las fuerzas laicas, liberales y revolucionarias ha recuperado escenas propias del pasado.

Decenas de tiendas de campaña continúan instaladas en la emblemática plaza cairota a la espera de que el próximo martes se celebre una nueva manifestación multitudinaria.

Para contrarrestar los efectos de la caída en picado de la popularidad del presidente, los Hermanos Musulmanes han programado otra protesta paralela ese mismo día en la plaza de Abdin, a solo unos cientos de metros de la convocatoria anti-Mursi.

Los indignados de Tahrir coinciden en su apelativo para el presidente: el nuevo faraón.

Hamdi Abulmaati, miembro del partido de la Constitución, que encabeza el Premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, dijo a Efe que «con sus últimas resoluciones, Mursi se ha convertido en el nuevo faraón de Egipto, y el pueblo rechaza sus decisiones».

Para Abulmaati, Mursi «cumple totalmente con una agenda estadounidense», algo que no es especialmente bien valorado en estos lares.

Enrique Rubio

El Cairo, 24 nov (EFE).- Un abogado egipcio presentó hoy una denuncia ante la Fiscalía General contra varios importantes dirigentes opositores egipcios por un supuesto intento de derrocar al presidente de este país, Mohamed Mursi.

El letrado Hamed Sadiq elevó la denuncia al nuevo fiscal general, Talaat Abdalá Ibrahim, contra el Premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei y los ex candidatos presidenciales Hamdin Sabahi y Amro Musa, según informa la web del Partido Libertad y Justicia, que presidió Mursi.

También están incluidos en la denuncia el presidente del partido nacionalista Al Wafd, Al Sayed al Badaui, y el presidente de la asociación de magistrados Club de Jueces, Ahmed el Zend.

El abogado pidió en su demanda que esas personalidades sean interrogadas y se les prohíba viajar al extranjero.

Sadiq asegura en su denuncia que «Musa viajó a Cisjordania, en la Palestina ocupada por los sionistas, y se reunió con una exministra israelí de Exteriores con la que acordó confundir a Mursi y crear crisis internas».

También asegura que Musa «se coordinó con los demás acusados para cumplir sus planes, que comenzaron con la retirada de la Asamblea Constituyente, con la intención de confundir al régimen e instigar a derrocarlo y abortar la Revolución del 25 de Enero de 2011».

Asimismo, el abogado considera que estas personas se reunieron en la sede del partido Al Wafd, que es «una guarida para cumplir el plan sionista que insta a alterar la situación interna y propagar el caos y derrocar el Gobierno».

Por otra parte, miembros de partidos de la oposición liberal e izquierdista se enfrentaron hoy con jóvenes del grupo conservador islámico de los Hermanos Musulmanes frente a la Corte Suprema de Justicia de El Cairo.

Los choques estallaron después de que los militantes del grupo islamista atacaran el edificio con piedras y con bengalas, después de que el miembros del otro bando corearan consignas que pedían la caída del régimen de Mursi.

Las fuerzas de seguridad detuvieron a unas diez personas de ambos bandos después de intervenir con gases lacrimógenos para poner fin a los enfrentamientos.

Tags

Lo Último

Lo que debe saber


Te recomendamos