El Cairo, 25 oct (EFE).- El régimen de Damasco y los rebeldes del Ejército Libre Sirio aceptaron hoy una tregua temporal que debería comenzar mañana, pero pusieron distintas condiciones para cumplirla en medio de las dudas sobre su viabilidad y las divisiones entre los opositores armados.
El Ejército sirio anunció que cesará sus operaciones militares entre mañana y el próximo lunes con motivo de la festividad musulmana del «Aid al Adha» (Fiesta del Sacrificio), tal como había propuesto el mediador internacional, Lajdar Brahimi.
En un comunicado leído en la televisión siria, el Comando General de las Fuerzas Armadas se reservó «el derecho a responder» si los «terroristas», como denomina a los rebeldes, «atacan, fortalecen sus posiciones o reciben suministro de armas o personas desde dentro o fuera del país».
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El Ejército se comprometió a proteger a los civiles y las propiedades públicas y privadas de cualquier agresión, al tiempo que advirtió a sus países vecinos de que «no faciliten la entrada de terroristas a territorio sirio, lo que supone una violación de sus compromisos internacionales de lucha contra el terrorismo».
Damasco refrendó así las palabras de Brahimi, que ayer en El Cairo dijo que las autoridades sirias le habían asegurado que respetarían el alto el fuego temporal.
El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe destacó entonces que la mayoría de los grupos rebeldes había accedido a esta petición, aunque al menos uno de ellos, el islamista Frente Al Nusra, reconoció en público que no respetaría la tregua.
En declaraciones a Efe, el «número dos» del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), Malek Kurdi, se comprometió hoy a cumplir la «frágil» tregua temporal, aunque alertó de que se movilizará para proteger las manifestaciones pacíficas contra el régimen.
Kurdi resaltó que ambas partes han aceptado respetar un alto el fuego, el cese de la movilización de fuerzas y que no haya movimientos en las líneas del frente.
La diversidad de grupos opositores armados y la actual espiral de violencia en el país complican el cumplimiento de este nuevo alto el fuego, una iniciativa que ya se intentó el pasado abril bajo la mediación del antecesor de Brahimi, Kofi Annan, y que cayó en saco roto ante las violaciones de ambos bandos.
El escepticismo no reina solo en Siria ante la nueva tentativa de detener la guerra.
El secretario general adjunto de Naciones Unidas, Jan Eliasson, dijo hoy en Ginebra que tiene una «microscópica esperanza» de que las partes implicadas en el conflicto sirio respeten el alto el fuego.
Por si acaso, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) se mostró listo para aprovechar una eventual tregua para hacer llegar paquetes de ayuda de emergencia a miles de personas aisladas desde hace meses por los combates en el país.
A la espera de que comience la Fiesta del Sacrificio, los bombardeos de las tropas del régimen contra los feudos rebeldes y los combates entre ambos bandos prosiguieron hoy en todo el país, en especial en la ciudad septentrional de Alepo y en Damasco y sus periferia.
En Alepo, los rebeldes tomaron el control de la sede principal de la Policía judicial, situada en el barrio de Al Ashrafiya, escenario de duros choques que causaron la muerte de al menos nueve personas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que elevó el número de fallecidos en el país a un centenar.
La activista independiente Zena al Halabi, residente en Alepo, explicó a Efe vía internet que en el ataque a este complejo, supuestamente utilizado por las autoridades como centro de tortura, participaron dos brigadas del ELS y militantes del Frente Al Nusra.
A las afueras de Damasco, los ataques de las fuerzas gubernamentales se centraron en las localidades de Harasta, Zamalka, Kafr Batna y Saqba, mientras que los enfrentamientos se sucedieron en Duma, Erbin y en los barrios damascenos de Tadamon y Qadam, según los grupos opositores.
En las inmediaciones de la capital, fue hallado el cadáver de un sacerdote, identificado como Fady al Hadad, que había sido secuestrado por hombres armados la semana pasada.
Por su lado, la agencia oficial siria, Sana, informó de que las Fuerzas Armadas se enfrentaron a «terroristas» en la ciudad de Muhim, en la provincia de Homs (centro), y abatieron a un número indeterminado de rebeldes en la ciudad de Deir el Zur (este).
Washington, 25 oct (EFE).- EE.UU. celebró hoy el anuncio de un alto el fuego temporal en Siria, aunque advirtió de que el régimen sirio «no es muy bueno cumpliendo promesas» y confió en que todas las partes respeten el acuerdo, en el que ve potencial para avanzar hacia una transición.
La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, señaló hoy que «cualquier día en Siria sin violencia es un progreso» en respuesta al anuncio del Ejército sirio de que cesará sus operaciones militares durante los cuatro días de la festividad musulmana del «Aid al Adha», que comienza mañana.
«Lo que esperamos es que no sólo hablen sobre el alto el fuego, sino que lo lleven a cabo, empezando por el régimen. Y lo vigilaremos muy de cerca», indicó Nuland en su conferencia de prensa diaria.
«Llamamos a todos a adherirse a este alto el fuego, y esperamos que cumplan lo que han pregonado. Pero como hemos visto en el último año, el régimen sirio en particular es bueno haciendo promesas y menos bueno cumpliéndolas», advirtió.
La portavoz confió en que, si se cumple el alto el fuego, «pueda abrir espacio para que se trabaje más en una transición» en el país, donde el conflicto que estalló en marzo de 2011 ha causado al menos 25.000 muertos, según cifras de la ONU.
El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe a Siria, Lajdar Brahimi, había propuesto la tregua entre el régimen de Damasco y los rebeldes durante esta fiesta y aseguró que la mayoría de los grupos opositores la cumplirían, aunque al menos uno de ellos, el islamista Frente Al Nusra, reconoció en público que no respetaría la tregua.
En declaraciones a Efe, el «número dos» del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), Malek Kurdi, se comprometió hoy a cumplir la «frágil» tregua temporal, aunque alertó de que se movilizará para proteger las manifestaciones pacíficas contra el régimen.
La diversidad de grupos opositores armados y la actual espiral de violencia en el país complican el cumplimiento de este nuevo alto el fuego, una iniciativa que ya se intentó el pasado abril bajo la mediación del antecesor de Brahimi, Kofi Annan, y que cayó en saco roto ante las violaciones de ambos bandos.
Naciones Unidas, 25 oct (EFE).- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dio hoy la bienvenida al anuncio de tregua en Siria y dijo que los trabajadores humanitarios están preparados para llevar ayuda a la población civil aprovechando el cese de la violencia.
«El mundo está con los ojos abiertos pendiente de ver si mañana callan las armas en Siria», afirmó ante la prensa del portavoz de la ONU, Martin Nesirky, después de que el régimen sirio y los rebeldes del Ejército Libre Sirio aceptaran una tregua temporal.
El máximo responsable de la ONU siguió los pasos del Consejo de Seguridad y la Liga Árabe y pidió a los actores de la comunidad internacional que pueden influir en la región que se movilicen para facilitar que la suspensión de la violencia sea efectiva.
El portavoz de Ban añadió que si mañana se respeta el alto el fuego y cesan las hostilidades, los trabajadores humanitarios de la ONU están preparados para llevar asistencia a la población civil que no ha recibido ayuda en medio de la violencia.
Nesirky añadió que la ONU entiende que hay «falta de confianza» entre las partes pero esperan que mañana «las armas callen» para celebrar la Fiesta del Sacrificio «en paz» y que después se de paso a una tregua más amplia que desemboque en un proceso político.
El Ejército sirio anunció hoy que cesará sus operaciones militares entre mañana y el próximo lunes con motivo de la festividad musulmana del «Aid al Adha» (Fiesta del Sacrificio), tal como había propuesto el mediador internacional, Lajdar Brahimi.
Por su parte, el «número dos» del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), Malek Kurdi, dijo a Efe que se comprometen a cumplir la «frágil» tregua temporal, aunque alertó de que se movilizará para proteger las manifestaciones pacíficas contra el régimen.
La diversidad de grupos opositores armados y la actual espiral de violencia complican el cumplimiento de este nuevo alto el fuego, una iniciativa que ya se intentó el pasado abril bajo la mediación del antecesor de Brahimi, Kofi Annan, y que cayó en saco roto.
El secretario general adjunto de las Naciones Unidas, Jan Eliasson, dijo hoy en Ginebra que tiene una «microscópica esperanza» de que las partes implicadas en el conflicto sirio respeten el alto el fuego.
Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) se mostró listo para aprovechar una eventual tregua para hacer llegar paquetes de ayuda de emergencia a miles de personas aisladas desde hace meses por los combates en el país.
La crisis en Siria desde marzo de 2011 ha causado hasta la fecha más de 25.000 muertos, mientras que unos 2,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria y más de 250.000 se han tenido que refugiar en los países vecinos, según cifras de Naciones Unidas.
