Según informó hoy la Policía local de Málaga, vecinos de la zona alertaron a los agentes tras escuchar voces que provenían del interior del local, así como golpes en las persianas producidos por los cuatro menores de edad, de uno, cuatro, siete y once años.
Los agentes se personaron en el local e intentaron localizar a los padres de los niños pero, al no conseguirlo, llamaron a los bomberos para que abrieran la puerta.
El local donde permanecían encerrados los menores, además de contar con productos tóxicos y objetos peligrosos a su alcance, se encontraba desordenado y sucio, con ropa por el suelo, un colchón y excrementos, según especifica la nota policial.
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Los padres acudieron al lugar cuarenta minutos más tarde, después de que un vecino de la misma nacionalidad ayudara a los agentes a localizarlos, y manifestaron que habían dejado solos y encerrados a sus hijos para poder ir a comprar.
Dos ciudadanos de nacionalidad china y amigos de la familia se hicieron cargo de los menores, de los que dos sufren una enfermedad degenerativa de atrofia muscular, por lo que uno de ellos está en una silla de ruedas.
Hasta el lugar de los hechos también se desplazó personal de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Málaga, que constató que ya había un expediente abierto sobre la situación familiar, ya que al parecer no se trataba de la primera vez que los progenitores dejaban a sus hijos solos en circunstancias similares o en la calle.
EFE