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Alepo, en vilo ante una inminente ofensiva militar gubernamental

El Cairo, 27 jul (EFE).- La ciudad siria de Alepo se mantuvo hoy en vilo ante la inminente ofensiva de las fuerzas del régimen para recuperar las zonas controladas por los rebeldes, mientras continúan los bombardeos y los combates entre los dos bandos en esta urbe y otras provincias del país.

Los enfrentamientos en la segunda ciudad y centro económico de Siria cumplieron hoy una semana entre fuertes bombardeos de las fuerzas gubernamentales contra los barrios en manos de la insurgencia.

Alepo está sitiada por tanques del régimen de Bachar al Asad, según el «número dos» del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), Malek Kurdi, quien afirmó que sus hombres se preparan para defender la ciudad.

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En conversación telefónica con Efe desde Alepo, Kurdi explicó que hay más tropas gubernamentales de camino a la ciudad procedentes de otras zonas como Damasco.

«Estoy seguro de que van a lanzar una gran ofensiva», subrayó el alto mando rebelde, que normalmente dirige las operaciones desde el sur de Turquía, donde se encuentra la cúpula del ELS.

Los refuerzos militares que se dirigen a Alepo están siendo atacados por los combatientes del ELS, que han causado daños materiales en vehículos blindados y tanques, con el objetivo de tratar de cerrarles el paso hacia Alepo.

Entre estas escaramuzas, los rebeldes habrían hecho prisioneros a un centenar de soldados y «shabiha» (milicianos progubernamentales) en Alepo, según un vídeo difundido por los activistas en el que varios detenidos indican su posición y cómo fueron capturados.

Además, el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que en la localidad de Maaret al Numan, también en el norte de Siria, los insurgentes apresaron a más de cincuenta miembros de las fuerzas de seguridad y del Ejército, entre ellos catorce oficiales y suboficiales.

La lucha por el control de Alepo y la llegada de refuerzos militares del régimen han despertado el temor en la comunidad internacional a que se produzca «una masacre» en la ciudad, como han apuntado Washington, Londres y París.

La portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Victoria Nuland, expresó ayer la preocupación de Washington ante el uso de aviones y tanques contra la población civil en Alepo y mostró su temor a una masacre a la que «parece encaminarse el régimen».

El activista de Alepo Mayid Abdelnur explicó a Efe vía internet que «la mayoría de los barrios son sometidos a intensos bombardeos de artillería pesada y helicópteros», entre ellos Al Fardus, Salahedín, Al Sukari, Al Ansari, Al Mashad y Bustan al Qasr.

En estos barrios también se han registrado, según el opositor, cruentos enfrentamientos entre el ejército y los rebeldes, que han atacado varios puestos de control y capturado o abatido a los uniformados allí apostados.

Abdelnur denunció que la violencia ha causado un gran desplazamiento de población, especialmente de los barrios de Al Fardus y Bustan al Qasr, que sufren «una pésima situación humanitaria», agregó.

Pese a ello, la Media Luna Roja siria ha suspendido «ciertas operaciones» en Alepo debido al aumento de la inseguridad, indicó hoy en Ginebra el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que va a trasladar «temporalmente» a parte de su personal internacional de Damasco al Líbano.

Aunque el principal campo de batalla es ahora Alepo, los bombardeos del régimen y los combates se registraron también en las provincias de Deraa (sur), Homs (centro), Idleb (noroeste) y Damasco y sus alrededores, en una jornada en la que murieron más de 70 personas, según los grupos opositores.

Ante el aumento de la violencia, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, acusó hoy al régimen de Al Asad de arrasar zonas controladas por la oposición sin tener en cuenta la suerte de la población civil que las habita.

Pillay denunció los bombardeos de artillería y aéreos, la irrupción de tanques en los centros urbanos y las ejecuciones sumarias, al tiempo que manifestó su preocupación por «la probabilidad» de enfrentamientos a gran escala en Damasco y Alepo.

Entretanto, el goteo de deserciones continuó hoy con la renuncia de la diputada siria de Alepo Ijlas Badaui, en la primera defección de un parlamentario desde que en marzo de 2011 comenzara un conflicto que acumula más de 15.000 víctimas mortales, además de miles de refugiados a Turquía y Líbano y más de un millón de desplazados internos.

Badaui huyó a Turquía y desde allí condenó «el asesinato y el uso de aviación de guerra y artillería pesada para reprimir al pueblo desarmado», y prometió trabajar para que sus colegas sigan su ejemplo y abandonen el Parlamento.

Londres, 27 jul (EFE).- El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, pidió hoy al régimen de Bachar Al Assad debe poner fin a su ataque contra Alepo, la capital económica de Siria.

«Estoy seriamente preocupado por la escalada de violencia en Alepo. Insto al Gobierno sirio a detener la ofensiva», afirmó Ban Ki-moon, al término de una reunión en Londres con el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague.

Unas 70 personas murieron hoy en Siria a causa de los bombardeos de las fuerzas del régimen sirio, sobre todo en Deraa (sur), Damasco y sus alrededores, y Alepo (norte), donde los rebeldes capturaron a unos cien efectivos del régimen, según los grupos opositores.

En la ciudad Alepo, la segunda mayor del país y en la que se teme una gran ofensiva de las tropas gubernamentales, que la mantienen sitiada a la espera de refuerzos militares, se registraron entre seis y once muertos, dependiendo de las fuentes.

«La violencia por ambas partes debe parar, por el bien de los civiles sirios que están sufriendo», añadió el secretario general de la ONU, tras una reunión con motivo de la Tregua Olímpica.

Esta tradición, que procede de los Juegos Olímpicos Antiguos, significa un llamamiento de paz temporal, y se estableció con el propósito de que los deportistas pudieran desplazarse sin peligro a la ciudad griega de Olimpia para competir.

Hague por su parte hizo un llamamiento a Rusia y China para que se sumen a los países críticos con el ataque y condenen los últimos movimientos del Gobierno de Al Assad contra la población de Alepo, que supera los dos millones de personas.

«Todos aquellos con influencia sobre el régimen sirio deberían ejercerla ahora. Ningún país debería permanecer callado mientras la gente de Alepo se encuentra bajo la amenaza de una potencial masacre», aseguró el ministro británico de Exteriores.

«Esta última e inaceptable escalada del conflicto podría conducir a una pérdida devastadora de civiles y a un desastre humanitario», subrayó Hague.

Al menos un millón de personas han sido desplazadas dentro de Siria desde el inicio de la revuelta en marzo de 2011, según cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), mientras que diversas organizaciones pro derechos humanos estiman que hasta ahora habría muerto unas 19.000 personas en el conflicto.

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