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Las fuerzas sirias disparan y arrestan a civiles en la frontera, según HRW

El Cairo, 27 jun (EFE).- Las fuerzas del régimen sirio disparan de forma indiscriminada y detienen a civiles que intentan cruzar la frontera y refugiarse en países vecinos, denunció hoy la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW).

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En un informe, el grupo exigió, asimismo, a las autoridades sirias que pongan fin a esta práctica y respeten el derecho de los ciudadanos a abandonar el país.

HRW entrevistó este mes a una veintena de refugiados sirios en Jordania que habían escapado del país en grupos de hasta 200 personas y acompañados de miembros del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS).

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Mientras estos grupos intentaban atravesar la frontera, al menos tres civiles murieron y once resultaron heridos por disparos de francotiradores, que abrieron fuego sin avisar a una distancia de unos doscientos metros, según el testimonio de los refugiados consultados.

La mayoría de los refugiados relató que cuando trataban de abandonar el país llegaron soldados a pie y en camiones cerca del límite fronterizo y comenzaron a disparar.

Los miembros del ELS evitaron responder para que los civiles no se vieran atrapados en el fuego cruzado, aunque en algunas ocasiones sí lo hicieron para que las fuerzas del régimen no se acercaran al lugar, agregaron los testigos.

Además, las fuerzas sirias arrestaron a alrededor de 170 civiles, de los que un centenar eran mujeres y niños que se encuentran en paradero desconocido.

«Siria dice que está combatiendo contra grupos terroristas, pero sus fuerzas en la frontera disparan contra todo aquel que intenta cruzar a otro país», apuntó el investigador de HRW Gerry Simpson, quien acusó al régimen de violar el derecho a la vida de los sirios y el de abandonar su propio país para buscar refugio en otro.

La organización habló con un desertor del Ejército sirio no identificado que dijo haber recibido órdenes de disparar a quien intentara cruzar la frontera por zonas donde no hubiera puestos oficiales.

Una madre de cinco hijos describió a HRW cómo fue capturada tras presenciar un intenso tiroteo cuando intentaba huir con un grupo de 250 personas, si bien luego consiguió refugiarse en Jordania una vez que fue liberada.

Además, un joven sirio confesó haber viajado de noche con la ayuda de desertores y beduinos hasta Jordania, donde el Ejército de ese país brinda ayuda a los refugiados para ponerlos a salvo.

Siria y Jordania comparten una frontera de unos 375 kilómetros, la mayoría de los cuales están desiertos por ambos lados, de forma que los intentos para cruzarla se concentran en un tramo de cien kilómetros al noroeste de Jordania.

En el único puesto fronterizo en esa zona, las fuerzas sirias han impedido el cruce a muchas personas sin esgrimir ningún motivo, sostienen muchos de los refugiados entrevistados.

Desde el inicio de la revuelta popular contra el régimen sirio en marzo de 2011, más de 26.000 refugiados sirios se han registrado en Jordania, recordó el grupo de derechos humanos.

El Cairo, 27 jun (EFE).- Tres periodistas y cuatro guardias de seguridad murieron hoy en el asalto a la sede de la televisión siria progubernamental Al Ikhbariya, de cuya autoría Damasco responsabilizó a supuestos terroristas mientras los rebeldes apuntaron a desertores del régimen.

Además de las víctimas mortales, otras nueve personas resultaron heridas y siete más fueron secuestradas en el ataque, que comenzó a las 04.30 hora local (01.30 GMT) contra el edificio en el que se ubica el citado canal, en la zona de Jan al Shih, 35 kilómetros al suroeste de la capital.

Según el Gobierno sirio, «un grupo terrorista armado» perpetró el ataque contra la emisora, donde supuestamente asesinó a las víctimas e hizo estallar artefactos explosivos.

La televisión oficial mostró imágenes de la sede, destrozada por las explosiones con varias paredes derruidas y otras en pie que presentaban impacto de balas.

El ministro sirio de Información, Omran al Zubi, calificó el ataque como «la peor masacre contra la prensa y la libertad de expresión», prometió que este suceso no quedará impune y aseguró que la transmisión del canal por satélite continuará.

Al Zubi responsabilizó también de lo ocurrido la Unión Europea y las organizaciones árabes e internacionales, a las que acusó de orquestar «campañas de provocaciones» y sancionar a los medios de comunicación del país.

Una versión diferente presentó el opositor Ejército Libre Sirio (ELS), cuyo lugarteniente, el coronel Malek Kurdi, dijo a Efe por teléfono desde Turquía que fueron militares desertores de la Guardia Republicana, uno de los cuerpos de elite del régimen, quienes perpetraron el asalto.

De acuerdo con su versión, en las últimas horas un grupo de militares decidió desertar y llevar a cabo una operación contra el régimen, algo que suelen hacer los soldados disidentes cuando se unen a las filas rebeldes, agregó.

Los atacantes utilizaron lanzagranadas y armas ligeras en la sede de la televisión, donde hubo una fuerte explosión por el impacto de una granada en un almacén de municiones.

«En las televisiones sirias (gubernamentales), suele haber grupos de la Guardia Republicana que velan por estos canales, y en sus sótanos guardan municiones y explosivos», aseguró el lugarteniente.

Kurdi subrayó que los autores del asalto huyeron sin sufrir bajas y que éstos no se coordinaron con el ELS, que justificó el ataque por la política de «desinformación» de Al Ikhbariya, aunque aún no haya decidido atacar instalaciones de televisiones progubernamentales.

Los opositores Comités de la Coordinación Local (CCL) informaron, pro su parte, de otras acciones armadas ocurridas este miércoles en el país, y en particular sobre los duros enfrentamientos registrados en las poblaciones de Deir al Asafir y Drusha, cerca de Damasco.

El también opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló, por su parte, que las fuerzas del régimen bombardearon la zona de Jan al Subul, en la periferia de la ciudad septentrional de Idleb, escenario también de combates contra el ELS.

Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente debido a las restricciones impuestas por las autoridades a los periodistas.

La organización Human Rights Watch denunció este miércoles que las fuerzas del régimen sirio disparan de forma indiscriminada y detienen a civiles que intentan cruzar la frontera y refugiarse en países vecinos.

El presidente del país, Bachar al Asad, admitió el miércoles en un discurso que el país se encuentra en un «un verdadero estado de guerra», opinión que este miércoles compartió con matices la comisión internacional auspiciada por la ONU para investigar las violaciones de derechos humanos cometidas en el país.

Según el informe actualizado presentado por la citada comisión ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra «en algunas zonas la lucha reúne las características de un conflicto armado no internacional».

El término de conflicto armado no internacional «es el término legal para hablar de una guerra civil», explicó en una posterior conferencia de prensa Karen Abu Zayd, integrante de la comisión que preside el jurista brasileño Sergio Paulo Pinheiro.

Es la primera vez que una instancia de la ONU habla directa o indirectamente de «conflicto armado» para referirse a la violencia que sufre Siria.

Pinheiro explicó que el uso de este término y la aclaración de que no se puede aplicar a la totalidad del país es algo muy medido, porque la admisión de un conflicto interno legitimaría determinadas acciones del Gobierno en virtud del derecho internacional, como ciertos ataques contra civiles.

Ante esta situación, el enviado especial de la ONU Kofi Annan convocó para el próximo día 30 una reunión en Ginebra del Grupo de Acción para Siria con el objetivo de buscar acciones concretas que permitan avanzar hacia la pacificación del país árabe.

El Cairo, 27 jun (EFE).- El opositor Ejército Libre Sirio (ELS) afirmó que desertores de la Guardia Republicana, uno de los cuerpos de elite del régimen, cometieron el ataque de hoy contra el canal de televisión gubernamental Al Ikhbariya, en el que murieron siete personas, tres de ellas periodistas.

Desde Turquía, el «número dos» del ELS, coronel Malek Kurdi, dijo a Efe por teléfono que los desertores atacaron con lanzagranadas y armas ligeras la sede de la televisión, y una granada cayó en un almacén donde se guardaban municiones, lo que causó una fuerte explosión.

«Normalmente dentro de las televisiones sirias (gubernamentales), hay grupos de protección de la Guardia Republicana que velan por estos canales, y en los sótanos de algunas de ellas guardan municiones y explosivos», aseguró el lugarteniente del ELS.

Kurdi agregó que en las últimas horas un grupo de militares de ese cuerpo decidió desertar, pero antes llevó a cabo una operación contra el régimen, algo que suelen hacer los soldados disidentes cuando deciden unirse a las filas rebeldes.

El dirigente del ELS subrayó que los autores del asalto lograron huir de la sede de Al Ikhbariya en la zona de Jan al Shih, 35 kilómetros al suroeste de Damasco, sin sufrir bajas.

Kurdi destacó que los desertores llevaron a cabo la operación sin coordinarse con el ELS, que por ahora no ha tomado la decisión de lanzar ataques contra las instalaciones de las televisiones gubernamentales, aunque justificó el asalto por «las políticas de desinformación» de Al Ikhbariya.

Aun así, advirtió de que «si los elementos militares desplegados dentro de las televisiones atacan al ELS o agreden a manifestantes, se convertirán en objetivos legítimos».

El régimen de Damasco acusó hoy a grupos terroristas armados de haber perpetrado el ataque con artefactos explosivos contra el canal de televisión.

Ayer, el presidente Bachar al Asad afirmó que su país atraviesa por «un estado de guerra verdadero», en un discurso durante la ceremonia de juramento del nuevo Gobierno sirio.

«Estamos viviendo un estado de guerra verdadero con todas sus características y con todo el sentido de esta palabra», subrayó Al Asad.

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