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Turquía lleva a la OTAN y al Consejo de Seguridad el derribo de su caza por Siria

Estambul, 24 jun (EFE).- Turquía ha escenificado hoy una subida de tensión en sus relaciones con Siria y ha recurrido a la OTAN y al Consejo de Seguridad de la ONU para tratar sobre el derribo de un caza turco por las defensas antiaéreas sirias.

El ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, ha expuesto hoy la posición oficial de Ankara, según la cual el caza, que despegó a las 08.30 GMT del viernes pasado de la base aérea de Malatya (Turquía) y desapareció de los radares una hora y media más tarde, fue derribado por Siria mientras volaba en el espacio aéreo internacional.

En consecuencia, Ankara notificará el incidente tanto a la OTAN como al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, añadió Davutoglu.

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Poco después se confirmó que la OTAN celebrará el martes una reunión sobre el incidente, acorde con el artículo 4 de la Alianza Atlántica, que obliga a los miembros a consultar cuando «en opinión de uno de ellos, esté amenazada la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de ellos».

Turquía no ha invocado, empero, el artículo 5, que se activa cuando se constata una agresión militar contra uno de los miembros de la OTAN.

La firmeza con la que Davutoglu defendió el derecho de Turquía a tomar medidas por el abatimiento del caza contrasta con el nerviosismo de la tarde del viernes, cuando el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, evitó culpar a Damasco del derribo.

Incluso, el presidente turco, Abdullah Gül, había llegado a admitir el sábado que el caza «podría haber vulnerado» el espacio aéreo sirio.

Davutoglu confirmó este último extremo, pero aclaró que había sucedido 15 minutos antes de ser derribado el aparato.

Insistió también en que el avión turco volaba sin armamento, que sólo tenía por misión poner a prueba los radares de defensa turcos y que Siria no emitió advertencia alguna antes de abatirlo.

Sigue incierto el destino de los dos tripulantes del avión, tras una búsqueda de más de 48 horas, en las que los barcos de rescate turcos por el Mediterráneo se coordinan con las autoridades sirias, según confirmó la televisión pública TRT.

La misma emisora aseguró hoy que ya se habían localizado los restos del avión a una profundidad de 1.300 metros en el Mediterráneo, ante la costa siria, pero este extremo no ha sido corroborado oficialmente.

La emisora turca NTV, por su parte, sostiene que se conocen las coordenadas del lugar donde cayó el avión al agua, pero que no se han detectado aún los restos del aparato.

Erdogan anunciará el martes, en una comparecencia ante el Parlamento, los pasos que tomará Turquía frente a Siria, que serán «de sangre fría, pero firmes», según avanzó Davutoglu hoy.

En los medios turcos persistía la incertidumbre sobre la intención de Damasco al derribar el avión, que puede ser fácilmente interpretado como un motivo de conflicto bélico, en un momento en el que numerosas voces piden una intervención militar extranjera en Siria para acabar con la represión del régimen de Bachar al Asad.

Turquía ha descartado hasta ahora intervenir directamente en el conflicto sirio, aunque ha condenado con duras palabras la represión y se ha reservado siempre la opción de «tomar medidas» si su propia seguridad o estabilidad se viera amenazada.

Añade un factor de tensión la presencia de más de 30.000 refugiados sirios en varios campamentos en Turquía, donde también se hallan los dirigentes del Ejército Sirio Libre, la guerrilla siria compuesta sobre todo por soldados desertores, que luchan contra el régimen de Damasco.

«Bachar al Asad siempre ha amenazado con que el conflicto sirio podría incendiar toda la región si hay una intervención de fuera; al derribar el avión turco juega esta carta», opina Hefiz Abdulrahman, miembro del Consejo Nacional Turco, el organismo que intenta agrupar la oposición a Asad.

«Actualmente hay mucha gente indecisa en Siria, pero cerrarían filas con el régimen en el momento en que haya un enemigo externo creíble, por lo que la tensión le conviene a Asad», cree Hefiz.

El activista opina que, en todo caso, el derribo fue una provocación consciente: «Siria nunca dispara a los cazas israelíes que sobrevuelan a menudo su territorio, porque no desea una guerra con Israel», recordó.

Ilya U. Topper

Teherán, 24 jun (EFE).- Irán ha pedido contención a Turquía y Siria para mantener la estabilidad regional tras el derribo de un avión militar turco por la defensa aérea siria en el Mediterráneo el pasado viernes, informó hoy el Ministerio de Exteriores iraní.

El Ministerio señaló en un comunicado que el responsable del departamento, Ali Akbar Salehi, en una conversación con su colega turco, Ahmed Davutoglu, le mostró la esperanza de que Turquía y Siria «arreglen el asunto pacíficamente para ayudar a mantener la estabilidad regional».

Salehi pidió a ambas partes «calma», «contención» y «paciencia» en este conflicto, creado por el derribo de un caza con dos tripulantes turcos en el Mediterráneo, en el límite de las aguas territoriales sirias.

Irán, que ha apoyado los levantamientos y revoluciones de la «primavera árabe» en Túnez, Egipto, Libia, Yemen, Bahrein, Jordania y Arabia Saudí, ha respaldado oficialmente con firmeza al régimen sirio de Bachar al Asad.

La oposición siria, que pretende derrocar al Gobierno que encabeza Al Asad, ha acusado a Irán de facilitar ayuda militar, en armas y efectivos, al régimen de Damasco, mientras Teherán considera que los opositores son «terroristas» promovidos y armados por occidente, especialmente por EEUU, además de algunos países árabes.

La agencia oficial de noticias siria, SANA, ha reconocido que las defensas aéreas del país derribaron una aeronave «no identificada», que volaba bajo y a gran velocidad y «se había introducido en el espacio aéreo sirio».

Sin embargo, según la versión oficial turca, el avión se precipitó al mar a 8 millas de las costas sirias, aunque fue alcanzado por la defensa aérea siria cuando volaba a una distancia de 13 millas, en el espacio aéreo internacional.

Los restos del caza turco derribado han sido encontrados a una profundidad de entre 1.000 y 1.300 metros frente a la costa de Siria, informó hoy la cadena pública de televisión turca TRT.

La televisión no ha precisado si fueron los barcos turcos o sirios los que localizaron el avión, pero ha subrayado que los equipos de rescate de ambos países continúan el rastreo del mar en busca de los dos tripulantes.

Por otro lado, debido a este incidente, el órgano de gobierno de la OTAN se reunirá el próximo martes, a petición de Ankara, para trata el derribo del avión militar turco por Siria, según dijo a Efe la portavoz Oana Lungescu.

«El Consejo del Atlántico Norte se reunirá el martes a petición de Turquía, que presentará su versión del incidente al resto de socios», explicó Lungescu, quien precisó que Ankara ha solicitado el encuentro en virtud del artículo 4 del Tratado de Washington, el texto fundacional de la OTAN.

Ese artículo prevé que «cualquier aliado puede solicitar una convocatoria de consultas en cualquier momento cuando se amenace su integridad territorial, su independencia política o su seguridad».

De momento, Turquía no ha invocado el artículo 5 del Tratado, que define las medidas a tomar por el conjunto de la Organización en caso de un ataque militar contra uno de los miembros de la OTAN.

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