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El Gobierno francés, reforzado en las urnas, se centra en la crisis del euro

París, 18 jun (EFE).- El Gobierno francés, respaldado por una amplia mayoría absoluta de los socialistas, prepara desde hoy una mínima remodelación para afrontar una apretada agenda marcada en las próximas semanas por la crisis europea y los ajustes.

El primer paso, una mera formalidad, fue la dimisión del Ejecutivo esta mañana ante el presidente de la República, el socialista Françóis Hollande, que volvió a encargar al primer ministro, Jean-Marc Ayrault, la formación de un nuevo Gobierno que debería presentarse el próximo jueves.

Los ministros siguen en funciones hasta entonces, en espera de la vuelta a Francia de Hollande, que tras conmemorar a primera hora del día en el fuerte del Mont Valérien, de las afueras de París, el inicio de la resistencia a la ocupación nazi el 18 de junio de 1940, voló en dirección a México para participar a la cumbre del G20.

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Los analistas coinciden en que apenas habrá cambios -se ha hablado de la incorporación de un nuevo titular del Comercio Exterior-, entre otras cosas porque todos los miembros del Ejecutivo que concurrían a las elecciones de ayer salieron victoriosos, con lo que ninguno tendrá que aplicarse la regla que había fijado Ayrault de renunciar al cargo.

Un consejero del Elíseo citado por «Libération» avanzó que se esperan dos o tres ministros delegados suplementarios «de otras familias políticas que componen la mayoría», aunque el secretario nacional de los comunistas, Jean-Pierre Laurent, puntualizó hoy que no se dan las condiciones para que miembros de su partido entren en el Gobierno.

Los socialistas con sus aliados directos lograron ayer 314 de los 577 diputados, de forma que no serán imprescindibles para adoptar sus textos ni los 17 de los ecologistas (que por su parte ya tienen a una de sus dirigentes, Cécile Duflot, en el Ejecutivo), ni los 10 del Frente de Izquierdas (que incluye a los comunistas).

Eso significa que tendrán margen parlamentario para aplicar medidas impopulares forzadas por la situación de crisis, como ya lo dio a entender el ministro del Interior, Manuel Valls, que reconoció que «el rigor es necesario», pero que se aplicará con justicia.

Valls, que no precisó dónde habrá recortes y señaló que no se esperan ni en educación ni en seguridad, que son las prioridades de Hollande, reiteró el compromiso de restablecer la situación de las finanzas públicas y volver al «déficit cero» al final de la legislatura, en 2017.

Para lograrlo, puso el acento en que el objetivo en primer lugar es «movilizar a nuestros socios europeos».

Una referencia a las dos citas europeas cruciales que tiene Hollande, la primera el próximo viernes en Roma con la canciller alemana, Angela Merkel, y los jefes de Gobierno de España, Mariano Rajoy, y de Italia, Mario Monti; y la segunda el Consejo Europeo del 28 y el 29 en Bruselas.

El presidente francés, en un documento enviado la semana pasada a los otros líderes europeos, les ha propuesto un plan de estímulo del crecimiento económico con un presupuesto de 120.000 millones de euros que saldría de los fondos estructurales de la UE, del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y de bonos comunes emitidos por los veintisiete países miembros, según filtró la prensa francesa.

En el plano interior, la gran urgencia una vez que se haga pública la auditoría de las cuentas públicas a fines de mes o comienzos de julio será adoptar subidas de impuestos que permitan recaudar unos 10.000 millones de euros suplementarios para compensar el efecto sobre el déficit del deterioro de la actividad.

Los esfuerzos con «justicia» anunciados por los socialistas deberían concretarse, entre otros, en un restablecimiento del Impuesto de Solidaridad sobre la Fortuna (ISF), la supresión de las exenciones de cotizaciones en las horas extraordinarias trabajadas o el incremento del tipo máximo en el impuesto sobre la renta hasta el 75 % para los que ganan más de un millón de euros.

París, 18 jun (EFE).- El ministro francés del Interior, Manuel Valls, reconoció hoy que su Gobierno tendrá que aplicar medidas de ajuste por «la situación extremadamente difícil de las finanzas públicas» pero que se hará con justicia.

«El rigor es necesario» pero «los franceses no pueden soportar el rigor si no es justo», destacó Valls en una entrevista concedida a la emisora de radio «RTL» para comentar la victoria de su formación, el Partido Socialista (PS), que ayer obtuvo una mayoría absoluta amplia en las elecciones legislativas.

Insistió en que «nadie ha escondido» la realidad de la situación, que «los franceses son perfectamente lúcidos», que «nadie ignora las dificultades».

Preguntado sobre dónde se harán los recortes, el titular de Interior no respondió y se limitó a recordar que el presidente francés, François Hollande, ha señalado que sus prioridades son la educación y la seguridad.

En cualquier caso, aludió igualmente al compromiso de restablecer la situación de las finanzas públicas y volver al «déficit cero» al final de la legislatura, en 2017: «será difícil pero es nuestra tarea».

Para lograrlo, puso el acento en que el objetivo en primer lugar es «movilizar a nuestros socios europeos».

Un mensaje en línea con lo avanzado anoche por el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, que habló de las «grandes citas que tenemos ante nosotros» y a los que Hollande «consagra toda su energía. El objetivo es reorientar Europa hacia el crecimiento y preservar la zona euro de la especulación».

Ayrault, en una declaración formal también confirmó que esta semana se nombrará un nuevo Gobierno, aunque no se espera que haya muchos cambios con respecto al que nombró el jefe del Estado hace apenas un mes después de haber sido elegido el 6 de mayo.

Por otro lado, el diputado socialista Claude Bartolone, anunció que es candidato a la presidencia de la Asamblea Nacional, después de que la que aparecía como principal pretendiente de su partido, Ségolène Royal, fracasara en su intento de salir elegida diputada en la circunscripción de La Rochelle (oeste), derrotada por un socialista disidente.

En una entrevista publicada hoy por «Le Parisien», Bartolone dijo que aunque no forma parte del «círculo histórico» de los socialistas más cercanos a Hollande, estimó que ha sido «útil y leal» al jefe del Estado en la campaña y que «este equilibrio entre lealtad y libertad es una baza preciosa» para presidir la cámara de diputados.

Por su parte, la líder del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, confirmó que va a presentar un recurso por el escrutinio en su circunscripción de Hénin Beaumont, en la que fue derrotada en un duelo muy ajustado con un oponente socialista.

Le Pen, en una entrevista concedida a la emisora «France Info», hizo hincapié en cualquier caso en que los comicios de ayer marcan una «recomposición política» y avanzó que los diputados del FN en la asamblea (son dos con los resultados conocidos la pasada noche) serán «los mejores oponentes del PS» porque la derecha clásica ha demostrado «su connivencia».

París, 18 jun (EFE).- El exprimer ministro francés Alain Juppé aseguró hoy que la conservadora UMP a la que pertenece debe clarificar sus valores y separarse de la ultraderecha tras las recientes derrotas electorales tanto en los comicios presidenciales y como en los legislativos.

«Debemos clarificar nuestros valores», señaló en una entrevista publicada hoy por «Le Monde» Juppé, quien también fue ministro de Exteriores y es una de las referencias políticas del partido de Nicolas Sarkozy.

Juppé, que sostiene que uno de los pilares para que la Unión por un Movimiento Popular (UMP) mire hacia el futuro es desligarse de las posturas de la ultraderecha, defendió «la adhesión a la nación» pero desde una perspectiva de «integración exitosa» que supone el «rechazo de la xenofobia y de la islamofobia».

«Es nuestra diferencia fundamental con el Frente Nacional (FN)» que lidera Marine Le Pen, destacó el ex jefe de Gobierno francés.

Según Juppé, el electorado recibe un mensaje de confusión cuando escucha a algunas voces relevantes de la derecha reconocerse en los valores del FN, como la exministra de Familia Nadine Morano o el extitular de Defensa, Gérard Longuet, mientras que otros apelan a su aguerrido combate, como la portavoz de campaña de Sarkozy, Nathalie Kosciusko-Morizet.

Juppé, que no despejó la duda sobre si entrará en la batalla por hacerse con las riendas de la UMP, señaló algunos otros «pilares» sobre los que, a su entender, debe apoyarse la formación conservadora para recuperarse de las derrotas en las urnas.

«Creo en una Francia emprendedora y trabajadora, en la economía de mercado y en la recompensa al trabajo», dijo Juppé, que abogó también por «una Francia justa y solidaria, que no quiere decir asistencial».

El ex primer ministro y alcalde de Burdeos apoyó también «una Francia que debe de ser motor de una Europa no burocrática, sino política, capaz de defender con mayor eficacia sus intereses económicos y sociales», agregó.

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